Javier Alonso, montañero, fotógrafo y embajador de Helly Hansen nos ofrece 7 claves para disfrutar de la montaña de una forma más sostenible. Porque si queremos seguir disfrutando de todo lo que nos ofrece, es fundamental que la cuidemos y respetemos.
Unos sencillos consejos con los que no solo disfrutaremos de la fauna y flora del entorno, sino que también nos ayudarán a hacerlo minimizando nuestro impacto en la montaña.
7 consejos para disfrutar la montaña de forma sostenible
Una máxima que nunca puede faltar. Aunque a día de hoy los servicios de rescate sean de lo más efectivos y rápidos, no debemos tentar la suerte y salir al “a ver qué pasa”. Lo que tenemos que hacer es estudiar y preparar la ruta con anticipación, conocer la zona en la que nos adentraremos y, por supuesto, llevar el material apropiado.
Así reduciremos las posibilidades de necesitar un rescate con todo lo que ello implica: el riesgo para nosotros mismos, el riesgo para los rescatadores y, además, las molestias que un helicóptero ocasiona a la fauna del lugar.
En el Pirineo, por ejemplo, el urogallo está en grave peligro de extinción y es muy sensible a cualquier cambio en su hábitat, que pueden suponer que tenga que desplazar su cantadero, y esto puede provocar que acabe por no encontrar pareja y, por lo tanto, reduciendo las posibilidades de que se reproduzca.
En la montaña encontraremos gran cantidad de senderos señalizados con carteles. Debemos seguirlos y no crear caminos nuevos de forma innecesaria.
En zonas poco frecuentadas, en las que no existe un camino como tal, en lugar de señales es posible que debamos seguir hitos, marcas que se crean con varias piedras amontonadas.
Hay que tener cierta precaución con los hitos. Es posible que entre marca y marca nos perdamos y que, pensando que ese tramo de la ruta está mal señalizado, creemos otro hito para ayudar a otros senderistas.
Sin embargo, en muchas ocasiones esa nueva marca no sigue el trazado original. De este modo, cuando distintos senderistas marcan su ruta, lo único que conseguimos es crear un caos de hitos y senderos en esa ruta o tramo. Otro motivo por el que es necesario planificar y estudiar previamente el recorrido de nuestra ruta.
Además, hoy en día no tenemos excusa pues existen numerosas aplicaciones móviles para guiarnos por el sendero correcto (incluso sin cobertura), además de relojes GPS y, por supuesto, los mapas tradicionales.
Sí, parece obvio, pero está claro que no lo es tanto porque siempre acabamos encontrado basura en la montaña. Aunque sí que es cierto que cada vez la gente está más concienciada y los residuos se van reduciendo, deberían ser 0.
Y con residuos cero también nos referimos a papeles higiénicos, pañuelos o toallitas húmedas, algo que sigue siendo demasiado habitual ver tirado por ahí.
Además, si tenemos previsto realizar un viaje de varios días, que va a suponer ducharnos y limpiar ropa y utensilios en un río, debemos hacerlo con jabones naturales biodegradables que no viertan productos tóxicos.
Al igual que nosotros no queremos que entren desconocidos en casa para hacer lo que les dé la gana, a los animales tampoco les gusta.
La montaña es el hogar de muchos animales, y debemos respetarles y suponer el mínimo impacto y molestia para ellos.
Si vamos con perro, debemos recordar que en los parques nacionales es obligatorio llevarlos atados para que no interfiera con la fauna.
¡Y ojo con los drones! Aunque tengáis permiso para volarlos pues en la mayoría de zonas de montaña el vuelo de drones está prohibido salvo para uso profesional y con previa autorización. Desafortunadamente estos aparatos ya han provocado varios accidentes con animales que se han asustado. Aunque nosotros casi no lo notemos, el ruido de los motores sí genera un gran estrés y desconcierto a los animales de la montaña pues es un sonido desconocido para ellos.
Si vamos a movernos en transporte privado, nos organizaremos para viajar con el mínimo número de vehículos posible. Pero en la medida de lo posible, lo mejor es desplazarse en transporte público.
¡Y por supuesto! El vehículo se mantendrá en la carretera, camino habilitado para que transite o en la zona de aparcamiento habilitada.
Una costumbre que no se tiene que limitar a nuestras escapadas a la montaña sino que debemos aplicarla en nuestro día a día. Así, transportemos nuestra comida y bebida en envases reutilizables evitando el uso de productos de un solo uso.
La montaña es enorme y nos ofrece gran cantidad de posibilidades diferentes. En una misma zona es fácil encontrar multitud de rutas y senderos diferentes, debidamente señalizados.
Apartémonos del rebaño y apostemos por los caminos menos famosos o transitados y fuera de la temporada alta. La montaña parece completamente diferente, y mucho más hermosa, si la disfrutamos sin estar rodeados de gente.