Muy a nuestro pesar, llega otro fin de temporada. Pero antes de activar el modo verano, vale la pena dedicar un tiempo a dejar bien preparado el material de esquí para la próxima temporada. Este es un punto más importante de lo que parece, porque en función de cómo hagamos este paso, llegaremos al principio de la temporada siguiente con el material igual o en peores condiciones. Os dejo algunos consejos que os pueden servir si todavía tenéis el equipo de esquiar abandonado en un garaje esperando que vuelva el frío o si simplemente tienes alguna pregunta sobre cómo guardar el material de esquí.
Busca un buen sitio para guardar el material duro de esquí
Los esquís no son como una botella de Clos Erasmus y tampoco hay que exagerar en su conservación, pero así de entrada, ese cuarto oscuro y húmedo no parece el mejor lugar para que nuestros esquís y botas pasen unos meses, por lo que mejor busca un buen sitio donde dejarlos. Y como a veces los sitios buenos los tenemos ocupados o sencillamente la neurona blanca se nos desconecta a la que cierran nuestra estación, existen opciones interesantes, como alguna tienda que ofrece guardar esquís y devolverlos a principio de temporada. Lo hagas tú o te lo hagan, es importante cuidar el material para que nos dure más tiempo.
Guarda los esquís listos para volver a ser usados
Los esquís nos dan enormes satisfacciones durante la temporada, por lo que llega el momento de corresponderlos con un poco de cariño antes de abandonarlos durante unos meses. Para ello, asegúrate de que estén limpios, sobretodo en la zona de las fijaciones. A final de temporada es más o menos habitual que aparezca barro y la suciedad que ahora sale fácilmente, es posible que dentro de siete meses sea más difícil.
No hace falta que aflojes las fijaciones, es una de las grandes leyendas de nuestro deporte. Y de hecho, es más peligroso que te olvides de volverlas a ajustar bien (especialmente con esos esquís que usamos muy pocas veces) que el bien que le harás al muelle de una fijación, que a día de hoy se considera que es inexistente.
Si los guardas tú, mejor si los dejas repasados y con una capa de cera para proteger cantos y suelas. Aplicar cera es de lo mejor que puedes hacer por tus esquís. Y cuando se acerque el momento mágico de sacarlos del letargo, con la emoción de que toca «estrenarlos» de nuevo, agradecerás tener los esquís a punto y no con suelas destrozadas, que no es la mejor manera de dar comienzo a una temporada. Dependiendo de cómo los vayas a guardar, mejor con las cintas que los mantienen unidos y así evitamos que los cantos hagan su trabajo con otros esquís.
Hoy en día, con los sistemas de nieve producida que hay, las pistas suelen tener buenas condiciones desde el primer día. Los campos de minas de principio de temporada son más cosa del pasado y esquiar pronto no implica destrozar los esquís, por lo que vale la pena que los esquís nos ayuden a tener buenas sensaciones desde el primer día.
Las botas, bien secas y cerradas
En cuanto a las botas, antes de guardarlas, asegúrate de que estén bien secos los botines y, si hace falta, déjalos secar durante unos días o aprovecha para lavarlos si ves que empiezan a ser material radioactivo. Las esquiadas primaverales tienden a mojar el material, por lo que es muy probable que haya quedado humedad. Puedes aprovechar para eliminar los restos de barro que pueden quedar en la suela. Y por supuesto, con los cierres cerrados al mínimo. Las carcasas de deforman mucho más de lo que uno cree si las dejas unos meses en mala posición. Haz un último repaso del estado de las suelas y si todo está correcto. Ahora tienes tiempo de solucionar cualquier imprevisto.
Las máscaras y cascos deben guardarse separados y, a ser posible en una bolsa para proteger de los golpes. Deja la máscara bien limpia para la próxima temporada. Nunca dejes la máscara puesta en el casco porque la cinta perderá elasticidad y con el tiempo dejará de apretar.
Los bastones se pueden emparejar, sobretodo si tienes muchos pares y muy parecidos. Una goma de pollo puede ser suficiente.
