El pasado mes de diciembre Aleksander Aamodt Kilde se coronó vencedor del descenso y el súper-G de Val Gardena, hito solamente alcanzado anteriormente por su compatriota Aksel Lund Svindal.
La semana pasada, ante un escenario estival y muy diferente al que le hizo triunfar, Kilde volvió a los Dolomitas, en esta ocasión para recoger el Dolomites Val Gardena Südtirol Ski Trophy, premio creado por el Saslong Classic Club y que premia al esquiador que acumule la mayor cantidad de puntos de la Copa del Mundo, en un año, en las dos carreras de Val Gardena.
Y la pasada temporada Aleksander lo logró con un pleno pues se llevó la máxima puntuación posible, los 200 puntos.
El premio es de lo más original, un busto de madera de sí mismo a tamaño natural, que además va acompañado de un cheque por 5000 euros y unas vacaciones en Val Gardena.
La ceremonia de la entrega del premio se celebró en la cabaña Saslonch, acto al que acudieron Rainer Senoner (presidente del Saslong Classic Club), Roland Demetz (alcalde de Selva), Christina Demetz (DOLOMITES Val Gardena) y Angelo Dalpez (vicepresidente de la Federación Italiana de Deportes de Invierno FISI).
Tampoco faltó Markus Waldner, el director de carrera de la FIS y otros deportistas y esquiadores que también disfrutaron del espléndido día de verano del legendario Saslong.
Y por supuesto el protagonista, Aleksander Aamodt Kilde, quien disfrutó del premio, del acto y a quien podía verse bien feliz: “Es muy lindo estar aquí de nuevo. Los Dolomitas son un sueño incluso en verano. De hecho, tengo una relación extraordinaria con Val Gardena. Me siento como en casa aquí. ¿Por qué soy tan rápido en esta pista? Quizás sea la buena comida. Ciertamente, la excelente calidad de la nieve me ayuda, y casi siempre puedo dominar los tramos técnicamente difíciles, como los saltos”.