Poder calzarse unos esquís esta temporada ha sido más complicado de lo deseado. Pero eso no me ha quitado las ganas para hacer un test que me viene rondando por la cabeza desde hace años…. ¿Cómo sería salirse de las indicaciones de los fabricantes a la hora de montar las fijaciones? ¿Cómo reaccionaria el esquí? ¿y tú? ¿Cómo reaccionarías?
Hoy en día prácticamente todos los esquís llevan un indicador de centro bota que es la posición óptima para montar las fijaciones y que la bota quede centrada allí donde el fabricante indica que el esquí va a trabajar de forma optima en todas las condiciones de fuerza que le demos…
¿Qué pasaría si no hacemos caso al fabricante y no usamos el punto óptimo? Adelantar o atrasar la posición de las botas seguro que tiene consecuencias.
Para el día del test quería llevarlo todo a un punto más extremo y por suerte lo he tenido fácil, pues los prototipos de Moonlight tuneados la pasada temporada fueron montados con una fijaciones aptas para cualquier bota, lo que me ha facilitado la tarea, pues con solo apretar una palanca en las fijaciones las he puesto en la posición deseada para cada bajada.
El propósito de todo ello ha sido entender bien por qué giran de una forma u otra los esquís y por qué los fabricantes insisten tanto en el centro bota. Estéticamente siempre he pensado que las fijaciones estarían mejor colocadas unos centímetros más adelante. (Cuestión de gustos, claro) Lo cierto es que la posición de las fijaciones hoy en día está adelantada sensiblemente comparado con la forma de montar hasta principios de los años noventa cuando aún usábamos palillos.
Manos a las fijaciones. Las dos primeras bajadas las he hecho con las fijaciones en su sitio… como ya comenté los esquís son verdaderos misiles y estas bajadas han servido para acomodarme de nuevo a ellos (tengo que confesar que hoy ha sido mi primer día de esquí de esta temporada). Estos protos de la pasada temporada perdieron su blanco e inmaculado color para pasar a ser un homenaje a los míticos Rossignol ST 650 de los 70 y es una delicia tenerlos en los pies.
Las dos siguientes bajadas he colocado las fijaciones tope retrasadas, unos cuatro centímetros y medio por detrás del centro bota. Eso sí, he bajado un punto y medio la dureza que llevo generalmente, para no dejarme las rodillas. Me siento un poco extraño y reacio a coger mucha velocidad al principio… poco a poco voy entrando en algunas curvas más fuertes y ahora sí que claramente noto la diferencia…
El esquí entra en la curva y no noto que tenga muchas ganas de girar y se hace difícil mantener la curva a donde quieres ir, pero una vez lo superas y mantienes el giro a base de meter mas rodilla y cadera, más difícil se hace la salida de la misma. Ahí el esquí quiere ir recto, se vuelve perezoso y no tiene ningunas ganas de seguir en la curva, como si fuera de super G o descenso. Hay que esforzarse y trabajar la salida y entrada de la siguiente curva para no irte fuera de la línea que tienes planeada. Curiosa sensación.
Fijaciones detrás de todo del patín. Esquí subvirador.
Para las dos bajadas siguientes he colocado las fijaciones delante de todo, en los topes. Si miras abajo, la única diferencia es que parecen algo más cortos, pero tienes que saberlo. Si no, ni se notaría.
Las primeras curvas ya me indican que hay algo diferente... Empiezo a coger velocidad pero sin pasarme, para no dejarme una rodilla en el intento. Empiezo a notar una gran diferencia. Con las fijaciones en esta posición hay que entrar en la curva con cuidado, pues el esquí se ha vuelto altamente reactivo. Solo con una insinuación el esquí ya entra en la curva sin problemas, pero es mucho más reacio a salir de ella.. Hay que esforzarse para descargar los esquís y sacarlos del giro para poder iniciar el siguiente. El esquí se ha vuelto exigente y reactivo a la mínima, por lo que físicamente me exige mucho más de lo esperado.
En la segunda bajada ya voy un poco mejor pues me adapto yo más y puedo controlarlo, pero no me paso para nada en la velocidad, pues no quiero sustos. En las partes más planas de la pista juego un poco y los giros se vuelven agresivos, demasiado rápidos para poder controlarlos bien. Una cosa que me ha gustado mucho, si retraso el cuerpo por error, el esquí no lo nota tanto pues aguanta en la curva sin problemas.
