Candanchú crea el primer parque lúdico en España para la búsqueda del ARVA

El ARVA es un aparato de localización de víctimas de aludes que debe formar parte del equipamiento de todo buen montañero. Este instrumento, transmisor y receptor, es un dispositivo de emergencia capaz de localizar a una víctima de avalancha de nieve que haya quedado completamente sepultada y que también lleve otro ARVA. A pesar de que se hacen muchos esfuerzos para evitar los aludes, hay ocasiones en las que las avalanchas no se pueden controlar. En estas ocasiones, tener contigo un ARVA y saber utilizarlo puede ser lo que te salve la vida. El aparato, cuyas siglas provienen del francés Appareil de Reserche de Victimes d’Alvalanche, emite continuamente una señal capaz de superar la capa de nieve en caso de que el portador del ARVA haya quedado sepultado por un alud. Los equipos de rescate o los receptores que lleven otros esquiadores permiten localizar la señal con una gran exactitud, de manera que serán capaces de encontrar rápidamente al accidentado. Para su correcta utilización, es imprescindible llevar el ARVA pegado al cuerpo, debajo de la chaqueta. Mientras estemos practicando esquí de montaña o nos encontremos fuera de pista, siempre hay que llevarlo encendido y en posición de emisión. En caso de que se produzca una avalancha que afectara a alguien del grupo, habría que ponerlo en modo de recepción y actuar siguiendo los protocolos de búsqueda. El pitido del ARVA es imperceptible para el oído humano, por lo que no supondrá ninguna molestia. En 1986 se estableció un estándar para estos dispositivos a 457 kHZ, de manera que todos los ARVAS son compatibles. Desde Candanchú quieren concienciar a todos los esquiadores de la relevancia de este aparato, por ello, han presentado el primer parque lúdico en España para la búsqueda del ARVA. Este parque irá destinado especialmente a que los más pequeños comprendan la importancia de la seguridad en la nieve y a que aprendan a utilizar un ARVA. Llevar un ARVA y aprender a usarlo es fundamental para los esquiadores de montaña y para aquellos que circulen fuera de pistas. ¡Toda seguridad es poca!