Si no os gusta quedaros siempre en el mismo, y sois de los que vais viajando para visitar nuevas estaciones, no siempre hace falta irse muy lejos para disfrutar.
Pero ya que salís, vale la pena no solo limitarse a disfrutar de unas pistas, sino aprovechar para salir y descubrir la zona.
Hoy os proponemos 10 experiencias que no os podéis perder en el Pirineo francés. Porque la pasión que nos mueve por el esquí nos puede aportar mucho más que simplemente deslizarnos en un único lugar.
10 experiencias imprescindibles en el Pirineo francés
Contemplar la panorámica de los Pirineos franceses desde el Pic du Midi, a casi 3.000 metros de altura, es impresionante.
Además, si a la pasarela de 12 metros del Puente en el cielo le sumas el planetario, el restaurante panorámico, el HistoPad, la cúpula y los eventos que se celebran allí, comprenderás por qué la imponente cima del Pic du Midi atrae a tantos amantes del esquí y la montaña.
Ariège es el lugar para los amantes de la libertad, de la naturaleza en estado puro y de las nuevas sensaciones.
Allí puedes ver cómo las cascadas se transforman en cortinas de hielo, practicar snowkite en le Col de Pailhères, a 2000 m de altura, o desafiar la gravedad practicando speedriding en el macizo del Mont Valier, en Guzet.
Sin duda, uno de los ‘must have’ del après-ski del Pirineo francés. En Luchon-Superbagnères se encuentra el Vaporarium, el único centro termal de origen romano de Europa.
Allí descubrirás los inicios de las termas romanas, sus
espacios de fitness y bienestar, las aguas termales y bañeras de hidromasaje,
los masajes y tratamientos personalizados y, por supuesto, tampoco falta los
programas de belleza.
El circo glacial de Gavarnie permite alcanzar en esquís, snowboard o raquetas un glaciar formado en la era cuaternaria, hace unos 2 millones de años, cuando el hielo se extendió en forma de glaciares sobre más de la cuarta parte de la superficie terrestre.
Gavarnie-Gédre es uno de los parajes más sorprendentes de Europa. Una experiencia inolvidable en uno de los enclaves geológicos más emblemáticos del Pirineo francés, declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO en el año 1997.
Otro de los imprescindibles del Pirineo francés es la posibilidad de combinar esquí alpino y nórdico, o incluso excursiones con raquetas.
Font-Romeu Pyrénées 2000 cuenta con un increíble entorno preservado dominado por espacios panorámicos y vertiginosos desniveles en vertientes norte, 43 pistas de esquí alpino y un snowpark a más de 2000 metros de altitud.
El nuevo pase entre estaciones “Pyrénées 2 Vallées” permite acceder a 250 km de pistas, repartidas entre cuatro estaciones: Piau, Saint-Lary, Val Louron y Peyragudes.
Un único forfait que os permitirá no tener que pasar por caja y hacer pesadas colas. Además, puedes pasar de una estación a otra con los transbordadores y sin necesidad de coger el coche.
Con la tarjeta Grand Ski Pyrénées puedes recorrer la zona de esquí más espectacular de los Pirineos, durante seis días consecutivos.
Ésta incluye 5 áreas de esquí alpino (Grand Tourmalet – Pic du Midi, Cauterets, Luz Ardiden, Gavarnie-Gèdre y Hautacam) y 3 nórdicas (Val d’Azun, Hautacam y Pont d’Espagne, en Cauterets).
Auténtico freeride de gran altitud, el Pic du Midi es el tercer espacio freeride de Francia, que en diciembre de 2013 abrió su dominio de esquí freeride siguiendo los pasos de la Aiguille du Midi (Chamonix) y La Grave (Alpes).
Como resultado, los esquiadores más experimentados pueden descender cada etapa del viaje en teleférico, una excepcional zona de esquí freeride que se extiende sobre las tres laderas del Pic du Midi.
14 estaciones nórdicas del Pirineo francés y 1000 km de pistas de esquí nórdico ¡casi nada!
En plena Escandinavia francesa se encuentra una de ellas: Beille. La estación nórdica, con más de 75 kilómetros, es toda una belleza. Su vegetación y paisaje cambian al tiempo que avanza el trayecto, lo mismo que sucede en Laponia y en el círculo polar.
Ninguna sensación es equiparable a la de lanzarse en Fat Bike desde lo más alto del resort de Le Mourtis. Hay sensaciones que nunca se olvidan y esta actividad es una de ellas.
Toma el último remonte para descubrir toda la cordillera
antes de emprender el descenso. La experiencia desde la cima se lleva a cabo
con un guía diplomado.