Parece que no tenemos otra cosa en la cabeza, pero solo podemos pensar que cosas que nos permitan seguir más o menos con nuestra vida normal a pesar de este sofocante calor.
Ayer os propusimos algunas actividades refrescantes para disfrutar en familia, y hoy nos vamos a centrar en otra actividad que ocupa una parte muy importante de nuestras vistas, el deporte.
A no ser que estemos inscritos en un gimnasio o tengamos espacio y aire acondicionado en casa, mantener nuestras rutinas en un lugar cerrado es prácticamente imposible.
Pero hacerlo al aire libre tampoco está siendo una alternativa mucho mejor. De hecho, es incluso peligrosa pues en apenas una semana ya han sido cientos los casos de defunciones por golpe de calor.
Entonces… ¿Qué podemos hacer? Una alternativa interesante es hacer ejercicios en el agua (en una piscina, mar, lago…), que al menos nos permitirá mantener nuestra temperatura corporal bajo control.
Estos son algunos ejercicios que podremos realizar sin complicaciones y sin necesitar accesorios adicionales. Pero si vais a ponerlos en práctica en algún medio natural (mar, río...), buscad una zona segura y con poca corriente o aseguraos de realizar solo los ejercicios que se podáis ejecutar con seguridad.
Ejemplos de ejercicios para hacer en el agua sin uso de accesorios
Nadar: Crol, braza, mariposa... No vamos a olvidarnos del principal ejercicio que podemos hacer en el agua.
Caminar: Simplemente caminar por el agua, ya sea en una piscina o en la orilla de playa. Cuanto más nos cubra, más resistencia notaremos, lo que es ideal pues podemos adaptar el ejercicio a nuestras necesidades de una forma muy fácil.
Correr: Y si podemos caminar, ¿por qué no correr? Aunque en este caso nos referimos más bien a simular que corremos levantando las rodillas (en un punto estático) y moviendo los brazos acompasadamente.
Saltar: Hacer saltos continuados impulsándolos con las dos piernas a la vez o alternando una y otra. La intensidad también variará en función cuánto nos cubra el agua.
Abrir y cerrar piernas: En el agua también podemos completar el calentamiento con el tradicional ejercicio de abrir y cerrar piernas al unísono. Además, podremos hacerlo más intenso incrementando la velocidad y/o las repeticiones.
Giro de tronco y brazos: Con las piernas abiertas y quietas para mantenernos en equilibrio, y con los brazos bajo el agua, rotaremos ligeramente la parte superior de nuestro cuerpo a lado y lado, acompañando el movimiento estirando el brazo del lado contrario en la dirección del cuerpo. Es decir, si giramos el cuerpo hacia la izquierda, llevaremos el brazo derecho hacia la izquierda. Esto, con las palmas de las manos cerradas para obtener mayor resistencia.
Nadar sentados: Nos colocaremos flotando en la piscina como si estuviésemos sentados en una silla y solo con la ayuda de los brazos (en movimientos de braza) iremos avanzando.
Saltar fuera de la piscina: Usando el borde de la piscina repetiremos el movimiento que tantas veces hicimos de pequeños para salir de la piscina sin tener que ir a las escaleras. Apoyando las manos en el borde, nos impulsaremos con los pies y los brazos copiando el movimiento de salir de la piscina, pero sin llegar a hacerlo, simplemente hasta el punto de estar con los brazos estirados y volveremos al agua.
También podemos hacer el movimiento completo saliendo del agua y lanzándonos de nuevo para repetir. El ejercicio será mucho más intenso, pero de esta forma es más fácil que acabemos molestando a alguien y no es lo que buscamos.
Hacer la bicicleta: Se trata de mantenernos a flote, sin tocar el suelo, con el movimiento de nuestras piernas y ayudándonos con los brazos.
Picar de piernas: Sujetándonos en el borde de la piscina, picaremos de piernas como si estuviésemos nadando estilo crol.
Sentadillas: El agua también es un espléndido medio en el que hacer sentadillas, siempre que toquemos suelo. Con el agua a la cintura, realizaremos el mismo ejercicio de sentadillas que en el suelo, incrementando las repeticiones para aumentar intensidad.
Abdominales: También podremos hacer abdominales en el agua. Una forma muy sencilla de hacerlos es colocando las piernas en el bordillo de la piscina, manteniendo los glúteos pegados a la pared y la espalda sobre el agua como si fuese el suelo y podremos realizar los abdominales normalmente, con los brazos cruzados a la altura del pecho o tras las cervicales.
Esperamos que ideas os puedan ser de ayuda para reactivaros un poco a pesar de este calor. Pero recordad, esto no es una rutina, sino una propuesta de ejercicios en el agua para que podáis combinarlos según vuestras necesidades y posibilidades.