The North Face ha creado la L3 50/50 como respuesta a las necesidades de los deportistas que buscamos una chaqueta de plumas que se pueda utilizar también para deportes aeróbicos en ambientes fríos. Con la L3 50/50 Down Hoodie Summit Series, la marca americana, consigue una prenda caliente y transpirable, algo difícil de conseguir en una chaqueta de plumas.
Habitualmente asociamos las prendas de plumas con calor. Eso está claro, pero también, y en la misma asociación de ideas, las plumas se llevan mal con el sudor y la humedad. Al menos así ha sido hasta ahora. La L3 50/50 viene para que se puedan juntar en la misma frase las palabras "chaqueta de plumas" y "actividad aeróbica" sin que pensemos en sudor sofocante.
La L3 50/50 es una chaqueta ligera, cálida, transpirable, cómoda, polivalente y muy práctica para los deportes de montaña. Así, pensada como segunda capa, permite su uso en actividades intensas manteniendo una buena temperatura corporal, pues consigue aislarnos del frío. Pero, además, logra expulsar el excedente de calor al exterior gracias a su buena transpirabilidad.
También cabe la posibilidad de usarla como capa externa, para ello lleva un tratamiento DWR, que nos serviría por si una lluvia fina o la nieve aparecieran de repente.
¿Cómo funciona la L3 50/50 de The Norh Face?
Tradicionalmente, en las chaquetas de plumas, se intenta que las plumas permanezcan lo más juntas posibles aunque estén separadas por tabiques, tengan estos la forma que tengan. Se intenta que el cosido (en algunas marcas incluso con láser) sea mínimo. Esto es así para que la pluma ocupe la mayor superficie posible.
En la L3 50/50, la disposición de los paneles es totalmente distinta, da la sensación de que sean casi independientes de la chaqueta, estando cogidos a ésta únicamente por una costura. Recuerdan a cómo una uva está unida al racimo, únicamente por un punto. Cuando la chaqueta está puesta, los paneles cubren totalmente la parte interna de la misma y por lo tanto, toda la superficie interna de la chaqueta está tapada con pluma. Pero, al estar unidos únicamente por un punto a la estructura externa, cuando nos movemos se mueven también y se separan, dejando espacio para que la humedad se aleje de nuestro cuerpo y salga hacia el exterior por la capa externa, muy transpirable.
Además de la construcción y el diseño novedoso de la chaqueta, The North Face utiliza plumón de la máxima calidad, al que se le aplica un tratamiento hidrófobo de manera que la pluma repele mejor la humedad. También hay que decir que la capa externa de esta chaqueta es muy transpirable y bastante permeable al aire. Todo ayuda a que el conjunto funcione.
Mi experiencia
He podido disfrutar de una L3 50/50 desde mitad del mes de diciembre. Y, por suerte, he podido hacerlo en prácticamente todas las condiciones en las que yo la voy a usar. Esquí, esquí de montaña o travesía, días (y noches) fríos y, no menos importante, uso diario. Tanto con temperatura "normal" de invierno, como en días muy fríos. Con humedad, con sol, con viento, sin él, nieve, lluvia,... Diría que en este tiempo me ha tocado de todo y he realizado las distintas actividades con diferente capas externas, a veces de manera buscada y otras casual.
Esquí alpino
Como mi actividad principal es el esquí alpino comienzo por ahí. Vaya por delante el comentario de que esta chaqueta no está diseñada únicamente para el esquí alpino. Sin embargo, en mi opinión, el que se compra una chaqueta de estas características o es "muy pro" del alpinismo o no le va dar un único uso. Y es fácil que la use también para el esquí, como ha sido mi caso.
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Además, y por suerte como digo, la he usado muchos días y en condiciones muy distintas. Desde aquellos muy fríos días de Navidades, con hasta -17 ºC en pistas, hasta días primaverales con sol y sin viento.
La chaqueta es muy cómoda y ligera, solo por estos motivos ya vale la pena llevarla como segunda capa cuando nos vestimos de esquiadores. Pero, además, resulta que el sistema propuesto por The North Face funciona, y se adapta tanto a los días más fríos como a aquellos en los que la temperatura sube un poquito.
