¿Es bueno que nieve en septiembre?

Un año más, nos encontramos con una situación de extremos. De un día para otro hemos pasado ir con bermudas y chancletas a ponernos el abrigo y mirar por la ventana (los menos afortunados nos conformamos con las webcams, bendita tecnología) para ver cómo llega la primera nevada de la temporada. Acaba de llegar el otoño y se ha notado de golpe, ha sido un bofetón con la mano abierta.

Y como siempre, me pregunto si es bueno que se ponga a nevar tan temprano. Porque todos sabemos que esta nieve se fundirá sin remedio y que una nevada ahora no sirve para nada a la hora de tener una mejor temporada. Entonces, si no vamos a tener mejor temporada y aún peor, nos va a despertar el mono de esquí…

¿Por qué es buena una nevada en septiembre?

Muy sencillo, es el detonante que necesita nuestra mente para ponerse en modo preinvernal y empezar a gestionar todo lo que implica el esquí: material, forfaits de temporada, reservas, clubs,… Y eso, al sector, le va bien. Bueno, y a nosotros, que no nos pilla el toro.

En un año de incertidumbre como este, necesitamos activarnos más que nunca y empezar a tener respuestas de cómo va a ser o cómo se está planificando la temporada por parte de las estaciones y cómo nos va a afectar el coronavirus. Y en el momento en el que la máquina se pone en marcha, llegará todo lo demás. Cuanto antes, mejor.

Pero no acaba aquí la cosa. La nieve nos pone más contentos, ¿verdad? Pues solo por eso, en el momento que estamos, ya vale la pena esta primera nevada. Porque estamos llegando al final de este fatídico 2020 y qué mejor manera para empezar a olvidarlo que ponernos a pensar en nuestro deporte favorito  y, cuando llegue el momento, esquiar.

Y ahora a esperar a que sigan pasando los días, llegue el catálogo Solo Nieve, y a partir de entonces sí que empezar a poner velas para que lleguen nevadas, que esas sí que empiezan a ser útiles. Y sino, que nos lo digan a los que hace dos temporadas empezamos a esquiar el 1 de noviembre.