Nacida en Colmar y criada en Grenoble (Francia), Marion Haerty llegó al Freeride World Tour (FWT) en 2016 y, desde entonces, no solo se ha ganado un hueco en la máxima competición freeride, sino que lleva años dominándola con maestría y estilo.
Atleta de The North Face, no fue una de esas snowboarders que empiezan a edad muy temprana, sino que la primera vez que se subió a una tabla fue con 10 años.
Pero ya lo llevaba en la sangre, porque no pasó mucho tiempo hasta que un entrenador del club de Chamrousse se fijó en ella y comenzó a competir en boardercross y slopestyle.
En 2016 recibió una invitación para competir en el Freeride World Tour y, superando cualquier expectativa, acabó tercera. En 2017 logró su primer título de campeona del FWT.
No pudo revalidar su corona al año siguiente (2018), que quedó en manos de la también impresionante Manuela Mandl, pero todavía tenía mucho que dar.
En 2019, volvió al circuito aún más fuerte e inició una racha de victorias y títulos que todavía no ha acabado pues, desde entonces, ha sido la campeona todas las temporadas (2019,2020 y 2021).

Y desde luego no ha sido por casualidad. De las 13 competiciones celebradas en esas 3 temporadas, Marion se ha llevado 11 victorias; este año ha ganado todas y cada una de las pruebas disputadas.
Finalizada la temporada nos ofrecieron la posibilidad de entrevistarla y no pudimos dejar pasar la oportunidad. Marion nos habla de cómo ha vivido la época COVID-19, cómo afronta las carreras, la igualdad en la competición y su futuro. Y hoy, lo compartimos con todos vosotros.
Este año se trataba de dar lo mejor de mí día a día

Al final de la temporada pasada, ¿De qué manera afectó la repentina irrupción de la pandemia en tu planning de entreno? ¿Te hizo replantearte los objetivos de cara al FWT21?
No conseguimos llegar a la final en Verbier para el FWT, pero ya era campeona del mundo, así que tuve tiempo de celebrarlo incluso antes del confinamiento, ¡no fue un gran problema para entrenar y estar en forma!
¿Y a nivel anímico? ¿Cómo lidiaste con la incertidumbre o incluso el miedo por cómo tu profesión podía afectar a tu familia? Supongo que el apoyo familiar, tuvo que ser especialmente importante durante aquella época.
Intenté mantenerme positiva cada día. Estuve más estresada por mis patrocinadores, debido al impacto de la situación económica, pero al final tenemos mucha suerte de vivir en Europa y de recibir ayuda de nuestros estados, por ejemplo.
¿Recuerdas el momento en que ya supiste al 100% que podríais competir esta temporada y qué sentiste?
Estaba muy relajada porque no tenía objetivos para esta temporada, se trataba de dar lo mejor de mí día a día y de estar centrada en el presente.
Solo intento expresarme con la naturaleza y hacer una línea bonita
No es lo mismo enfrentarse al trazado de una carrera de alpino, que tener delante un lienzo en blanco al que debes darle forma y color. Y en eso, has demostrado año tras año que eres una artista. ¿De dónde sacas tanta energía e inspiración?
No creo que tenga una explicación para esto o un plan en concreto, solo intento expresarme con la naturaleza y hacer una línea bonita.
¿Has llegado a sentir en algún momento el miedo escénico del artista o a pensar que ya no te quedaban ideas para ofrecer algo nuevo?
El freeride es infinito, no existen límites para expresar tu estilo en este deporte, siempre hay algo nuevo que hacer, nuevos colores, nuevos trucos, nuevas caras, nuevas montañas…
Llevas 3 temporadas consecutivas dominando el FWT y también fuiste campeona en 2017. Tus compañeras, y rivales, ¿no bromean contigo que les dejes ganar a ellas alguna temporada?
Mis rivales también son mis amigas, el primer rival que tengo soy yo misma. Nunca me dicen nada porque al final solo se trata de uno mismo y de la montaña.

Aunque sois relativamente pocas chicas en el FWT, en snowboard la balanza entre participantes mujeres y hombres está muy igualada, sobre todo si lo comparamos con categoría esquí. ¿Cuál crees que puede ser el motivo?
Creo que se trata de tendencias y también del protagonismo con el que cuentan los snowboarders en los diferentes países, por ejemplo, en Japón hay más snowboarders que esquiadores.
De puertas afuera, el FWT parece ser una de las competiciones más igualitarias, no solo en el mundo de los deportes de invierno, sino en el deporte en general. ¿Cómo se vive desde dentro? ¿Todavía hay algo de trabajo por hacer o en el FWT realmente se ha conseguido que haya una igualdad real?
Dependerá de si algún día puedo descender desde la cima del “Bec des Rosses” en Verbier.
Esto es sólo el principio…
Y a nivel de sponsors… ¿Ves o te has visto afectada por desigualdades por ser mujer?
Hace 10 años podía decir que sí, pero ahora no tengo ningún problema. Las mujeres tienen más presencia en el mundo outdoor, ¡es una especie de “nuevo mercado”!
En este sentido, ¿estás vinculada o tienes por delante algún proyecto para animar a más mujeres o niñas a probar el freeride, o para luchar contra las desigualdades?
Instagram es mi herramienta principal para animar a las mujeres o niñas a probar el freeride. Hago todo lo que puedo todos los días para darles ese empujón y que salgan al aire libre 😊
Posiblemente todavía no estés pensando en acabar tu carrera deportiva (¡corrígeme si me equivoco!) Pero… ¿Qué te ves haciendo cuando ya no estés compitiendo? ¿Hacia dónde te llevan tus sueños? Crees que seguirás vinculada al snowboard y al freeride, ¿o tienes una voz interior que te dice que pruebes cosas nuevas?
Puedo decir que, por ahora, esto es sólo el principio…

Y antes de despedirme, vuelvo al presente… ¿Te has planteado ya tus objetivos para la próxima temporada? Además de a nivel de resultados, a nivel emocional, creativo o técnico, ¿hay algo en lo que quieras trabajar especialmente?
¡De momento estoy disfrutando de mi último resultado! Quiero tomarme un tiempo para averiguar cuáles son mis próximos objetivos 😉