Como siempre que nos vestimos por capas, es muy importante saber qué llevo debajo y qué llevo encima. En mi caso, y de manera voluntaria, he usado siempre la misma camiseta, y he ido variando la capa externa en función de la meteorología de ese día en concreto. Así, he usado tanto una chaqueta de Goretex, como dos distintas de Dermizax. Las tres son de las mejores chaquetas técnicas que se pueden comprar hoy día para la práctica del esquí, del freeride y del esquí de montaña.
Todos los días de esquí han sido excelentes en cuanto a la relación con la L3 50/50. Tanto los días en los que nevaba o había nevado y podíamos hacer un poco de freeride, como los días de esquí de pista. Solamente en alguna ocasión me he "sobrecalentado", en los días en los que la temperatura no era baja y el esquí fuera de pista se hacía un poco más exigente, con mochila, ejercicio más intenso, más requerimiento técnico... En algún momento de sol también. Pero, insisto, momentos muy puntuales que se solucionan abriendo las cremalleras de ventilación que hay en la zona de las axilas. Ningún día he tenido frío, y me han tocado algunos días muy fríos, lo podía sentir en las manos y en los pies, pero nunca en el cuerpo.
Tengo que decir que antes de tener esta chaqueta he esquiado pocas veces con plumas (y tengo tres en perfecto uso y actuales). Tan solo en los días más fríos. No me gusta la sensación de tener calor esquiando.
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Decir que la chaqueta es muy cómoda, y algunos detalles que parecen simples ayudan a que lo sea. Por ejemplo, los bolsillos, que son de gran tamaño y con cremallera de fácil uso con los guantes. Los bolsillos interiores que van muy bien para guardar cosas más grandes, como la máscara si eres de los que prefiere llevar 2 por si acaso cambia el día. Para los días fríos va muy bien que la zona del cuello sea grande, alta. La capucha es un poco aparatosa porque está pensada para el uso del casco, pero se esconde muy bien bajo la tercera capa.
Esquí de montaña
El esquí de montaña es realmente para lo que quería esta chaqueta. Y mis primeros días de esquí de la temporada fueron de montaña. Así que la estrené justo para eso. Bueno, primero había chuleado un poco de chaqueta nueva en la ciudad...
El día que la estrené decidí ir con todo, jugar contra ella, a ver cómo reaccionaba. Me puse la tercera capa más caliente (o la menos transpirable), cargué mi mochila con todo el equipo (en realidad iba a subir por pistas aunque la estación estuviera cerrada y no me hacía falta). El día estaba incierto, gotitas de lluvia abajo, humedad, pero decían que abría...
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A ritmo normal, con más fresco del que pensaba, todo normal: cómodo, con ganas. En algún momento abriendo las cremalleras para ventilar un poco. Tras más o menos dos horas de subida se puso un poco tenso el tema: mucho viento, nieve, frío... y más pendiente. Cremalleras cerradas, ritmo más alto... Estaba dándole bastante caña a la chaqueta intentando ponerla al límite. Frío y viento. Mucho viento, se puso difícil y dejó de haber visibilidad en la parte más alta. Tuvimos que darnos la vuelta antes de la cuenta porque la condición era casi de tormenta. Mi cuerpo perfecto, más bien con algo de calor... hasta que te paras en una zona resguardada a comer algo y preparar la bajada. Ahí no hacía calor, pero tampoco tuve sensación de frío porque se estuviera enfriando el sudor.
La bajada fue fuerte, más de lo que pensaba, la nieve estaba buena, pero un poco húmeda en la parte media y mucho más en la baja. Se pone pesada, son los primeros días, queman las piernas, la espalda suda más por la mochila... Pero me siento seco. Estoy seco.
He apretado bastante a la chaqueta, y a mí mismo, y en casa me llevo una sorpresa. Veo gotitas de sudor adheridas a la parte interna de la chaqueta en la zona de la espalda, por donde el sudor no tiene salida porque está la mochila... Pero yo estoy seco, me quito la camiseta y está seca...
