Hacía dos años que no iba y eso, para mí, es demasiado. Porque cada vez que voy a Boí Taüll vuelvo con la sensación de que tengo que ir más a menudo, que me estoy perdiendo este paraíso de la tranquilidad.
En esta ocasión había, además, una carrera. Y cuando vi que todo coincidía, no lo dudé y me apunté. Nunca antes había competido en la mítica pista Vaques, esa que habré bajado más de 1000 veces, pero nunca en un trazado.
¿Por qué Boí Taüll?
Miras los números y ves una estación no demasiado grande, que está lejos, sin pie de pistas,… Si los analizas por sus datos pueden no llamar la atención, pero es cuando los vives que te das cuenta de lo que valen. Hay sitios que tienen magia y Boí Taüll es uno de ellos. Y no es de extrañar que hayan ganado el premio a la mejor estación en los World Ski Awards. Quién viene aquí ya sabe a lo que va y lo que va a encontrar y somos muchos los que sabemos apreciarlo. Si te desplazas hasta aquí, es fácil dejarse llevar y visitar la estación vecina, la grande, la archiconocida Baqueira, que es una maravilla. Pero si tienes ocasión, visita este otro tesoro alguna vez y seguro que te llevas una sorpresa agradable.
Las carreras empiezan pronto. Hay que reconocer y empezamos como muy tarde a las 9h. Es un gustazo llegar y aparcar en primera fila, al lado de los remontes. Es algo que pasa en poquísimas estaciones y es de las primeras sorpresas que te llevas aquí. Todo va a su ritmo y si eres madrugador te llevas un regalo de los buenos. Nadie en los accesos, nadie en el parking y nadie en la estación durante la primera hora. Eso de llegar a las 9h y encontrar parkings llenos aquí no saben lo que es. Luego ya se llenará, pero para los que llegan pronto, premio.
Reconociendo la primera manga del gigante con el Canm-C, con el sol que apenas da en la zona de Vaques.
Foto tomada a las 9:22h, con la estación ya en marcha desde hace un buen rato. Un fin de semana con todo a tope y nadie en parking, nadie en los remontes, nadie… Una maravilla.
Vista del trazado desde arriba de Vaques. En unos minutos ya da el sol en esta zona, que suele ser la primera que esquío cuando vengo por aquí.
Siguiendo los consejos de Manel, unas bajadas de calentamiento y ponerse lejos del bullicio. Que nada te moleste.
Tras las dos mangas, cambio de esquís y queda un buen rato para ir a esquiar esas pistas que tanto me gustan. Coges la silla Resort Express y te plantas en una zona que da muchísimo juego.
Y tras bajar por aquí, accedes a la silla Roies, que es el primer paso para llegar a la cima de Puig Falcó.
Es imposible no quedarse mirando las espectaculares vistas que se tienen desde aquí. Es la silla más alta del Pirineo y se nota. Un día con buena visibilidad como el que tuvimos y no se puede pedir más.
Al día siguiente se repite la rutina per esta vez toca SL.
Siempre me gusta repasar el mapa, a a ver qué recuerdo. Me gusta ver que están los itinerarios marcados. Una de las novedades de este año, con servicio de bus para poder volver a la estación.
Cuando te pones la morrera es que llega el momento de la verdad. 3, 2, 1, top!
El Dorado Freeride Jr
Ese fin de semana, además de la carrera tenía lugar la prueba de El Dorado Freeride Jr.
Las carreras es lo que tienen, que te quitan mucho tiempo, pero pude ir a sacar la nariz a la zona de Puig Falcó, donde se encontraba la salida.
Otro gran evento que tiene lugar aquí. El eterno anticiclón no lo pone fácil para el freeride, pero esta zona permite muchísimo juego, con toda una montaña para bajar por dónde quieras.
Y el fin de semana acabó muy bien, con las pilas a tope, como siempre me pasa cuando visito esta estación. Y tras las carreras del fin de semana, me pongo líder de la liga. A ver lo que aguanto 🙂 Próxima parada, este fin de semana en La Molina.