La suela capítulo 3: Máquinas de taller para esquís
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La suela capítulo 3: Máquinas de taller

En esta tercera entrega dedicada a la suela de los esquís (ya hemos visto la elaboración y tipos y reparaciones y trabajos), vamos a conocer las máquinas que podemos encontrar en los talleres, sus funciones, parámetros y qué trabajos realizan.

Siempre es interesante saber qué herramientas van a cuidar de nuestro material, cómo funcionan y qué son capaces de hacer. En siguientes artículos hablaremos de las máquinas para trabajos sobre el canto.

En mi opinión, las máquinas, por muy sofisticadas que sean, no dejan de ser herramientas. En consecuencia, tener en el taller una de última generación no significa que sea la panacea. Por supuesto que la calidad del trabajo puede mejorar, pero será determinante que quien la maneja sepa lo que hace.

Y que las máquinas estén cuidadas, bien ajustadas y en perfectas condiciones de uso, por supuesto. Si esto no es así, sería como tener un Ferrari y llevarlo seco de aceite y con las ruedas gastadas.

La suela 3 - Foto 1

Como concepto de base, todas estas máquinas trabajan en refrigeración con una mezcla de agua y un tipo de aceite o “taladrina” que evita la oxidación y el exceso de calor que se produce cuando los esquís están siendo trabajados.

Máquina de banda de lija

Probablemente sea la máquina más común que podemos encontrar en un taller, por precio y polivalencia. Su funcionamiento es bastante sencillo, básicamente es una cinta abrasiva que gira a determinadas revoluciones por minuto mientras el esquí pasa sobre ella. Este paso puede ser manual o automático.

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Máquina de banda

Los parámetros de trabajo son las revoluciones de giro, la velocidad de paso del esquí sobre la lija y la presión con la que se hace dicho paso. La velocidad de paso puede ser electrónica, mecánica o manual, en función de las características de la máquina. Como referencia, podemos determinar que mucha presión a altas revoluciones y paso lento producirán más desbaste de suela y canto.

La banda de lija está compuesta por un soporte de tela sobre el que está encolado el mineral abrasivo. Hay diferentes tipos de mineral, granulometría y resinas de encolado.

La suela 3 - Foto 3
Banda de lija

La principal función de esta máquina es el desbaste del material sobrante después de aplicar el cofix, el pulido de la suela y, en algunos casos, puede ser usada para el encerado.

Se puede considerar la opción de que esta máquina realice el tuning del canto; pero más que una función, es una consecuencia de las características de la máquina. El motivo es que la fuerza centrífuga producida por las revoluciones de giro deforma ligeramente el soporte de la lija, compuesto por goma. Ello hace que la banda “suba” a la altura de los extremos laterales del esquí, lo que produce un cierto tuning sobre los cantos. Alta presión a muchas revoluciones aumenta ese efecto, pero realmente no sabemos cuánto grado de tuning le estamos haciendo al esquí…

Es bastante común, antes de aplicar el cofix, pasar el esquí por esta máquina para revelar las zonas que realmente necesitan ser reparadas y que mejore la adherencia de la suela.

La suela 3 - Foto 4

Por este mismo efecto, debemos entender que la banda de lija no sirve para rectificar la suela. Es decir, una suela que esté convexa o cóncava seguirá así después de haber pasado por la banda de lija (profundizaremos en este tema más adelante).

Tampoco sirve para dibujar una estructura en la suela, ya que los granos de mineral están dispuestos de forma irregular y no siguen ningún patrón geométrico (hablamos del “estructurado” de la suela más adelante, en este mismo capítulo). Es cierto que algunos tipos de lijas pueden simular una estructura, pero sin opciones a modificar la infinidad de parámetros que la componen.

Quiero destacar algunos efectos negativos que se producen por un mal trabajo con este tipo de máquinas: es realmente fácil quemar el canto y la suela en superficie, por el exceso de presión o revoluciones de giro.

La suela 3 - Foto 5

Por otra parte, la lija arranca el material en vez de cortarlo, provocando que la suela produzca “micro pelo”, como si le creciera “barba”. En este caso la suela adquiere un color grisáceo mate, el deslizamiento se ve comprometido por la fricción que produce ese “pelo” y la cera que aplicamos se queda retenida en la superficie de la suela, sin llegar a las famosas “micro cavernosidades”. Creo que todos podemos intuir las consecuencias de esta circunstancia mientras nos deslizamos por la nieve ?.

Máquina de piedra rectificadora

¡Esta es la buena (jaja, es broma)!

Aunque este tipo de máquinas nos puedan parecer un concepto “moderno”, se vienen utilizando desde la década de 1960, de la mano de un fabricante suizo que podríamos clasificar como el pionero en este tipo de maquinaria, para los trabajos de rectificado y estructurado de la suela.

Como elementos comunes, todas las máquinas de este tipo están provistas de un cilindro de mineral que llamamos “piedra” y una herramienta que trabaja sobre ésta, conocida como “diamante”. Independientemente de que la gestión de sus parámetros de trabajo sea electrónica o mecánica. Absolutamente todas las máquinas de este tipo se basan en estos dos elementos.

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Los trabajos que podemos realizar son el rectificado de la suela, dibujar la estructura y, en algunos, casos también desbaste de material sobrante de las reparaciones.

La piedra está compuesta por granos de mineral y un elemento de encolado, que forman un cilindro hueco donde vendrá instalado un núcleo metálico. Al igual que la banda de lija, existen diferentes tipos de mineral, granulometría y tipo de elemento de encolado.

