Polémico descenso el vivido en la estación austríaca de Kitzbuehel, donde se disputa la conocida Hahnenkamm Race, la que para muchos es considerada como el mejor y más peligroso descenso de la Copa del Mundo. Una fiesta que nadie quiere perderse, en la que se ha visto a los pilotos de F1 como Lauda, Berger o elo mismísmo Arnold Alois Schwarzenegger.
La carrera ha estado marcada por el triunfo de Peter Fill, que suma en una plaza reina su segunda victoria de la Copa del Mundo después del DH de Lake Louise, Canadá, de 2008, y por las graves caídas registradas, siendo especialmente dramáticas las de Svindal y las de Streitberger, sobre todo porque después se sabía que ambos se habían roto los ligamentos de su rodilla. Es decir, tenían que pasar por el quirófano y decían adiós a la temporada.
Curiosamente, estas duras caídas se han producido en la misma curva y visto el aire que estaba tomando la carrera, el director de la prueba ha decidido poner fin a la misma tras bajar ya los 30 primeros corredores, tal como establece la normativa.
De esta forma, Svindal, que dejaba la pista por su propio pie pese a la gravedad del impacto, dice adiós a la temporada, lo que supone un duro revés para el gigantón noruefo, líder de la general, y líder de las disciplinas de velocidad hasta el momento: descenso y súper gigante, dejando vía libre en la general al austríaco Marcel Hirscher.
Destacar también el triunfo de Lindsey Vonn en otro descenso mítico, el de Cortina d'Ampezzo (Italia), lo que no hace sino aumentar su leyenda, su liderazgo en las disciplinas de velocidady reforzar su candidatura para el Globo de Cristal de la General de la Copa del Mundo.