Por fin hemos podido comenzar la temporada en Grandvalira. Con unas condiciones lejos de ser las perfectas, sí que han sido lo suficientemente buenas en este primer día en los sectores de Pas de la Casa y Grau Roig. Se ha hecho un gran trabajo en pistas y la nieve estaba en muy buen estado.
Sabiendo que no estarían muchos kilómetros abiertos, esperaba la apertura de Grandvalira como cada año: con la máxima ilusión. Ya sabéis cómo son estos días, o mejor dicho, estas noches previas: con pocas horas de sueño. El empezar a esquiar "en casa" siempre me pone un poco nervioso. Me pasa como a los niños pequeños antes de un día grande. Además, la fiebre me había mermado las fuerzas esta semana, pero todo deja de importar en el momento que pasas por el torno, suena el sonido que lo abre y te das cuenta de que ya ha llegado: la temporada está aquí a pleno rendimiento.
Las condiciones de nieve eran mucho mejores que las previstas, sobre todo a primera hora. La primera bajada se ha convertido en un sinfín de afirmaciones con la cabeza, de halagos a la nieve, de sorpresa y de ilusión. Todo el grupo nos hemos felicitado. La primera bajada ha sido espectacular. Y la segunda mejor, ya apretando un poco más. Al fin y al cabo, aunque sea el primer día de Grandvalira ya llevo unos días dándole y apetece apretar.
Luego ha habido tiempo para todo, bajadas a ritmo, giro más corto, giro medio... Hemos pasado a Pas de la Casa y recorrido todas las zonas que estaban abiertas. El estado era bueno, no el ideal, pero sí bueno.
En definitiva, ha sido un gran día de esquí, un buen comienzo y ahora solo queda esperar que las condiciones mejoren un poco. De momento mañana esquiaremos un poco más. ;-)
(*) En la foto de portada Javi Moya.