Fijaciones adelantadas hasta el tope. Esquí agresivo al máximo.
Para la siguiente tanda tomo una última decisión, un poco loca, pero ¿por qué no? así lo pruebo todo. De uno de los esquís atraso la fijación a tope por lo que quedan absolutamente desparejados. Una fijación completamente adelante y otra completamente atrás… ahora si se nota que un esquí está más corto que el otro por delante, son unos cinco seis centímetros. ¿Cómo va a reaccionar el conjunto? Pues habrá que esquiar…
Mucha diferencia entre una posición y otra. Esquís locos.
He tenido que esquiar con cuidado, si bien cuando he apretado un poco más he notado enseguida que los esquís van diferentes, uno queriendo pisar al otro en un viraje y ambos queriendo ir por su lado en el otro. En este ultimo viraje hay que aguantar los dos esquís de forma muy consciente. Una sensación rara, que me ha hecho esquiar pensando más de lo habitual, pero muy interesante comprobar el comportamiento asimétrico de ambos esquís. A quien no le ha gustado mucho ha sido a uno de los esquís, pues al pisarse el uno con el otro ha saltado la pintura. Habrá que repintarlos…
Una bajada más con este setting pero esta vez entrando en un corto fuera pista. La pendiente, las rocas y los árboles me obligan a esquiar sensiblemente diferente, por lo que extrañamente, en esta bajada no noto diferencia alguna entre ambos esquís. Es como si me hubiera acostumbrado. Cuando vuelvo a entrar en la pista me llevo un pequeño susto pues se vuelven a comportar alocadamente y me llevo un susto pero me adapto de nuevo a ellos rápidamente.
Consecuencias de llevar las fijaciones desparejadas, en una bajada he rayado las colas de los esquís más que en toda la pasada temporada.
Y finalmente, para acabar el día, en las siguientes bajadas he colocado las fijaciones en una posición que me ha parecido la más adecuada a mi gusto. Dos centímetros y medio adelantadas respecto del centro bota. Con este setting final he disfrutado como un enano y me ha gustado mucho el comportamiento de los esquís. El esquí trabaja para mí y no yo para el esquí. Esto es algo que siempre he deseado. Al final del día he dejado las fijaciones así y no creo que las mueva de nuevo, por lo menos durante un tiempo.
Disfrutando a tope...
He llegado a la conclusión siguiente: mover las fijaciones adelante o atrás entre medio y un centímetro, lo que se habla en los foros, no representa ninguna diferencia para la mayoría de mortales, a pesar de que hay verdaderos profetas hablando de grandes diferencias por dos meros milímetros. Pero si alguno lo nota, debe ser como mínimo un corredor de copa del mundo. Moverlas un par o tres centímetros es entrar ya en un compromiso con todo, pero moverlas fuera de línea, de cuatro a cinco centímetros, es jugar con fuego…
También es importante entender que el test ha sido con estos esquís solamente, que tienen unas características propias y unas cotas dadas. Difieren mucho de cualquier otro par, pues ningún par es igual y no tengo claro si con otra marca con idénticas cotas y longitud, notaria lo mismo que con este par. Probablemente con un par de esquís más duro notaria otras cosas y con un par más blando, otras totalmente diferentes, siguiendo el mismo procedimiento, por lo que si es posible, más adelante intentaré probar con otros esquís con las mismas cotas pero de otra marca diferente a los de hoy.
Después de este test, entiendo perfectamente la insistencia de los fabricantes en que las fijaciones se monten siguiendo sus indicaciones, pues de esta forma se aseguran un esquí neutro para la mayoría de los mortales, que les va a permitir esquiar muy bien, sin sorpresas y, sobre todo, llevando ellos los esquís, sin que los esquís les lleven a ellos. Ahora, si te atreves a mover las fijaciones un par de centímetros adelante o atrás según tu preferencia, puede darte todavía mayores satisfacciones.
Pero… ¿Qué ha sido lo mejor de todo el test? Aunque se les ha ido un poco la pintura, los esquís, no solo van bien… ¡son preciosos!
Juzga tu mismo por las fotos.