El 2020 tampoco le debió sentar bien a Filomena. Porque ha descargado su mala leche por donde ha pasado. Ya es historia, pero han sido unos días en los que media Península ha estado sumida en el caos. Y lo que son malas noticias para la gran mayoría de la población, para los esquiadores, que se forme un caos por nieve siempre es una alegría. En cualquier caso, quedará como una gran anécdota allí donde ha causado más "estragos". Y si lo que reza el dicho de "año de nieves, año de bienes" es cierto, este 2021 tiene que ser la leche. Aunque, de momento, estemos igual o peor que en el 2020.
La cuestión es que las nevadas no solo han perturbado el día a día de algunas ciudades. Filomena, y quizás es la única, también se ha acordado de nuestras montañas, esas que en estos días parecen tan olvidadas, y ha dejado un inmenso regalo en forma de medio metro de nieve. Resulta paradójico que se ponga a nevar como si no hubiera un mañana cuando casi nadie se puede desplazar a esquiar. Pero bueno, esta nieve seguirá allí y cuando se pueda, se disfrutará. Seguro.
Todo empezó la madrugada del viernes 8 al sábado 9 de enero. Nada hacía presagiar que tenía que nevar más que unos pocos cm. Pero por la mañana, un manto de nieve cubría todo el valle de la Cerdanya. Y seguía nevando, pero tampoco ninguna previsión daba nada importante durante el día.
Un muy buen día para esquiar en Masella entre árboles
Si se pudiera ver a través de la máscara... una sonrisa de oreja a oreja
Pero Filomena quería más. No dejó de nevar en todo el día. Sin demasiada intensidad, pero iba sumando grosor. Unos 15 cm durante el día. No quería parar y seguiría nevando 24 horas más....
Sí, lo mejor estaba por llegar. La subida a pistas presentaba este aspecto:
Era día para sacar a pasear los esquís más gordos que hubiera por casa. Y yo escogí unos Völkl Mantra 102. Con ellos me presenté en la primera silla del TGV de Masella junto con otros tres masters del CANMC y pudimos hacer la primera bajada por Davallada con toda la pista por petar. No hay palabras...
El típico día que dejas al entrenador con el trazado y te vas a hacer lo que puedas. Pero en este caso, le pusimos unos Mantra M5 a Manel y se unió a la fiesta. ¡Y hasta le gustaron!
Fue un día de entreno atípico, pero también sacamos cosas, como siempre. ¡Nada de mover el culo bajando powder!
Y nada, un día para disfrutar de lo lindo.
Pero lo mejor es que han quedado las estaciones llenas de nieve. Ahora "solo" falta que la situación mejore a nivel epidemiológico y los esquiadores podamos ir a disfrutar de esta cantidad de nieve que ha dejado Filomena en nuestras estaciones favoritas. Y que, de paso, se pueda cumplir el dicho y sea verdaderamente un año de bienes, no solo para los que viven del campo.