Todo el año es necesario tener -y llevar- una chaqueta para nuestras escapadas a la montaña. Por eso, no solo necesitamos elegir la prenda adecuada en invierno, sino que es importante tomar una buena decisión todo el año y, a poder ser, que sea un modelo al que podamos sacarle provecho cuantos más meses mejor, lo que será posible si nos vestimos correctamente usando el sistema por capas.
Al fin y al cabo, no son prendas económicas y cuanta menos ropa tengamos que comprar mejor para nuestro bolsillo y para el medioambiente.
Por eso, vamos a ver algunos consejos que nos ayuden a elegir bien nuestra chaqueta de montaña para la práctica de actividades como el senderismo o el trekking.
Qué tener en cuenta al elegir nuestra chaqueta de montaña de verano
Incluso en verano, esta tercera capa debe protegernos de la meteorología pues, en la alta y media montaña, también durante estos meses pueden sorprendernos fuertes lluvias y acusadas bajadas de temperatura. Por eso, necesitaremos una chaqueta que sea impermeable (o resistentes al agua con tratamiento DWR -que no es lo mismo-) y cortavientos.
En este caso, si es una chaqueta a la que vamos a sacar mucho partido y la vamos a usar tanto en verano como en primavera y otoño, nos decantaríamos por una que sí sea impermeable, además de incluir tratamiento DWR para que el agua no se acumule en el tejido y resbale.
Por último, las costuras deberán ser termoselladas y las cremalleras resistentes al agua.
No solo bloqueando la entrada de agua, sino también permitiendo la expulsión de sudor. Por eso, también será muy importante que, además de impermeable, sea transpirable. Por las temperaturas más elevadas y porque lo más probable será que estemos llevando a cabo una actividad de bastante intensidad -incluso aunque no seamos trail runners-.
Puesto que es fácil que la chaqueta pase la mayor parte del tiempo en la mochila, y posiblemente muchos días no lleguemos ni a sacarla, buscaremos una prenda que sea ligera y que no nos suponga una carga extra excesiva. De lo contrario, podríamos llegar a dejarla en casa por incomodidad y entonces no la tendríamos si se da la necesidad.
Por otro lado, a no ser que seamos atletas que buscamos el máximo rendimiento por encima de todo, también deberemos asegurarnos de que, a pesar de ligera, también sea lo bastante resistente como para no dañarse fácilmente con la mochila o cualquier otro roce que podamos realizarle.
Lo hemos puesto casi al final, pero es tan importante como cualquier otra característica. Siempre queremos disfrutar de la máxima libertad de movimientos posible, pero todavía es más importante cuando vamos a estar en entornos en los que tendremos que movernos por terrenos irregulares e incluso sortear obstáculos de mayor o menor dificultad.
Desde la capucha, un detalle imprescindible en una chaqueta de montaña, hasta el bajo y pasando por los puños. Si se diese el caso de pillar un temporal, cuando más podamos ajustar la chaqueta a nuestro cuerpo protegiéndolo del exterior, mejor.
Además, también será un plus en comodidad pues a nadie le gusta tener un puño “bailongo” o una capucha imposible de mantener sobre la cabeza.
Chaquetas para actividades más técnicas
En estos consejos nos hemos centrado en las chaquetas para actividades de montaña “moderadas” como el senderismo o el trekking.
Como ya mencionábamos arriba de pasada, si vais a practicar trail running, alpinismo u otra actividad mucho más técnica como la escalada, entonces las necesidades serán diferentes y deberéis tener en cuenta las exigencias de cada práctica.
Pero en todos los casos, la mejor solución será siempre acudir a una tienda especializada y dejarse asesorar por un profesional que, no solo conocerá el deporte en cuestión, sino que también estará puesto al día de todas las novedades.
Si lo necesitáis, también encontraréis consejos para elegir los pantalones de trekking y botas de montaña.