Pese a que los amantes de la nieve ya estábamos todos temblando con lo que parecía un evidente divorcio del complejo, parece que hay un atisbo de esperanza y que Grandvalira podría seguir.
Al menos, eso es lo que nos hizo pensar Francesc Camps, ministro de turismo andorrano, durante el acto de presentación de la campaña de comunicación de las Finales de la Copa del Mundo, que se celebrarán entre el 11 y 17 de marzo en Soldeu-El Tarter.
Según hemos sabido a través de Diari d’Andorra, aunque Camps no quiso profundizar en el asunto, sí reveló que están habiendo conversaciones y propuestas para llegar a un punto acuerdo entre las partes interesadas.
No explicó si dichas propuestas llegaban de parte del Govern o de los accionistas, pero como él mismo aseguraba, “vengan del Govern, de los socios privados implicados o de los comunes, poco importa. Lo importante es que se acerquen posiciones y haya un acuerdo”.
Respecto al contenido de las conversaciones Camps no quiso hablar ya que “a estas alturas no tiene sentido desvelar nada porque aún están con negociaciones”.
Sí habla de tres opciones. La primera es que Grandvalira siga funcionando como hasta ahora. La segunda opción sería mantener, al menos, el forfait conjunto. La última opción, y la peor, es que no se llegue a ningún acuerdo y no haya ni forfait conjunto.
Lo que dejaba claro el ministro antes de finalizar, es que Grandvalira se fundó hace 15 años y que ahora sería una auténtica lástima perderla y tirarlo todo por la borda. Además del fuerte impacto que eso tendría sobre Andorra que, de llegar a diluirse Grandvalira, tendría que replantearse sus planes de comunicación de la oferta.