El fin de semana parecía que se volvía a torcer. Otra vez enfermos en casa y contra esto, poco se puede hacer. Nos perdíamos la carrera del sábado, pero por suerte, parece que en casa estas cosas duran poco. Y el sábado ya podíamos subir para acudir a la cita con la carrera del domingo.
Como siempre que hay carrera, madrugón pero con sonrisa. Tenía ganas de correr. Esta temporada Manel ha estado afinando las máquinas y hay que testear en los trazados con el crono. Lástima que en esta ocasión teníamos a la tropa muy dispersada. Unas en Megève, en la carrera FIS de masters (¡Angel y Gaby, disfrutad de la experiencia!), otros siguiendo carreras de los niños,… En fin, estábamos los que estábamos. Yo también hubiera cambiado mi carrera por Megève, pero cuando no se puede, hay que conformarse con lo que hay. Y la verdad es que con lo que hemos tenido hoy, lo hemos pasado muy bien.
Un montón de corredores, temperaturas por las nubes…. un cóctel explosivo para una carrera. El trazado de GS, esta vez, muy divertido, con puertas separadas más de 20 metros. Se vuela. Un trazado así con nieve dura y hay que tener los esquís muy bien puestos para no levantar el pie del acelerador. Pero la nieve es la que es y no deja correr tanto. Acaba siendo un trazado muy divertido de un minuto de duración que pone a prueba las piernas.
Otro día vestido de spandex. Son muchos esta temporada
Acabada la primera manga, y comentando la jugada que estamos cinco en el mismo segundo, aparece Jordi Muñoz, el master de masters, un tipo al que siempre hay que escuchar. Nos comenta que tendríamos que usar acelerador, que siempre puede ayudar en situaciones como estas. Nos lo miramos con cierta cara de incredulidad. Nunca he ganado o perdido una posición por 3 o 4 centésimas y no creo que pueda ganar mucho más aplicando un acelerador con flúor antes de la carrera. Pero él insiste…
Llega el momento de la segunda manga. Tengo a cuatro delante en el mismo segundo y hay que apretar los dientes. Muy buenas sensaciones, velocidad y buena línea. Total, que acabo marcando un tiempo como alguno que acabará en el podio. Me voy contento, pero salen los resultados y… ¡sorpresa! Sólo he ganado dos posiciones y tengo al 6º a 1 centésima y al 5º a dos centésimas. No puede ser. ¡Jordi! ¿Dónde está esa pastilla de fúor? Creo que todavía se está riendo. Y evidentemente, él con su acelerador (aunque no le haga falta) sí se ha encaramado a lo más alto del podio.
Algo me dice que antes que cante el gallo me agenciaré una pastillita de estas. Ya la tengo localizada…
Parecía que otra vez nos quedábamos sin esquiar pero al final nos ha salido un día redondo. Una carrera de las que dejan buen sabor de boca (a pesar de la pastilla) y volvemos a encarar el lunes con la mayor de las sonrisas. Es lo que tiene este deporte, que nos hace felices. Y esta semana… ¡Finales de la Copa del Mundo!