Es invierno, tienes un viaje de trabajo a un destino que no te apetece demasiado y te mueres de la pereza. Cuando te enfrentes a una situación como esta, siempre mira el mapa. Podría ser que cerca de tu destino se encuentre una estación de esquí. Y cuando eso ocurre, siempre es interesante poder combinar trabajo y esquí, ya que el resultado es muy gratificante. Esa pereza que tenías desaparecerá por arte de magia y hasta encuentras algún motivo para alargar el viaje más de lo previsto.
No es fácil y en mi caso no lo puedo hacer casi nunca. Siempre sueño con un viaje de trabajo a una zona alpina o, por qué no, a Colorado. Pero alguna vez lo he podido hacer, la última, este mes en Rumanía, repitiendo un viaje que hice el año pasado. Y aunque las últimas veces han estado realmente bien, sigo manteniendo un gran recuerdo sobretodo de la primera.
La primera fue durante un viaje el coche al sur de España hace unos 10 años. Tenía que visitar Córdoba, Granada y Sevilla. ¿He dicho Granada? Mmm, allí está la Alhambra. ¿Pero no está Sierra Nevada por ahí? Un poco la cosa fue más o menos así. Era un viaje apretado, pero nunca había estado esquiando allí y no podía desperdiciar la ocasión. Siempre habría otra oportunidad para la Alhambra. Cogí todo el equipo y lo puse en el coche. Recuerdo que llevaba unos Omeglass de 157 que me cabían justos en el maletero. Así no tenía que perder tiempo alquilando material.
El segundo día tenía una visita en Motril y por la tarde tenía que estar en Sevilla. Y como no hay nada que pueda motivar más que poder pasar una jornada esquiando en una estación desconocida, me puse la visita a las 7.30 de la mañana. A las 9 estaba libre y pude disfrutar de medio día esquiando entre semana en Sierra Nevada. Cambiarse en el coche al lado de la playa y al cabo de muy poco rato estar esquiando, con esa sensación de hacer algo medio furtivo es una sensación que la recordaré siempre. De este modo, un viaje que era una paliza se convirtió en una experiencia fantástica. Y todo por meter medio día de esquí en la ecuación.
Y tú, ¿esquías o trabajas? La próxima vez echa un vistazo a esta lista de destinos alternativos en los que se puede esquiar y quizás cambias algo de tu viaje para poder combinar trabajo y esquí.
