Poco más de una semana ha pasado desde la tragedia en el glaciar Marmolada, y otro impactante vídeo de una enorme avalancha inunda las redes, esta vez en las montañas Tian Shan en Kirguistán, por suerte parece ser que sin víctimas.
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Según la información que ha trascendido hasta ahora, básicamente gracias al autor del vídeo, que formaba parte de un grupo de 10 excursionistas que estaba realizando una ruta guiada por la zona.
El grupo acababa de llegar al punto más alto de su trayecto, cuando tuvo lugar la gran avalancha.
Harry Shimmim, uno de los supervivientes y quien filmó el vídeo, se separó del grupo para tomar unas fotografías desde una colina cercana cuando escuchó el estruendo del hielo rompiéndose tras él, iniciándose la avalancha.
Ahí es donde empieza el vídeo, según dice él mismo en su post de Instagram, donde además explica cómo fue la situación; por qué que tarda tanto en ponerse a resguardo y cómo fue el reencuentro posterior con el resto del grupo.
“Llevaba allí varios minutos y sabía que tenía un lugar para refugiarme justo a mi lado. Estaba en el borde de un risco así que, de irme, solo podía alejarme del refugio (por eso no me muevo). Sí, esperé hasta el último segundo para moverme y sí, sé que hubiese sido más seguro resguardarme de inmediato. Soy consciente de que corrí un gran riesgo. Sentí que tenía el control pero, a pesar de todo, cuando la nieve empezó a caer, todo se oscureció y era más difícil respirar, pensé que podía morir.
Estar detrás de la roca era como estar dentro de una gran ventisca. Una vez pasó, sentí como una gran descarga de adrenalina me golpeaba con fuerza. Solo estaba cubierto por una pequeña capa de nieve y no tenía ningún rasguño. Me sentí mareado.
Sabía que el resto del grupo estaba más alejado de la avalancha, así que debían estar bien. Cuando me reuní con ellos pude ver que todos estaban a salvo, aunque una se había hecho un buen corte en la rodilla y otro se había hecho magulladuras al caer de un caballo.
Todo el grupo reía y llorada de felicidad por estar vivos. Fue más tarde cuando nos dimos cuenta de los afortunados que habíamos sido. Si hubiésemos caminado 5 minutos más estaríamos todos muertos.
Observando el vídeo puede verse un pequeño rastro gris que serpentea por la hierva. Ese era el camino que atravesamos después caminando entre enormes peñascos de hielo y rocas que habían sido lanzados mucho más lejos de lo que podríamos haber recorrido incluso reaccionando de inmediato.
Para empeorar la situación, el camino trascurre por un valle que oculta la vista de la montaña por lo que solo habríamos escuchado el rugido antes de que se apagaran las luces”.
Este vídeo, nos recuerda las palabras de Massimo Frezzotti, geólogo y profesor de Cambio Climático en la Universidad de Roma Tre, quien tras lo ocurrido en Marmolada hacía hincapié en que el problema del deshielo en los glaciares está afectando en todo el mundo, pero que desafortunadamente solo se habla de ello cuando hay tragedias humanas.
Este vídeo, es una muestra más de lo que está ocurriendo, de la crisis climática que estamos viviendo. Por suerte, en esta ocasión no ha habido víctimas, aunque la gravedad de la situación sigue siendo la misma.