Leah Evans, ayudando a conectar al mundo con la naturaleza

Leah Evans, ayudando a conectar al mundo con la naturaleza

A principios de año, poco antes de que nos sorprendiera la crisis sanitaria, os presentábamos La Sentinelle, una  prueba no competitiva que busca volver a los orígenes del esquí de montaña y que este año afrontaban de la mano de Patagonia.

Hoy os traemos una entrevista muy personal con Leah Evans, embajadora de Patagonia, una de las fundadoras de La Sentinelle, creadora de Girls Do Ski y anfitriona del evento Breaking Trail.

Leah nos habla sobre cómo comenzó su pasión por el esquí y la montaña, las sensaciones que la llenan cuando practica skimo y de los proyectos Girls Do Ski y Breaking Trail, además de darnos algunos consejos.

undefined

Crecí en Rossland, en la Columbia Británica, donde esquiaba por las pistas y hacía mis pinitos en el esquí de travesía. Sentía mucha curiosidad por esta modalidad porque mi familia siempre salía a practicarla así que, con el tiempo, las pistas dejaron de llenarme. Pedí a mi padre que me llevara a practicar esquí de travesía.

Recuerdo la primera vez: fuimos a estudiar el «Roberts’ Face» (el monte Roberts), porque iba a participar en una competición extrema allí y tenía que ir para estudiar las líneas. Fuimos haciendo skimo y él no dejaba de hacerme preguntas del tipo: «¿qué llevas puesto?» y «¿por qué no llevas nada de agua encima?». No tenía ni idea de todas esas cosas, y él me explicó: «Esta es la propuesta: esto es lo que debes llevar en la mochila».

Esa fue mi primera experiencia, así que me inicié casi por necesidad en el esquí de travesía. Pero al trasladarme a Revelstoke, un lugar donde existe una gran pasión por este deporte, comencé a salir de excursión con mis amigos y, como cada vez mejorábamos más, quise seguir explorando y aprendiendo para llegar más lejos.  Vivir en Revelstoke ha sido genial porque hay muchas cosas que hacer allí.

Por lo general, con el skimo te sientes más conectada con la nieve porque eres tú quien toma las decisiones. Cuando vas en grupo charlas mientras asciendes, por lo que creas vínculos fantásticos y también conectas con el paisaje.

Te das cuenta de más cosas, como que la nieve se va calentando, que hay un poco de viento o que la luz es preciosa. Creo que es un proceso. Las pistas de esquí son como una atracción de feria y puedes desconectar, pero con el esquí de travesía dispones del tiempo para procesar tu entorno y descubrir que es una forma más natural de viajar.

Aprendí a temprana edad que hay ciertos básicos que no pueden faltar en la mochila. Siempre llevo lo mismo en la mía. El arva, la pala y la sonda son imprescindibles, tienen su propio bolsillo y sé que están ahí. Además, siempre llevo un kit de primeros auxilios y un frontal.

Después, en función del tiempo, sé si tengo que meter capas adicionales o cierta cantidad de agua o comida. Intento tener un sistema y ceñirme mucho a el, para ser más eficiente. Debo saber dónde tengo las pieles para poder hacer la transición en tan solo un minuto, si es necesario. Ese es el primer paso.

undefined

Después compruebo el boletín de avalanchas y me reúno con mi grupo para asegurarnos que todos estamos de acuerdo. Pero antes de nada, compruebo que mi estado mental es el correcto e incluso proyecto el objetivo, con el fin de tomar una buena decisión. Siempre pienso en ello como un boletín emocional. Puedes consultar el boletín de avalanchas, pero también tienes que comprobar cómo estás tú. Tú eres el factor humano; las montañas siempre estarán ahí. Se puede salir a esquiar de muchas formas, pero ese es mi proceso para hacerlo.

Esa es gran parte de mi trabajo y lo que hago mediante los campamentos de esquí  Girls Do Ski que dirijo. Se trata de un espacio para que la gente haga preguntas, donde se aparta el ego y se admite que no se tiene ni idea de lo que se hace para poder aceptar consejos. También soy voluntaria en Avalanche Canada. Celebran diferentes eventos en los que hablo para estar en contacto con personas que no tienen mucha experiencia con el esquí de travesía.

Cuando era más joven, compitiendo en Red Mountain, conocí a muchas chicas de todo el mundo, lo que cambió mi manera de pensar. No tenía ni idea de que se pudiera esquiar en Japón, Australia o Nueva Zelanda. Me hizo darme cuenta de que debía de haber mucha más gente como yo a la que le gustase esquiar. Descubrí que no era un bicho raro.

