Atomic Backland Carbon, la bota de esquí de montaña

Atomic Backland Carbon, la bota de esquí de montaña

Sin duda la temporada que está tocando a su fin será recordada por muchos motivos, algunos de ellos muy malos. Pero, también, y eso es bueno para nuestro deporte, como la temporada en que muchos esquiadores comenzaron a practicar esquí de montaña. Un deporte apasionante en el que el material está evolucionando muy deprisa. Las marcas, como siempre, nos lo ponen cada vez más fácil. Hoy hablamos de las Atomic Backland Carbon, sin duda una de las mejores botas de esquí de montaña. Y para ello contamos con la colaboración de dos guías de alta montaña como son Miriam Marco y Fede San Sebastian. Además, como siempre que hablamos de botas, con Albert Naudí, especialista en botas de esquí y asesor de cabecera de este humilde bloguero. También os contaré mi propia experiencia, es posible que si estás interesado en comprar botas de esquí de montaña te resulte útil.

Fede San Sebastian

Fede San Sebastian es guía de alta montaña UIAGM, propietario de Guias de Tena, especializado en esquí-alpinismo y se dedica a tiempo completo a guiar travesías, descensos y formar deportistas por las principales montañas del mundo, ya sea en Pirineos, Alpes, Canadá, Irán, Noruega o Islandia. Además, trabaja o ha trabajado como técnico deportivo en esquí alpino, guía de barrancos y como pister socorrista en Formigal, llevando a cabo tareas de rescate, prevención y desencadenamiento de aludes. Ahora también se dedica a formar sanitarios de rescate en montaña y a los futuros guías de alta montaña en España.

Fede también comparte artículos sobre seguridad, material y destinos, en revistas especializadas como Desnivel y Grandes Espacios. Podéis seguir a Fede en Instagram y en la página guiasdetena.com

A una bota de esquí de montaña le pido que sea cómoda, que permita mucha movilidad en la caña a la hora de subir y que sea robusta a la hora del descenso. Como guía profesional, necesito que sea fiable y que aguante muchas horas de actividad, sin que tengamos que estar pendientes de si se va a romper alguna pieza o no.

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La disposición de los enganches y la simplicidad también es muy importante, ya que, no solo esquiamos, sino que, también progresamos por crestas y terrenos rocosos, donde las botas sufren impactos contra las rocas y es muy importante que no se enganchen, ni se rompan piezas importantes. El mecanismo de bloqueo de la caña también necesitamos que sea fiable y no se desbloquee accidentalmente mientras descendemos, ya que muchas veces, esquiamos por terrenos muy expuestos en los que no se puede permitir una caída. Otro punto muy importante es que la bota no ponga problemas a la hora de calzarse los crampones, y que el cierre trasero del crampón no se vea obstaculizado y permita cerrarse como es debido. 

Y ahora, una de las cosas más importantes: que sea lo más ligera posible, ¡sin comprometer el aislamiento! 

La Backland Carbon se comporta muy bien subiendo. Tiene mucho ángulo de movilidad en la caña y el sistema BOA es muy cómodo. Su peso entra también dentro de las botas ligeras, sin llegar a ser las de competición. 

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Bajando se comporta muy bien, aunque el sistema BOA solo agarra en la zona superior del empeine, echando en falta un poco más de agarre en la parte inferior. Un inconveniente, que pasa a menudo en este tipo de botas ligeras, es que enseguida aparecen holguras en la zona del tobillo. 

Las botas las llevo de serie, sin deformar la carcasa y sin ningún tipo de invento. El botín sí que lo tengo termoformado. 

Con las Backland Carbon he escalado corredores, cascadas de hielo y crestas y se comportan muy bien. Los crampones automáticos cierran a la perfección y la movilidad de la caña facilita mucho el equilibrio 

Normalmente las uso con un Backland 95 (177cm), que es mi esquí habitual. Pero también con un UL 78 (163cm) para ascensiones rápidas o con un Backland 107 (182cm) para descensos con nieves más profundas. 