Lava la ropa
Las manchas, cuanto antes se saquen, mejor. Ahora tienes tiempo de hacer bien las cosas y evitaremos «contaminar» lo limpio con lo sucio. Y además, nada como afrontar el comienzo de la temporada con todo a punto, ya que no sólo quedará limpio, si lavamos bien nuestra chaqueta y pantalón y después lo secamos en una secadora (cuidado, solo si lo recomienda el fabricante, no sirve para todas las prendas), volverá a recuperar el DWR, el tratamiento repelente al agua que tanto ayuda para mantenerte seco y esquiar con el máximo confort. Y sino, siempre lo podremos aplicar a posteriori.
Los guantes también hay que asegurar que queden bien secos antes de guardarlos.
Es el momento de repasar calcetines, primeras capas y buffs. Si no tienen pareja o están agujereados, elimina esos calcetines, y es un buen momento para volver a lavar esas primeras capas y buffs que, a veces, caminan solos.
Y no puede haber una lista de consejos sobre cómo guardar el material de esquí sin pensar en las familias esquiadoras que tienen que gestionar varios equipos en casa. Una buena organización te ahorrará tiempo y dinero:
Haz inventario del material.
Ya lo dice el refrán, más vale lapiz corto que memoria larga, y en el caso de cómo guardar el material de esquí, aún más, porque son muchos meses sin acordarnos de ello. Apunta el material que tienes en buen estado y el que es candidato a un cambio. Una buena lista te evitará sorpresas cuando busques aquello que crees recordar que tenías. Y si tienes que gestionar el material de toda la familia, la cosa se convierte en casi imprescindible y es muy recomendable apuntar tallas.
Puedes hacer una pequeña hoja excel con el material que tienes apuntando tallas o medidas, colores, etc, así como el lugar donde se encuentra. Te sorprenderá la cantidad de material que tenemos en casa y aquello que vamos guardando y que ya no se puede poner nadie.
Ordena la ropa por cajas
Una opción es guardar por categorías, pero mejor que cada uno guarde su ropa y complementos en una caja. No hay mezclas ni confusiones. Cuando se acerca la temporada, abres la caja del más pequeño de la casa y enseguida ves lo que le va y lo que no. Y lo que no va, fuera porque ya no le irá a nadie más y pasamos a la siguiente caja.
Un detalle importante, mucho cuidado con el tipo de caja que usas para guardar los equipos de esquí. Sobretodo, que no sea de cartón.
Crea la caja de los reservas
Seguro que tienes alguna cosa que guardas «por si acaso». En este caso, lo mejor es hacerse con una caja o similar y guardar todos los reservas allí. Seguramente no los usarás en toda la temporada y te ahorrarás que ocupen espacio de tu día a día y tener que moverlos durante cada principio y fin de temporada. Guarda una hoja con todo lo que contiene la caja y ponla junto a la ropa del día a día.
Seguro que si sigues estos consejos sobre cómo guardar el material de esquí, la «vuelta al cole» se hará más fácil y sobretodo, sin sorpresas de última hora. Porque no olvides que todo minuto que dediques ahora te lo ahorrarás en el mes de noviembre.
Buenos consejos 😉
Gracias!
Lo más difícil para mí es llevar buen control de la ropa y accesorios de los demás miembros de la familia. Siempre hay algo que al principio de temporada no está en orden… Y cuanto mayores se hacen los hijos peor 😉
Sí, lo nuestro controlado, pero se descontrola el resto. A mí me acaban de aparecer unas protecciones del jr y ya no las tengo en su caja….
Una pregunta, las fijaciones es mejor dejarlas con la talonera arriba o abajo?
Las fijaciones se pasan casi todas las horas de la semana abiertos. Yo los guardo con las fijaciones abiertas. Hoy en día los muelles no dan ningún problema.
Perfecto, muchas graciass
Otra pregunta : si pongo los esquís horizontal tumbados por ejemo encima del armario, los frenos se quedan presionados contra el suelo, en parte aguantando cierto peso del esquí. Y si pongo los esquís digamos boca abajo, sobre las fijaciones, parece que estas no sufrirán demasiado. Los puedo guardar así?
Gracias.
Yo no veo problema en minguno de los dos casos. Ya queda menos!