Había menos mujeres que hombres en el deporte, por lo que me preguntaba de qué manera podríamos unirnos todas para subir el nivel del esquí femenino. Y ahí es donde surgió la idea del evento. Me entusiasma ver lo lejos que ha llegado la comunidad. Hemos sembrado nuestra semillita y ahora ellas van por delante.

Sí, sin lugar a dudas. Es un momento fantástico para estar involucrado en hacer que la gente salga al exterior. He observado un aumento en la participación y en los programas de orientación, y se ha generado un debate acerca de la accesibilidad. He dedicado gran parte de mi vida a conseguir que las esquiadoras conectaran entre ellas y se sintieran partícipes de una comunidad. Me entusiasma mucho ver que otra gente hace lo mismo en sus comunidades locales.

undefined

Ahora mismo, me paso el día centrada en crear un plan de gestión de la Covid para Girls Do Ski. El año pasado fue el más importante en cuanto a campamentos y este tenemos que ser creativas y basarnos en las limitaciones que trae consigo la pandemia.

Creo que tenemos un punto de partida sobre lo que vamos a hacer y estamos preparadas para el invierno, pero todas estamos en el mismo barco, y hay cierta incertidumbre. No obstante, contamos con algunas estrategias online muy buenas para que todas participen.

Al unirte a un evento sobre la planificación del esquí de travesía te estás dotando de los elementos básicos que necesitas conocer. Cualquier oportunidad para aprender de personas que han pasado tiempo en las montañas es sumamente útil. Puede que no aprendas nada nuevo, pero en cualquier momento puedes escuchar a alguien que ha dedicado su vida a ello y que da muy buenos consejos, y todos enseñan algo de forma diferente.

Absorber toda la información posible es clave. No todo el mundo tiene un padre que hace eso por ti. Tienen que encontrar a otras personas del ámbito de la montaña que les orienten. Estos eventos son importantes porque son accesibles y te permiten conectar con una comunidad y llegar a personas que te pueden guiar en la dirección correcta.

Estuve muy involucrada en la lucha para salvar el Glaciar Jumbo. También hay una organización sin ánimo de lucro llamada Wildsight que desarrolla programas de protección medioambiental que conectan a las personas con la naturaleza. Ese ha sido mi enfoque principal. Colaboro con ellos en verano, conectando a los jóvenes con la naturaleza. Se dedican a concienciar respecto a lo que está ocurriendo en zonas locales para que todo el mundo reflexione sobre ello. Esa es mi pasión y quiero conectar a la gente con la naturaleza para que sienta algo y quiera protegerla.

En verano soy guía de senderismo. Intento que aprender cosas sobre la naturaleza sean divertidas para que la gente se preocupe por ella y aumente así la protección medioambiental. En invierno debemos conocer estos lugares y entornos para darnos cuenta de que esos árboles requieren protección, porque podrían ser talados. Al ir con un mensaje, intento establecer un vínculo profundo entre las personas y los lugares para que los protejan con más pasión.

undefined

Ahora más que nunca, la gente está descubriendo lugares en sus inmediaciones. Fue una locura ver lo abarrotada que estaba la Columbia Británica (CB) este verano. La gente visitaba partes de la Columbia Británica en las que no había estado nunca. Por lo general, la gente viajaba, pero ahora se siente muy conectada a esos lugares de sus proximidades.

Hay muchas cosas negativas que achacar a la Covid, pero nos ha obligado a ser auténticos y darnos cuenta del lugar donde vivimos y de que el mundo ha dejado de ser global para ser local, lo que creo que es algo positivo.

¡Vamos a ir a lugares en los que no hemos estado nunca! Mi pareja es guía de esquí y normalmente trabaja mucho, pero ahora tiene mucho más tiempo, al igual que algunos de mis amigos. Voy a disponer de más personas con las que esquiar si —toquemos madera— nos lo permiten.

Hay muchísimas rutas por aquí que no he hecho nunca; incluso en Rogers Pass, donde llevo esquiando toda la vida. Este ha sido un interesante ejercicio de gratitud. En nuestra vida normal, nunca prestamos mucha atención a lo que nos rodea; siempre queremos más. Si tengo que pasar todo el invierno aquí, no me importará. Revelstoke es maravilloso.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...