Creo que la principal virtud es la polivalencia, resultando muy cómoda al subir, y al no tener broches en el empeine que puedan abrirse/romperse al rozar con la nieve o con la roca, hacen que sean muy cómodas para el esquí-alpinismo. En el descenso, tienen un comportamiento más que aceptable para ser una bota ligera, gracias cierre del Strap superior, que es bien robusto. 

Ensancharía la horma un par de milímetros, pero eso es algo personal. 

Miriam Marco

Miriam Marco Sánchez es guía de alta montaña UIAGM y, como curiosidad, la primera mujer en serlo en España. Además, ha sido integrante del equipo femenino de alpinismo español y profesora de esquí. En la actualidad se dedica íntegramente a su trabajo y pasión. Puedes encontrarla en su página web y también en Instagram.

La ligereza y la dureza para bajar, eso fue lo que me llamó la atención. Y también el que haya números pequeños. A veces nos cuesta encontrar botas que tallen pequeño pero que sean suficiente potentes para poder darnos las prestaciones que necesitamos.

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La bota subiendo es comodisima, la flexión de tobillo y su ligereza te hace disfrutar de las subidas

Bajando da mucho de sí, es una bota que en el descenso no defrauda y gracias al botín termoformable se consigue que se adapte a tu pie.

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La ligereza y la movilidad de tobillo facilta mucho escalar con ellas, y el hecho de no llevar cierres laterales en la parte inferior hace que se pueda empotrar y no se rompa.

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Si, me parece que cumple los requisitos que le pido a una bota de esqui de travesia / alpinismo

Atomic backland UL, 85

De la carcasa no, las llevo como vienen "de serie". Lo que sí tengo termoformado es el botín y, además, llevo plantillas personalizadas.

Albert Naudí

Albert Naudí de Esports Cubil, la tienda de esquí especializada en botas y "bootfitting" en Canillo (Andorra), es mi "bootfitero" preferido, con él consulto las cuestiones de botas y dejo mis pies en sus manos. En muchas ocasiones acudo a él para que nos cuente las interioridades de las botas, y esta vez, como todas, me dio información muy valiosa.

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Entre otras cosas me contó que el ángulo de ataque de estas Atomic Backland Carbon se puede modificar. Que muchas de las botas buenas de esquí de montaña pueden coger holguras por el uso muy intenso y cómo remediarlo con un mínimo mantenimiento. Que el botín y la plantilla de las Carbon tienen agujeros que las hacen mucho más transpirables que otras botas y, de paso, me enseñó las nuevas Atomic Backland Carbon, las de la temporada que viene.

En palabras de Albert, "muy pocas botas de esquí de montaña permiten el cambio de ángulo, y es una característica muy importante y que poca gente conoce. Puedes modificar tu ángulo de flexión y adecuarlo a tus necesidades en la bajada. Es una cosa relativamente común en las botas de freeride y muy poco común en las botas de "rando" o "skimo"."

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"En esta bota, desde mi punto de vista como "bootfitter", puedes trabajar la carcasa y el botín, que también es termoformable, adaptando la bota perfectamente a tu pie. Además, la ventilación que lleva esta bota la hace muy transpirable, que es una cualidad muy importante en el esquí de montaña y que pocas botas tienen. Tanto el botín como la plantilla están perforados y, además tienen canales para que salga el aire".

"Por otro lado, el tema BOA es muy fiable, el cable está muy protegido y hace que no tengamos problemas. He vendido muchas botas y no me ha llegado ninguna rota. El único mantenimiento que tenemos que hacer, y es mínimo, es ajustar un poco los laterales si la sometemos a un uso muy intenso con una simple llave."

"Tiene muy buen rango de movimiento en subida y, además, el botín nos acompaña. Hay otras carcasas que tienen un rango similar pero luego el botín no lo tiene. En el caso de la Backland Carbon, el botín también tiene un buen rango de movimiento".

"En definitiva, la Carbon es una bota muy fiable, con un peso muy contenido, que se puede adaptar muy bien al pie, es cómoda, transpirable y baja mejor que otras botas de similar peso".