La suela 3 - Foto 7
Piedras de rectificado y estructurado

El núcleo es una pieza indispensable, ya que es donde irá insertado el eje que hace girar la piedra y, al igual que la rueda de un coche, dispone de pequeños contrapesos para equilibrarla y que no se produzcan vibraciones, ya que puede llegar a girar a 12.000 rpm.

El diamante es la joya de esta máquina, nunca mejor dicho. Son diamantes, naturales o artificiales, engastados sobre un soporte metálico. Este soporte puede tener diferentes formas. El número de diamantes y su disposición también puede ser variable.

La suela 3 - Foto 8
Diamante

Es esta herramienta la que rectifica y dibuja la estructura sobre la piedra, que después rectificará a su vez (valga la redundancia) la suela del esquí y le trasladará también el dibujo de la estructura. Más adelante damos detalles de esta operación.

En cuanto a los parámetros de trabajo, aquí es donde empieza a complicarse la cosa y donde el skiman tiene la oportunidad de intervenir, para obtener el máximo rendimiento de la máquina y la mejor calidad de trabajo posible sobre el esquí.

La suela 3 - Foto 9
Pantalla de configuración

Para simplificar, voy a diferenciar dos apartados: primero debemos preparar la piedra para el trabajo correspondiente y después trabajar sobre el esquí.

Parámetros de trabajo del diamante sobre la piedra para el rectificado o diseño de la estructura:

–              Velocidad (RPM) de giro de la piedra (ej: 300 a 12.000).
–              Velocidad de paso del diamante sobre la piedra (ej: 2 a 12).
–              Profundidad de incidencia del diamante sobre la piedra (ej: 1 a 3).
–              Número de veces que el diamante pasa sobre la piedra (ej: 1 a 4).

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Preparación de la piedra con el diamante

Parámetros de trabajo de la piedra sobre el esquí:

–              Velocidad (RPM) de giro de la piedra (ej: 300 a 12.000).
–              Velocidad de paso del esquí sobre la piedra (ej: 6 a 20).
–              Presión del esquí sobre la piedra (ej: 4 a 14).

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Trabajo de la piedra sobre el esquí.

Las unidades de medida de estos parámetros varían según el fabricante de la máquina. Y mi pregunta es: ¿cuántas combinaciones se os ocurren? Lo sé, ¡yo también entro en cortocircuito! ?

Rectificado de la base del esquí

Todos, absolutamente todos los esquís se deforman por el uso, por la forma en que estén construidos, por los materiales de construcción… En el caso de las tablas de snowboard todavía más, debido a su anchura; es casi una utopía “rectificar” una tabla de snowboard convencional, porque la deformación es mayor que el grosor de la suela, y seguramente nos “comeríamos” toda la suela antes de conseguir el rectificado.

Comprobar la planeidad de la suela puede hacerse con una barra de acero rectificado (la True Bar que aparece en todos los catálogos de ceras y herramientas) y una linterna, apoyando la barra sobre la suela veremos por dónde pasa la luz de la linterna. Incluso podríamos medir cuánto se ha deformado la base.

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Comprobación de planeidad de la suela

Los tipos de deformación más comunes son convexidad y concavidad.

Una base cóncava produce efecto de “encarrilamiento”, dificulta muchísimo la maniobrabilidad y el derrapaje, y aumenta excesivamente la fricción de los cantos sobre la nieve, ya que siempre están en contacto con ella.

La suela 3 - Foto 13
Base cóncava

Una base convexa produce mucha inestabilidad, sobre todo a alta velocidad, dificulta la toma de cantos y, por lo tanto, reduce el agarre en nieve dura.

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Base convexa

En mi opinión, es de vital importancia que la base del esquí esté lo más plana posible. No sólo por las razones antes mencionadas, también por una cuestión de calidad de trabajo y precisión. Todas las herramientas que utilizamos se apoyan en la suela: por ejemplo, las escuadras para trabajar el lateral del canto. Si la suela no está plana, ¿qué ángulo le estamos dando al canto? ?

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Base plana

El trabajo de rectificado se consigue mediante sucesivas pasadas del esquí sobre la piedra. El número de pasadas dependerá de cuánta deformación tenga la base. En las máquinas robóticas, el paso se hace tanto de espátula a cola como a la inversa, para conseguir también un perfecto pulido de la suela. Sería como afeitarse a “contrapelo”, para conseguir mejor apurado ?.

Estructura en la suela

Conocemos por “estructura” el dibujo marcado en la suela, compuesto por pequeños surcos longitudinales, de longitud y profundidad variable, dispuestos uno al lado de otro formando diagonales u otras formas en diferentes ángulos y separación.

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Detalle de suela estructurada

La estructura debe ser “tallada” primero en la piedra (con el diamante), para después trasladarla a la suela. A diferencia del rectificado, esta operación se hace con una sola pasada del esquí sobre la piedra, mientras ésta gira, y de espátula a cola.

En la actualidad, la estructura se ha convertido en un elemento indispensable, sobre todo en alta competición, por lo que el avance tecnológico en este tipo de máquinas ha alcanzado un desarrollo espectacular.

Para habar de estructuras debemos tener en cuenta infinidad de parámetros, por lo que vamos a dedicar un capítulo completo a este tema (¡y seguramente no sea suficiente ?!).

Como avance, solo decir que la función de la estructura NO ES EVACUAR EL AGUA que se produce por la fricción entre la suela y la nieve, más bien todo lo contrario.

Una vez más, os pido que no tengáis reparo en contactar con nosotros para cualquier aclaración o dudas que puedan surgir sobre toda la información que aquí exponemos.

Un fuerte abrazo. Nos vemos en la siguiente entrega.

Saludos desde el Skiroom,
Miguel Oviedo Prada
Skiman de Copa del Mundo

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3 comentarios en «La suela capítulo 3: Máquinas de taller»

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