Queridos amigos, ¿cómo estáis? Yo estoy contento, muy contento. Podría estarlo más si siguieran nuestras estaciones abiertas y pudiéramos seguir disfrutando del esquí tal y como lo hacíamos hace un par de meses, pero teniendo nieve como tenemos todavía no me puedo quejar. Esquiar un 20 de mayo no se puede hacer todos los años, así que podríamos decir, incluso, que estamos de enhorabuena.
El pasado fin de semana fue el primero en el que no pude esquiar después de haberlo estado haciendo durante seis meses seguidos. ¡Menuda temporada! La verdad, cuando no esquío también saco bastante (o mucho) partido a la vida y lo paso igualmente muy bien. Solo que esquiar es distinto, especial, lo prefiero a cualquier otra actividad de ocio que podamos hacer. Estoy seguro de que si leéis este blog es porque entendéis perfectamente lo que quiero decir. Esquiar te transporta a un estado muy bueno, no sé si es a la felicidad, pero se le puede parecer mucho. La sensación de libertad, el aire dándote en la cara, la velocidad unida al control, la realización del gesto técnico, el poder fluir con la montaña y hacerte uno con la nieve… No sé cómo explicarlo, vosotros me entendéis. Seguro que cada uno lo podríamos definir de una manera distinta, pero a todos nos seduce y nos gusta por igual.
Pues, como dice mi amigo Joan, «si se puede esquiar hay que esquiar«. Y se puede, cada vez cuesta más, pero se puede. El esquí de montaña, esquí de travesía, «skimo» o como le queramos llamar, te abre la puerta a poder esquiar cuando las estaciones han cerrado. Afortunadamente, y muy contento que estoy de haberlo empezado a hacer, esta temporada he estado aprendiendo (todavía me queda muuuuucho por aprender) un poco… Y cada vez me gusta más. Soy novato, pero tengo ilusión. De momento a donde no puedo llegar con técnica llego con la ilusión y con eso y un poco de ganas se puede llegar lejos.
Y en esta ocasión llegué a la cima del Montmalús, uno de los picos más emblemáticos de Andorra y muy querido entre los esquiadores. El Montmalús, con 2.781 metros puede ser una de las mejores zonas para hacer estos días. Requiere un esfuerzo, pero no es exagerado, y algo de técnica bajando, pero tampoco mucha si vas por el sitio adecuado. Ganas sí que hay que tener, e incluso estar dispuesto a sudar un poco.
Comenzamos andando por la zona del aparcamiento de Grau Roig, pero enseguida nos pudimos calzar los esquís y empezar un divertido sube y baja por una zona boscosa. Luego un poco de auténtica travesía, un parada técnica para reponer fuerzas y comenzamos el auténtico ascenso al Montmalús.




Ya me habían avisado de que la zona de arriba era más técnica, y que, al estar en pendiente bastante pronunciada, me iba a tener que esforzar en las «conversiones», pero poco a poco le voy cogiendo práctica y me salen un poco menos mal. Cuando la montaña se pone empinada cuesta más… Y así fue, solo que, además, en la pendiente en la que estábamos, la nieve estaba bastante rota y te da mucha menos confianza. Así que en la primera conversión realmente técnica tuve un sustillo, pero lo solventé con calma y me puse todo lo alerta que se puede estar, y luego ya todo fue rodado. Es un desafío constante y real… Y eso tiene su punto, porque la adrenalina fluye a tope por tu cuerpo y la energía que te ha ido quitando el cansancio vuelve a ti como por arte de magia. Es una sensación única.

Decidimos hacer la última parte con los crampones, habíamos visto subir a tres esquiadores andando sin ellos, pero yo no me fiaba mucho, la nieve estaba muy poco estable y no tengo experiencia, mejor asegurar. Ascensión lenta pero segura, poniendo en práctica algunas de las cosa que me enseñaron en el camp de Gore-Tex y escuchando los consejos de mi compañero de fatigas Pablo, que tiene más experiencia. Y poco a poco, y con mucha más facilidad de la que yo pensaba, me vi coronando la cima del Montmalús. Una satisfacción muy grande y muy agradable. Mucha tranquilidad, te quedas como lleno de tranquilidad, no creo que me explique muy bien, pero no sé cómo hacerlo mejor.





Ahora toca esquiar.
Teníamos tres opciones de bajada. Esquiar el collado por el que habíamos subido, esquiar la pala digamos principal, que tiene bastante inclinación pero que es muy ancha y franca, o esquiar una canal bastante estrecha y empinada (por lo menos para mí). Sinceramente, si me hubieran obligada a bajar la canal la hubiera bajado, pero si podía evitarla lo prefería. El collado, con todo mi respeto, se podía bajar muy fácil, y la bajada me la había ganado: la pala. Y no solo la pala, sino que después una segunda pala que nos llevaría hasta el lago Pessons.


