Hemos hablado distendidamente con Abel Moga (@abel_moga21), aranés de 20 años que, en esta temporada tan rara que hemos tenido, se ha ganado la entrada al Freeride World Tour. Un pasaporte a la competición más exclusiva del freeride mundial que ha logrado por méritos propios. Y la próxima temporada 2022 competirá junto a Aymar Navarro.
Criado en la Val d’Arán, donde se inició en el freeride en el club Emotion, ya despuntaba en el Junior Freeride Tour, y fue segundo en los mundiales de Kappl.
Esponsorizado por Atomic y Helly Hansen, solo dos años en los qualifiers del World Tour le han bastado a este esquiador tranquilo, estudiante de ingeniera de materiales en la UPC, para conseguir el tan ansiado pase. Nos lo explica él mismo.
Risas… Esta temporada solo he podido competir en las dos de cuatro estrellas de esta semana santa en Suiza. Se corrió una competición el martes y otra el jueves. Quedé primero el primer día, y el segundo sabía que lo había hecho bien, pero no para quedar primero. Existía la opción de que si quedaba primero podría subir al WT, pero yo no lo veía para nada porque había más gente que estaba para poder entrar en el W.T. Hemos entrado tres, el primero el Suizo Maxim Chablot de nuestra edad, luego yo y el tercero un austriaco.
La verdad es que después de hacer mí ronda, aunque yo estaba muy contento con ella, y la gente me decía que muy bien, no creía que pudiera quedar primero. De hecho, en ninguna de las dos carreras pensaba que podría quedar primero. Pensaba que lo había hecho bien pero no para un primero, pero así fue.
Yo creo que fue la confianza en mí mismo, de pensar solo en voy a hacer mi ronda y ya está, no me voy a preocupar de si la he hecho bien o la he hecho mal. De hecho, la ronda que quería fue Axel quien me dijo por dónde podía saltar.
Envié la foto de la cara y Axel (@axljtuki), que estaba en España, me dijo por dónde podría saltar. Me dijo “le podrías dar por aquí”. Yo pensé que igual no, pero la primera roca la hice por donde me dijo él, la hice así y creo que fue esa la que me hizo ganar, por que hice toda la línea más recta y salió bien. Salió bien.
Risas… Bueno, ¡a ver! Este año estoy contento con mis backflips la verdad. He tirado algunos, algunos los he planchado y otros no, pero el objetivo de la temporada era planchar backflips en roca y creo que lo tenemos. En las compes aún no, pero yo creo que llegará.
Aún no sabemos nada del calendario. Si es como un año bueno, sin covid, creo que asistiré a todas, seguro. Esto me ha cambiado la vida. La universidad habrá que gestionarla y combinarla con la competición.
Esto todavía no me lo he planteado. He ido pensando en algunas carreras del principio como Hakuba y Canadá, pero todavía no he pensado en el Beck de Rosses.
He estado muy pocos días en casa y básicamente estudiando. Mi madre y mi hermana están muy contentas, pero yo tampoco lo he asimilado mucho. No sé, todavía es raro, raro.
¡Claro! Seguiré entrando en la Val d’Aran, y si puedo ir a algún otro sitio iré. Pero el valle es mi casa. El entreno me lo voy a tomar más en serio y habrá que combinarlo con la universidad, pues te quita mucho tiempo, y para el Freeride World Tour hay que estar fuerte y entrenar mucho.
Después de pensárselo un rato…
Está claro que las condiciones de entreno afectan. Creo q si pudiéramos ripar cada día polvo, se nos iría de las manos. No sé. No siempre están las condiciones cien por cien, idílicas. Esquiamos la nieve del pirineo, y este año ha habido polvo, ha estado marrón, ha estado dura, blanda… No sé bien qué les puede pasar a los que esquían en Estados Unidos y Canadá cuando vienen aquí, pero nosotros esquiamos donde sea.
Aymar es una persona muy profesional que hace muy bien lo que hace. Vamos a estar compitiendo ahí mano a mano y creo que nos lo pasaremos bien. Será como esquiar en Baqueira y no voy a ir para nada a rivalizar con él, por lo que creo que nos lo pasaremos bien.
Muchas gracias. Tengo mucha ilusión.
Texto: Ángel Joaniquet