El disparatado récord de velocidad con esquís sobre asfalto

El disparatado récord de velocidad con esquís sobre asfalto

Los récords están para romperse, aunque sean de lo más excéntricos. Valerio Boni, periodista especializado en movilidad, motor y turismo, estableció un nuevo récord Guinness para la categoría "mayor velocidad alcanzada con esquís sobre asfalto remolcados por un vehículo". La marca a batir era de 51,4 km/h y había sido fijada el 18 de noviembre de 2008 por Erik Roner, un especialista en deportes extremos que murió prematuramente en 2015 durante una exhibición de paracaidismo.

Para intentar hacerlo mejor, Valerio Boni organizó todo, hasta el más mínimo detalle. Primero, eligió una pista ideal: el Circuito de Cremona, en Italia, que tiene una recta de un kilómetro y un desnivel inferior a 1:1.000, como exigen las directrices. En cuanto a las tablas, debía seguir las regulaciones Guinness, que en este caso obligaban a usar esquís absolutamente estándar y sin modificar.

El periodista de 64 años eligió un viejo par de esquís de eslalon gigante, del mismo modelo que utilizó el mítico Alberto Tomba en sus años dorados. Las tablas habían permanecido durante casi 30 años en el garage de un amigo, quien los había usado por última vez en 1994 para guiar a un atleta paralímpico en los Juegos Paralímpicos de Lillehammer. Como vehículo de remolque, el italiano escogió un Cupra Born completamente eléctrico, un coche que tiene una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,6 segundos.

El día del récord

El día 23 de febrero, una vez completados todos los chequeos obligatorios y posicionada la cámara para registrar la photo-finish, comenzaron los intentos. Se hicieron dos en cada dirección, utilizando diferentes estrategias. Menos de un mes más tarde, los jueces de Guinness analizaron en detalle la documentación compuesta por datos, imágenes, videos y testimonios y, finalmente, certificaron el nuevo récord de 59,05 km/h.

"Haber aprendido a esquiar con esquís de madera hace casi 60 años fue probablemente una ventaja", comentó Valerio Boni al final de la prueba. "Sin embargo, debo admitir que en asfalto no se puede contar con ninguna dinámica conocida en nieve. Pensé que podía mantener una posición aerodinámica cuesta abajo, pero en esa posición los esquís eran completamente inmanejables. Así que elegí una posición menos elegante estéticamente, pero definitivamente más efectiva. Si los esquís no hubieran echado humo, quizás se hubiera podido acercar al umbral de los 100 km/h".

Después de haber homologado los récords de distancia máxima en minimoto, moto todoterreno y scooter eléctrico, Valerio Boni realizó este desafío por una causa benéfica. El objetivo es recaudar fondos para "Bambini en Braille", una asociación que necesita equipamiento para una sala multisensorial para niños no videntes. Subastar los esquís Guinness sería la mejor manera de completar el ciclo de vida de las herramientas que habían comenzado su carrera en los Juegos Olímpicos.

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