Fanático de la nieve, Jordi pasó 15 horas sepultado por la nieve y cuando fue rescatado de la avalancha que le sorprendió en cerro Torrecilla (Las Leñas, Argentina) ya no se podía hacer nada por él. Su inseparable amigo y compañero de fatigas, el fotógrafo Txema Trull, tuvo más suerte y se está recuperando en el Hospital Schestakow (San Rafael).
Es ésta una de aquellas noticias que nunca quieres dar, pero que tienes que hacerlo. Primero porque nuestra profesión es informar y después porque nos apasiona la nieve. Fui de los primeros en saber que un alud en cerro Torrecilla, ubicado detrás del valle de Las Leñas, en el departamento de Malargue, había acabado con la vida de un «turista español», como pude leer en una nota de prensa. Ya pasadas unas horas se supo que, por desgracia, la persona fallecida era Jordi Tenas, y también se sabía que su amigo de aventuras, Txema Trull, también había sido víctima de la misma avalancha, pero que él había tenido más suerte.
Primero se habló de que en el momento de ser sorprendidos por el maldito alud estaban escalando, aunque esta versión no es del todo cierta, ya que ambos fueron sorprendidos en la tienda de campaña, a los pies de la montaña, cuando de madrugada se descolgaba una placa y se los llevaba por delante, siendo la peor parte para Jordi. Ambos amantes de la montaña y de la nieve avisaron de la travesía que iban a realizar con antelación, y fue la tardanza en tener noticias suyas lo que motivó que se activaran todas las alarmas.
Un referente en el mundo del freeride
Entrenador del CEVA, Jordi Tenas Estevez había nacido en el barrio de Gràcia de Barcelona un 12 de octubre de 1988. Su pasión por la nieve y por el freeride hicieron que pronto estableciera su asentamiento en invierno en Baqueira Beret y que en nuestro verano hiciera el invierno en Argentina, en Las Leñas.
Suele decirse siempre que ocuuren este tipo de cosas, pero Jordi no sólo era un gran esquiador y un enamorado de la montaña y del freeride, era muy buena persona. Un tipo sencillo, cercano, amable, atento y que nunca tenía un no por respuesta. Nada más conocerse la noticia quise ponerme en contacto con su amigo Aymar Navarro, y quise pedirle su opinión al respecto. Éstas son sus palabras: «Era querido por todos y siempre tenía energía para hacer una bajada más. Te transmitía mucho. Era un enfermo del freeride. No conozco a nadie que amara tanto a este deporte. Por muchos metros de powder que caigan en las montañas nunca serán borradas sus huellas».
Descanse en paz. La única buena noticia es que su amigo del alma, el fotógrafo Txema Trull, evoluciona favorablemente tras pasar, igual que Jordi, 15 horas sepultado por una alud.