¿Qué ha pasado? Pues muy sencillo, la chaqueta hace su trabajo, pero en esa zona el sudor no encuentra la salida. La zona de la espalda está bloqueada por la mochila. Tampoco la tercera capa era la más transpirable de todas mis opciones (lo hice a propósito, os lo recuerdo). Sin embargo, la zona de los cilindros en los que está la pluma, que es la que está en contacto con la camiseta, está seca. Por lo tanto mi cuerpo está seco. ¿Qué hubiera pasado si hubiera seguido más rato? Pues no lo sé, pero tras tres horas de actividad esa fue mi primera experiencia con la L3 50/50, y me pareció muy buena.
En las fotos podéis ver exactamente lo que os quiero decir:
Desde ese día la he llevado en todas mis excursiones de esquí de montaña, que han sido varias, y, luego sí, con la capa externa más transpirable de todas las que tengo. Nunca más he vuelto a ver las gotas de condensación internas. Y le he dado caña unas cuantas veces, pero con una capa más transpirable la L3 funciona a la perfección. Es para lo que está pensada. En concreto me acuerdo un día que subí solo y me exprimí bastante (pero hacía frío-frío) y no conseguí ponerla al límite (también fue más breve la salida).
También, claro, la he usado solo para la bajada en los días que hace menos frío y no quieres ir muy abrigado. Como veis en las fotos, el espacio que ocupa en la mochila puede ser mínimo si la metes en su bolsa. Aunque si no voy cargado la enrollo un poco y no la meto ni en la bolsa.
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El día a día
Que queremos prendas técnicas para hacer deporte está claro, pero es muy posible que tú, como yo, quieras también aprovecharlas en tu día a día. Estoy seguro de que si contara los días, la he usado más para la vida "civil" que para la deportiva.
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La estética es distinta, de lejos ya llama la atención. Soy consciente de que no le gusta a todo el mundo, pero a los que hacemos deporte en la montaña sí nos gusta este tipo de prendas. Y no queda nada mal con unos vaqueros. Pero, sobre todo, se convierte en una gran aliada en los días y noches frías. Es muy cómoda, ligera, confortable y caliente. No es la más caliente de las chaquetas de plumas que he tenido, pero su relación calor/peso y su eficiencia sí que sorprende.
Resumen
La L3 50/50 es una chaqueta más técnica de lo que parece a primera vista, y aunque parece simple, todo está pensado para ser funcional y cómodo. Cumple a la perfección con lo que promete y es difícil tanto que pases frío si la usas como segunda capa, como que pases calor, cosa mucho más difícil de conseguir. Con esta chaqueta The North Face viene a revolucionar un poco el mundo de las plumas, y me alegro de que así sea, porque es un material que tiene mucho que decir en nuestros deportes preferidos.
Los materiales empleados son de mucha calidad (aquí os dejo un enlace a la página de The North Face para que podáis ver todas sus características técnicas). Después de bastante uso está como el primer día, aunque es cierto que yo no hago roca o montaña, que es donde se le puede dar un uso muy interesante. Pero sí me da impresión de ser bastante resistente y que aguantará bien el paso del tiempo.
¿Qué es lo que más me ha llamado la atención?
Pues su comodidad de uso, y el que no haya pasado calor casi en ningún momento, frío tampoco, pero eso es mucho más fácil de conseguir. También me ha llamado mucho la atención la distribución de los paneles. Haciendo la chaqueta mucho más atractiva por el interior que por el exterior. De hecho a todos los amigos a los que les gusta el material se la he enseñado por dentro. Se quedan bastante sorprendidos.
¿Recomendaría la L3 50/50?
Sí, sin duda, si eres una persona que quieres una chaqueta polivalente para practicar deportes de invierno. Una chaqueta que te dé facilidades y te evite compromisos. Una buena compañera de aventuras que no te dejará colgado.
El blog de Urzaiz. Febrero de 2021