Ha sido necesario provocar una cadena de aludes controlados para despejar la carretera del Stelvio, en los Alpes Italianos.
Luchar contra la naturaleza es imposible, siempre tenemos las de perder. Pero lo que sí podemos hacer es intentar minimizar los daños de sus caprichosos desastres. Y eso es lo que han hecho en esta ocasión, pero no creáis que ha sido fácil.
La carretera del Stelvio llevaba días cerrada por las nevadas, y sin embargo, no podían despejarla por lo extremadamente complicado que era el acceso.
De hecho, han tenido que esperar hasta que llegara el buen tiempo, y hacerlo con medidas drásticas: provocando aludes controlados, que nos han dejado las impresionantes imágenes que podéis ver aquí abajo.
Aguantad unos segundos, no os quedéis con las primeras imágenes, porque la monumentalidad del alud va a más y es realmente conmovedora. Aunque sabemos perfectamente lo peligrosos que son, observar una avalancha de esta inmensidad, te hace ver lo minúsculos e indefensos que somos.
La carretera del Stelvio es la segunda más elevada de Los Alpes y une la Lombardía con Suiza. Quizá su nombre os suena porque es la subida más dura del Giro de Italia, y también una de las carreteras más preciadas por los moteros.