Bonascre (1.400 m/2.000 m)
El telecabina de Ax llega a la cota 1.400 m, Plateau de Bonascre, donde encontramos el área de debutantes, el edificio de servicios de la estación, las taquillas, etc.
Desde este lugar parten el telecabina Saquet y el telesilla de 6 desembragable Lievre Blanc. Es el sector más fácil y cómodo para esquiadores de nivel medio. La mayoría de las pistas son azules y verdes, a excepción de la roja Pylones, que como su propio nombre indica baja paralela a las pilonas del telecabina.
Un lugar ideal para esquiar sin riesgos, rodeado de bosques. Destaca también la pista azul de Bonascre, que baja desde la cota 2.000 m hasta la base y es larga y divertida.
Saquet (1.900 m/2.300 m)
El eje de este sector es el moderno telesilla desembragable de 6 plazas Tute. Aquí, los esquiadores expertos encontrarán pistas anchas, con desnivel y buena pendiente donde conducir a velocidad sobre los cantos. Destacan las rojas Competition Ours y Tremplin y la negra Tute. Aunque también hay azules facilonas como Ourson.
Los amantes del freestyle tienen un snowpark en Saquet, al que se accede con el telesquí Casse. También es el sector donde parar a recuperar fuerzas en sus dos bares-restaurantes de altitud, que además de buenos platos de cocina con productos de la zona ofrecen terrazas con vistas panorámicas sobre el paisaje de L’Ariège y de Andorra.
Campels (1.700 m/2.400 m)
Es un valle amplio, pelado y sin árboles, con pistas muy largas, pendientes en su primer tramo (las rojas Combes, Berger o la negra Le Mur) pero más tranquilas una vez que desembocan en la larguísima azul Savis.
El sector entero merece la pena ya sólo por las vistas, con unos paisajes increíbles y unas condiciones de nieve casi siempre buenas.
Solamente tiene una pega: el telesilla Rebenty de tres plazas, muy lento. Suerte que el cabreo se pasa rápido una vez arriba con la panorámica. Desde la Couillade de Llebres (2.305 m) puedes elegir si bajar por las negras Couillade o Le Mur (muy pendiente), la roja Combes o la azul Corniche, que empalma con otra azul, Savis. La opción para los más atrevidos es la negra Olimpique, que va de la cota más alta del sector hasta su base.
Salir de Campels supone tener que subir por otro de sus pretéritos remontes, el biplaza Savis, una silla circular muy curiosa que no para en ningún momento y recoge esquiadores en dos direcciones, hacia Saquet y también en dirección a la cara sur del Pic de Savis (1.958 m).
Muchas posibilidades de freeride
Los aficionados al esquí fuera-pista, que se apunten esta estación en la lista de favoritos, porque con nieve polvo es una mina.
Para empezar, el nivel técnico de los esquiadores que la visitan es medio, y eso significa que se puede abrir huella incluso varios días después de que haya nevado. El terreno da mucho de sí. En el dominio de Campels, el más alto de la estación, están las zonas más codiciadas. Caminando 15 min desde lo alto de Coullade de Llebres en dirección a la pista negra Couillade encontramos un gran circo virgen, La Combe, bajo el pico Rebenty, donde los más expertos pueden darse un buen festín. No son bajadas muy largas pero sí con buena pendiente.
La jornada de powder puede seguir por las zonas comprendidas bajo las sillas de Rebenty y Savis, un área rocosa con tubos más bien estrechos donde se acumula nieve. También se pone interesante la zona de Mansèdre, que permite bajar esquiando por el bosque hasta la pista verde 3 Jasses, que nos devuelve al Plateau de Bonascre.
Los locals nos cuentan que los días de mucha nieve desde la llegada del telesilla Tute en Sasquet saltan hacia la derecha al Valle virgen de Savignac y bajan esquiando hasta la base del mismo telesilla, e incluso se puede alargar el descenso un tramo más hasta el tramo final de la pista verde Bd de la Griole Bas, que conduce al Plateau de Bonascre.
Hay muchas opciones, mucha hectárea virgen por explorar y pocos freeriders que lo hagan. Lo dicho, una mina.