Mariona Boix, ex deportista de élite, atleta de la RFEDI y Campeona de España de slalom, ha lanzado una campaña de crowdfunding para recaudar fondos para poder realizarse un costoso tratamiento médico en la rodilla, que podría devolverle una vida normal.
Pero no os quedéis solo con esta información porque, aunque deseamos ayudarla en lo que podamos, su historia también tiene que ser escuchada.
Luchando por un sueño
Aunque quizá muchos no la conozcáis, o recordéis, Mariona Boix era una joven promesa del esquí alpino español que, a los 13 años, se fue a vivir al centro de alto rendimiento de Font Romeu para acabar entrando en las listas de la RFEDI.
En 2014, con 18 años, fue Campeona de España absoluta en la disciplina de slalom, pero un año después, en 2015, sufrió una caída que le cambió la vida.
Era una lesión importante, se rompió el ligamento cruzado anterior, el lateral interno y el menisco interno, pero en principio no parecía nada excepcional pues es una lesión recurrente entre esquiadores.
Sin embargo, como ella misma explica en su vídeo de presentación de la campaña de crowdfunding, desde el primer momento nada salió bien.
Lo que debía ser una intervención y recuperación relativamente sencillas se convirtió en un calvario que la llevó a pasar por quirófano hasta en 12 ocasiones en solo 7 años.
Mariona no solo tuvo que abandonar el deporte que la llenaba de vida, su combustible vital, sino que tiene que lidiar con dolor y limitaciones en su día a día.
Sí ha podido mejorar en algunos aspectos, pero ha empeorado en muchos otros, con una fuerte influencia en su calidad de vida: “A día de hoy no puedo ni siquiera andar con normalidad -porque no puede flexionar la rodilla- y muchas veces necesito hacerlo con la ayuda de las muletas, además del dolor y dificultades que me afectan en mi día a día, y de no poder conducir un coche con embrague”.
A esto hay que sumar las complicaciones laborales pues, aunque le han reconocido un 33% de discapacidad, con todo lo vivido solo ha podido trabajar un año y medio de su vida.
Lo peor, el olvido y asimilar la nueva situación
Pero el dolor físico y las múltiples intervenciones no es lo peor que ha tenido que sufrir Mariona Boix.
La esquiadora -porque aunque ahora no pueda esquiar, sigue siendo esquiadora- tenía un objetivo claro en la vida, el deporte, que de golpe se desvaneció.
Tener que empezar de cero un nuevo proyecto de vida, porque aquello para lo que te has preparado, trabajado y estudiado ya no puedes llevarlo a cabo, nos trastocaría a todos.
Cuando has encontrado aquello para lo que vales y, más importante aún, aquello que te hace feliz y te llena como persona, es muy duro renunciar a ello.
Y lo es aún más cuando, en lugar de encontrarte el apoyo de “tu mundo”, lo que recibes es caer en el olvido porque, cuando dejas de tener éxitos, simplemente desapareces.
Nuevos retos, nuevas esperanzas
Ahora, Mariona Boix se enfrenta a un nuevo desafío. Todavía lejos de poder hacer vida normal, los médicos han descartado la posibilidad de volver a operar.
Sin embargo, han abierto una ventana de esperanza realizando un tratamiento de células madre cultivadas, con el objetivo de regenerar el cartílago dañado y ganar elasticidad en los tejidos.
Y según explica, los médicos creen que “las probabilidades de que el tratamiento tenga éxito y pueda recuperar la funcionalidad y movilidad de la rodilla son muy altas”.
El problema es que el coste de este tratamiento es demasiado elevado como para poder asumirlo.
Pero una vez más, en lugar de rendirse ha decidido luchar y buscar soluciones, que tomaron la forma de una campaña de crowdfunding que podéis encontrar en Gofundme.com.
Hasta ahora, gracias a los donativos recibidos, Mariona ha podido comenzar con la primera parte del tratamiento, extracción de la médula ósea, pero la campaña seguirá abierta para poder continuar con el tratamiento.
Todavía le falta un último impulso para reunir el importe que cubra todo el tratamiento, y por eso queremos compartir su historia, y su campaña de donaciones, con todos vosotros.
Ya ha pasado demasiado tiempo en el olvido por parte del mundo del esquí. Ahora le toca pasar página, iniciar una nueva vida, y ser ella la que olvide todo aquello que no la ayude a seguir creciendo.