Consejos para vestir bien por capas

Consejos para vestir bien por capas

Eso de vestirnos por capas lo hemos escuchado toda la vida. Viviendo en un país con 4 estaciones diferenciadas al año, especialmente otoño e invierno somos muchos los que nos vestimos como cebollas.

Sin embargo, vestirse por capas cuando hablamos de deporte al aire libre es un tanto diferente. La idea es la misma, llevar varias capas de ropa, pero cada una tiene una función concreta y, si queremos que sea efectiva, tenemos que hacerlo bien.

Aunque es algo que puede parecernos sencillo a veces no lo es tanto, así que, vamos a ver con más detalle cómo vestirse bien por capas.

Consejos para vestir por capas

Comenzando por el principio, cuando hablamos de vestir por capas nos referimos, generalmente, a un conjunto de hasta 3 capas, que nos permitirá jugar y combinar las prendas para adaptar nuestra indumentaria a las necesidades de cada momento.

El secreto para elegir bien cada capa radica en saber qué función debe cumplir cada una.

Cuando hacemos ejercicio nuestra temperatura corporal aumenta, haciendo que nuestro cuerpo sude para evitar un sobrecalentamiento.

El problema no es sudar -¡eso es sano y natural!- significa que nuestro cuerpo está trabajando. Pero llevar una prenda que no evacue el sudor hará que esta se moje y, con la humedad en contacto con nuestra piel, tendremos frío.

Para evitarlo, necesitamos una primera capa transpirable, que ayude a evacuar el sudor y así nos permita seguir secos a pesar de estar sudando.

Alternativas en el mercado hay muchísimas, generalmente de materiales sintéticos como poliamidas o poliéster pues permiten que la humedad salga al exterior de la prenda manteniendo tu cuerpo seco. Además, otra de sus ventajas es que se secan muy rápido.

El algodón, en cambio, es muy absorbente y además tarda mucho en secarse. Eso provocará que, con el sudor, la humedad siga en contacto con nuestro cuerpo.

Otra alternativa, con materiales naturales, son las prendas de lana merino especialmente indicadas para actividades de baja-media intensidad o en ambientes muy fríos.

Aunque también es muy absorbente, sus características evitan que la sudoración permanezca en contacto con la piel e incluso mojada ofrece un buen aislante.

Además, una de sus peculiaridades favoritas entre los deportistas es que mantiene controlados los malos olores pues es antibacteriana gracias a sus propiedades naturales.

Una tercera opción son prendas mixtas que mezclen materiales sintéticos y lana merino, ofreciendo las ventajas de ambas fibras.

Además, también hay prendas mucho más específicas, usadas básicamente en competición, como son las primeras capas anticorte.

En este caso, optaremos por una prenda confeccionada en fibras que eviten la entrada de aire permitiendo mantener nuestro calor corporal.

Es la capa más polivalente, un must en nuestro armario, y posiblemente con la que más jugaremos para adaptar nuestra indumentaria a lo largo de todo el año.

Eso sí, debemos tener en cuenta las diferentes circunstancias. Por ejemplo, si nos pasamos y elegimos una capa que aísle en exceso, nos dará calor, nos hará sudar más, se mojará y nos hará coger frío en vez de mantener nuestro calor.

Por eso, no siempre será necesario llevar una capa intermedia. Cuando hace más calor, por ejemplo, seguramente esquiaremos solo con la primera capa y la chaqueta superior impermeable y que nos proteja de los elementos. Sin embargo, cuando hablamos de montaña, sí es recomendable llevar siempre en la mochila una capa que nos aporte un poco de calor para no coger frío cuando acabemos nuestra actividad y para protegernos en caso de que el día cambie repentinamente.

Cuando hace frío, un forro polar técnico no solo aportará calidez, sino que también colaborará en la eliminación de humedad corporal.

También son muy funcionales las chaquetas aislantes de materiales sintéticos, porque además de protegernos si las llevamos puntualmente como capa superior, nos aportarán la calidez necesaria cuando hace frío. Además, las hay muy ligeras y que pueden guardarse ocupando apenas espacio.

Para estos casos, tenemos algunas ideas de chaquetas en el artículo específico de midlayers que también son cortaviento.

Por último, cuando hablamos de temperaturas muy frías, una chaqueta de plumón es muy buena opción como chaqueta intermedia, siempre que no vayamos a sudar mucho pues, si el plumón se moja, perderá sus propiedades aislantes. Es decir, si vamos a estar "de paseo" en la montaña nos irá genial, pero si vamos a esquiar seguramente será demasiado (aunque siempre hay gente muy friolera).

En el caso de realizar actividades muy intensas, como esquiar, entonces siempre es mejor buscar una alternativa cálida pero de materiales sintéticos que sigan permitiendo evacuar el sudor.

La capa superior es la que se encargará especialmente de protegernos del mal tiempo y donde la impermeabilidad gana máximo protagonismo, sin olvidarnos de la transpirabilidad.

En este caso, os aconsejamos, de entrada, echar un vistazo al artículo "Impermeabilidad y transpirabilidad: todo lo que necesitas saber", donde respondemos algunas de las dudas más comunes.

También os diremos que, en términos generales, a mayor impermeabilidad menor transpirabilidad y viceversa. Sin embargo, no significa que tengamos que renunciar del todo a una de las características; se trata de encontrar el equilibrio adecuado a nuestra actividad.

Vale la pena fijarnos en que las prendas superiores (tanto chaqueta como pantalón), tengan aperturas para ventilar, generalmente ubicadas en la zona de las axilas y entrepierna. Nos será muy útil para seguir esquiando cómodamente y sin sudar en exceso cuando empiecen a subir las temperaturas a final de temporada -o al inicio-.

En caso de elegir un modelo muy impermeable que no ofrezca una buena transpirabilidad, podremos llegar a sentirnos como en una sauna.

Otro detalle importante para la montaña es que la chaqueta y el pantalón ofrezcan protección contra el viento, que sean windstoperporque el viento suele ser especialmente frío.

En los últimos años han ganado mucho protagonismo las prendas softshell pues repelen el agua pero también son transpirables, lo que es ideal cuando vamos a realizar actividades aeróbicas y nos protegerán en caso de llovizna.

Por su parte, las hardshell ofrecen mayor protección impermeable y windstoper, pero en detrimento de la transpirabilidad, que se compensará con las aperturas.

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