El primer giro con los esquís de travesía es siempre un poco incierto, el segundo es mejor, y el tercero ya lo puedes disfrutar… Lo que pasa que luego la nieve cambia y vuelta a empezar. Con una inclinación que da mucho respeto, pero con una nieve que te permite esquiar muy controlado, la bajada, que no es corta, se te pasa en un suspiro. Y casi sin pensarlo giramos un poco a la izquierda y nos vimos en la segunda gran pala… La montaña tiene secretos, y ahí se escondía un poco de la mejor nieve de la mañana. Y ahí sí que hubo unos giros mucho más fluidos, con cierta similitud a esquiar en nieve polvo, con fresquito en la cara, con inclinación, con más velocidad, con más felicidad. Ahí se secó el sudor de mi espalda, ahí se quitó el cansancio de mis piernas, el sueño del madrugón, el hambre, la sed y el calor. Ahí supe, como siempre que lo he probado lo he sabido, por qué la gente sube sudando a una montaña para hacer una única bajada. Y por eso sé que volveré en cuanto pueda.





Y no se quedó ahí la cosa, tuvimos que ascender unos metros para volver a encontrar una palita entre pinos… Y volvimos a esquiar, y a esquiar bien. Breve sí, pero intenso. Para repetir en cuanto se pueda… Luego anduvimos un poco, sí, pero con muchas ganas, y no se hizo largo, al revés.


En fin, no fue corta la excursión (en el video os dejo el itinerario recogido por el Suunto Spartan Sport), pero sí que se me pasó volando. Espero poder tener otro encuentro con la montaña pronto, cuanto antes mejor. ¿Se puede esquiar? Mientras se pueda esquiar lo seguiremos intentando.
Hiciste muy bien poniéndote crampones. A la primera duda, asegurar.
Al final, como nieve pronto en otoño vas a enlazar una temporada con la siguiente si le vas dando al skimo.
Gracias por el artículo.
Con el calor aún se agradece más
Ojalá enlacemos… Pero me temo que ya queda poco. Estoy seguro de que si buscas encuentras y que en sitios más altos se puede y se podrá durante un mes… Pero cada cuesta más. Respecto a los crampones… pues sí, estoy aprendiendo y prefiero ir poco a poco. Vimos a tres que no los llevaban, pero una de ellos resbaló, no pasó nada, pero… A ver si me da tiempo a otra salida, Muchas gracias.
Mmmm. Me acabaré animando! Gracias por compartir esta salida ??
Si quieres ya sabes que tienes compañía…
Tu redacción me hace sentir en la mismísima montaña.
Gracias por compartir tus experiencias.
Muchas gracias. La verdad es que ayer, mientras escribía, volví a pasar un buen rato. Saludos esquiador.
¡Madre mía!
Voy corriendo a comprarme unos esquís de travesía. Aunque con estos artículos me transportas tanto al sitio, que parece que haya bajado yo.
¡Muchas gracias Urzaiz, no pares de escribir en verano!
Muchas gracias, a ver cómo se da el verano, pero seguiremos aquí.
Respecto a las bajadas, pues son súper intensas. Primero porque hay inclinación y el entorno es salvaje, y segundo porque sabes que no quedan muchas más…
Felicidades Álvaro! Y gracias por compartirlo.
Y buena elección con ponerse lo crampones, ante la duda siempre seguridad.
Aun queda nieve para unas semanas más, lo único que hay que buscarla más arriba pero la recompensa de esas bajadas no tiene precio. Tu ya lo sabes muy bien 😉
Muchas gracias. La verdad es que estoy cada vez más ilusionado con el tema. Supongo que cada vez las bajadas serán más cortas, pero seguiremos intentándolo unas semana más. Como dices: «no tiene precio».
Que bien Álvaro!!! cada vez me apetece mas probar la travesía!!!
Y tienes razón que esquiando las sensaciones son únicas (se parece algo la moto cuando me hago curvas por la sierra de Guadarrama pero no es lo mismo).
Sigue mandando repor y hacernos la travesía del verano mas corta jaja!!
Abrazo fuerte!!!
Muchas gracias JAO, se hará lo que se pueda en verano, pero la idea es estar aquí para pasarlo lo más rápidamente posible. Saludos.
Mmmmm, a puntito estuve de subir el domingo justamente para hacer el Montmalús, pero tenía que hacer un sube-baja solo y la verdad es que me dió algo de pereza 🙁 Si lo llevo a saber que lo hacíais, quizás la pereza se me quitaba de golpe 😀 Saludos !
Pues hubiera estado muy bien Óscar. No está como para tirar cohetes, pero todavía se puede disfrutar un poco, o bastante si tus expectativas no son muy altas. Saludos
A bien seguro que hubiera disfrutado como un enano ! Las expectativas son sencillas: buena compañía, deslizarse en nieve y respirar montaña 🙂 😀
Pues de todo eso sí que hay. 😉
Muy bueno Álvaro!!! Bonita salida!!!
Muchas gracias, sí que estuvo muy bien. Deseando repetir.