Pensándolo bien, hablar de deporte y diversión sería como una redundancia, porque… ¿quién no se lo pasa bien practicando cualquier deporte?
Aunque sí es cierto que, a según que niveles o si son muy complicados o entrañan mucho peligro, quizá la diversión podría ser relativa.
Hoy no nos apetece complicarnos la vida o ponerla en riesgo -¡algo que no ocurre a menudo!-, así vamos a centrarnos en 5 deportes outdoor que sean fáciles, o relativamente fáciles con la ayuda de un profesional, pero que puedan aportarnos muchos ratos de diversión haciendo ejercicio.
5 deportes para disfrutar este verano
Un clásico donde los haya, pero es que casi ningún amante de la montaña puede resistirse a pasar un buen rato sobre dos ruedas.
Además, no solo nos ayuda a mejorar nuestro estado de forma -es una buena manera de completar nuestro entreno de esquí en verano-, sino que es apto para cualquiera que sepa ir en bici pues simplemente tenemos que adaptar el recorrido a nuestras posibilidades.
El material tampoco es un gran problema. Primero, porque tener una mountain bike en casa es algo muy habitual. Segundo, porque aunque no sean lo mejor de lo mejor, podéis encontrar modelos a buen precio. Por último, recordad que siempre tenemos la opción de alquilar o pedir prestado; que no siempre tenemos que comprarlo todo.
Otra manera genial de combinar naturaleza, salud y deporte. Que tenemos más ganas de poner a prueba nuestro rendimiento, pues a darle caña al trail running. Que preferimos una escapada más relajada, o en familia e incluso alargarla varios días; senderismo.
¡En la variedad está el gusto! Además, no son deportes excesivamente restrictivos a nivel económico.
Sí es cierto que, si vais a practicarlo en alta montaña, necesitaréis un material mínimo para garantizar que vais protegidos ante posibles complicaciones meteorológicas. Pero incluso en ese caso no será una inversión ingente y, además, la amortizaréis porque os durará muchísimo tiempo y seguro que le sacáis más provecho en cualquier otra actividad.
¡No nos malinterpretéis! El barranquismo no es fácil y sí, entraña riesgos, pero es sumamente divertido y emocionante.
Ahora bien, no evidentemente no vamos a proponeros que os vayáis con un bañador y unas cuerdas a practicarlo por vuestra cuenta. ¡Esa no es buena idea!
Pero acompañados de profesionales que os guíen no solo durante la ruta, sino también a la hora de elegirla por sus dificultades, será una experiencia que no olvidaréis jamás y que os robará no una, sino mil sonrisas y quizá algún que otro gritito. Eso sí, si no sabéis nadar mejor decantaros por el barranquismo en seco.
En este caso, a no ser que ya queráis ir más allá y formaros para practicarlo por vuestra cuenta, no tendréis que preocuparos por el material porque lo más habitual es que os lo proporcione la empresa, o el profesional, con quien contratéis la actividad. Eso sí, llevad el calzado que os recomienden.
Después de tanta montaña o monte… Un poco de agua tampoco va mal de vez en cuando, ¿no? Sobre todo en verano.
Opciones tenemos muchísimas, pero el paddle surf quizá es una de las más “sencillas” y que pronto os permitirá sentiros bien y cómodos sobre la tabla. Por supuesto el surf o el windsurf también son opciones geniales, pero quizá no sea tan fácil cogerles el "tranquillo".
Además, incluso yendo en grupo permite disfrutar de mágicos momentos de relax en los que sentirse más cerca de uno mismo. Bueno, eso, y que es un deporte completísimo. Si hace mucho que no hacéis ejercicio preparaos para unos días de agujetas.
Para comenzar o probarlo las primeras veces, lo ideal es acercaros a algún club o centro marítimo en el que ofrezcan el servicio de alquiler y las 4 nociones básicas necesarias. Además, no es muy caro. Si os engancha, entonces la inversión ya sí que será más elevada porque el material no es "súper barato" y además habrá que sumar el precio de las clases si os lo queréis tomar en serio.
Porque aunque nos encante la montaña, no todos/as podemos estar en ese entorno idílico cada día. Y no por ello vamos a quedarnos encerrados en casa esperando a poder subir.
Especialmente si vivimos en la ciudad, es ideal sacar momentos para estar al aire libre, hacer ejercicio y sentirnos bien.
Para todos esos momentos, nos encanta el patinaje en línea. Porque podemos sentir velocidad, el aire -ojalá que no muy cálido- en la cara, vamos deslizándonos -nuestra perdición-, podemos hacer slalom… ¿¡qué más podemos pedir los esquiadores empedernidos!?