A pesar de haber despedido la temporada el pasado domingo, el equipo de la estación de esquí de la Massana, en Andorra, mantiene a las tareas de seguridad y mantenimiento de los dos dominios. Las precipitaciones de las últimas horas han dejado espesores de nieve de entre 40 hasta 70 centímetros, con lo cual el nivel de riesgo de aludes ha incrementado.
Así pues, el grupo de artificieros ha puesto en marcha el Plan para el desencadenamiento artificial de aludes (PIDA) con el objetivo de que la zona sea segura para todo aquel que se mueva por ella, sean esquiadores de montaña, visitantes o el mismo equipo de trabajadores.
El grupo especializado en artificios de la estación, acompañado del helicóptero, ha efectuado detonaciones en las montañas de Arinsal para provocar aludes de forma controlada y prevenir un desencadenamiento sin supervisión. Así, se han lanzado un total de 12 descargas explosivas mediante el sistema de tiros Gasex. Seis de estas detonaciones han resultado en aludes, con lo que la zona queda segura frente a desprendimientos que pueda causar la abundancia de nieve.
Además del PIDA, diariamente el equipo de la estación colabora con Protección Civil andorrana de manera que se garantiza la seguridad vial en la carretera que da acceso al sector Arinsal de Vallnord, uno de los puntos más problemáticos en situaciones de viento y meteorología desfavorable. Con todo, a pesar de la ausencia de actividad continuada, el campo de nieve es seguro para los visitantes que siguen acudiendo a Arinsal, como esquiadores de montaña o el mismo equipo de trabajadores.
Recordemos que Vallnord – Pal Arinsal ha cerrado sus puertas al público hasta poner en marcha la temporada de Vallnord Bike Park La Massana el 19 de mayo.