Dicen que la música puede transportarte a cualquier lugar. Y estamos de acuerdo, pocas artes tienen la capacidad de removernos por dentro a su mismo nivel.
Pero esa experiencia podría llevarnos aún más allá sumando otros sentidos. No se trata únicamente de la acústica, sino no dejar, por ejemplo, que tu vista también se deleite.
¿Cuántos de vosotros cerráis los ojos cuando escucháis una canción que os gusta mucho? ¿Y si, en vez de cerrar los ojos, pudieseis realmente ver un paisaje ideal?
Más o menos así tuvo que sentirse DJ Teho dando un peculiar concierto en los Alpes suizos, en el Scex Rouge, a casi 3.000 metros de altura.
El recital, ofrecido en salitario, pudo emitirse en streaming gracias a Le Cercle, empresa especializada en la retransmisión de streamings desde lugares exóticos.