Mi opinión

La Atomic Backland Carbon es una bota que me enamoró a primera vista, y en esos casos tienes poco que hacer. La tengo desde un poco antes del confinamiento del año pasado, y me quedé con la miel en los labios, porque solo la pude usar en tres ocasiones antes del cierre total.

Esta temporada la usé en mi primera escapada de "skimo" en octubre. Disfruté de nuevo como un niño con zapatos nuevos, y nunca mejor dicho. Y a lo largo de esta temporada, por suerte, he podido usarlas en varias ocasiones y con distintas condiciones. Espero todavía poder disfrutarlas alguna jornada más.

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Después de lo dicho por las personas que me preceden no es fácil aportaros mucha información. Que es ligera es evidente y un dato objetivo, pero que es muy cómoda es más difícil de demostrar. Es como llevar una zapatilla de andar por casa comparada con otras botas de esquí o de esquí de montaña. Y, literalmente, yo he hecho de todo con ellas para asegurarme de que realmente son cómodas, de su rango de movimiento y de su ligereza. Sé que alguno pensará que estoy loco, pero he andado en bicicleta con ellas, las he probado sobre el "skate"(no os lo recomiendo, pero yo pasé una tarde muy entretenido), hasta me he vuelto a casar con ellas. Y es que, las ganas de probarla a fondo eran muchas y el semiconfinamiento nos daba pocas oportunidades pero sí mucho tiempo...

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En definitiva, como bota para subir me han abierto un mundo, pues pesan mucho menos que cualquier bota que haya probado antes. Pero, sobre todo, la sorpresa con las Backland Carbon me la llevé bajando. Mi primera prueba fue en pista, me gusta probar el material de montaña antes de llevarlo a unas condiciones que pueden ser muy cambiantes. Mi sorpresa fue mayúscula. Es cierto que en la primera bajada necesitas un poco de adaptación, máximo cuando pasas del material duro de pista puro al de montaña. Pero la confianza fue muy grade. No me conformé con hacer una pista, hice varias para disfrutar las bajadas. Es más, en otras ocasiones he vuelto a hacerlo. Es una bota que esquía muy bien. Muy sorprendente.

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Las he probado, como digo, en condiciones muy distintas en la montaña. Desde nieve polvo a nieve congelada por la noche... Como siempre que vas a la montaña te tienes que adaptar, pero la bota no te va a fallar. Sé que desde que las tengo, y salvo alguna aproximación que he hecho con las Ultra XTD 130, siempre que he tenido que subir he elegido las Carbon, y así será durante mucho tiempo, pues tienen pinta de que aguantan mucho. Están como el primer día.

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En definitiva, la Atomic Backland Carbon es una bota que no deja de sorprenderme, lo hizo por su estética la primera vez que la vi en foto, lo hizo la primera vez que la cogí en la mano por su peso. La primera vez que me la probé por su comodidad, la primera vez que subí por su ligereza y rango de movimiento y la primera vez que bajé por las prestaciones que ofrece dado su peso y características. Y, aunque ahora ya no me sorprenda tanto, no hay día que la use que no esté contentísimo de tenerlas.

Para tener todos los datos de la Backland Carbon puedes entrar en la página de Atomic, pero yo creo que aquí te queda una buena información, sobre todo la que te dan estos tres grandes profesionales a los que desde aquí agradezco mucho su aportación.

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Por suerte para nosotros, a este blog se acercan muchas veces excelentes profesionales para hablarnos de material. Os dejo otros dos artículos de botas de esquí, uno de las Atomic Hawx Ultra XTD 130, la bota con la que Aymar Navarro quedó tercero en Verbier recientemente. Y la Atomic Redster CS 130, una bota cañera que sacará lo mejor de ti como esquiador de pista.

A pesar de que la temporada toca a su fin, seguiremos activos como siempre en verano, preparando la temporada próxima y disfrutando de la vida y del deporte. ¡Seguimos!

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