Ahora que ya me conocéis un poquito mejor a mí, y sobre todo el proyecto KL Solo Nieve, ha llegado el momento de entrar un poco más en materia.
Durante estos meses, desde que decidimos sacar adelante este
proyecto tan especial, me he estado preparando para la que será mi incursión en
este apasionante deporte.
Han sido meses de entreno físico en el gimnasio, alternando
sesiones de fuerza general y específicas de piernas con otras de cardio para
mantener un buen estado de forma general.
Durante este tiempo, combinaba mi trabajo en la redacción
con 5 sesiones de entreno a la semana. Hasta que comenzó la temporada de esquí.
Desde ese momento, en lugar de 5 días de gimnasio a la semana solo hago 4, de
lunes a jueves, para poder pasar el fin de semana sobre los esquís en Vallter.
Llegado ese momento ya solo podía pensar en una cosa: calzarme mis Atomic. ¡Y por fin pude! Eso sí, ya con los cantos preparados (¡gracias Victor! Si queréis que vuestros esquís queden perfectos, no dudéis en ir a visitarlo a Sasco Sports) para S2. La experiencia se convirtió en una aventura y en la primera bajada (me dijeron que fuese despacio y en cuña) me quería morir.
Así que agarré los esquís, me subí arriba, y decidí usarlos para lo que están hechos... correr. ¡Y vaya si corren! Y no vibran en absoluto.
Sólo me faltaba una cosa. Probarlo como realmente se merecen con mi primer descenso en S2, que fue a finales del pasado mes de enero en la estación de los Alpes franceses en Vars.
La experiencia fue realmente brutal, y podréis conocerla muy pronto, en cuanto el Solo Nieve número 96 llegue a vuestros quioscos (en muy pocos días). Y por supuesto, ¡aquí también! Pero os haré esperar un -muy- poquito más.
Ahora es el momento de presentaros algo que incluso para nosotros, hasta ahora, era un mundo desconocido: el material para esquí de velocidad, en este caso para la categoría S2.
Como ya comentamos en el anterior artículo, en esta categoría de iniciación se usa material de descenso de esquí alpino. Pero aun así hay ciertas diferencias que representan todo un mundo.
Material de entreno y de velocidad
Pero no son unos Redster cualquiera. Ricardo Adarraga nos
comentó que sería mejor contar con unos esquís usados, y Atomic nos consiguió
esta unidad que la temporada pasada uso una esquiadora (no sabemos quién) para
la Copa del Mundo de esquí alpino. Sin embargo, la preparación es muy
diferente. Al margen de las ceras, los cantos se preparan a 1,5 grados (como
referencia, en esquí alpino se suelen llevar a 0,7) y el canto lateral, en mi
caso, está a 89 grados.
En mi caso, llevo unas fijaciones cuya dureza se puede
ajustar hasta 12 DIN.
Una de las máscaras más pequeñas de la marca, pero que
encajan a la perfección con mi casco. Combina la tecnología de lentes HD y
Fusion Double Lens (FDL) para lograr un buen contraste y definición sobre la
nieve.
Para poder practicar S2, es imprescindible que el material
esté homologado por la FIS, y el casco no es ninguna excepción. Su construcción
de carbono y aramida incorpora una espuma protectora AMID, un sistema de espuma
de doble densidad pensado para proteger de cualquier impacto incluso a alta
velocidad.
Tampoco faltan bastones en la equipación, pero gracias a
Victor de Sasco, los míos los llevaré personalizados ya que los ha moldeado
para que se adapten a mi figura y que así me ofrezcan la menor resistencia
posible al viento.
De horma estrecha, aunque pueda parecer sorprendente para el
esquí de velocidad no necesitaba unas botas tan duras como podrían ser
necesarias en el esquí alpino. Necesito sentirme cómoda en la bajada y tener
cierta flexibilidad para absorber las posibles imperfecciones de la pista.
Pero, además, estas Redster me están permitiendo entrenar a la perfección, y
encima sintiéndome increíblemente cómoda.
Para entrenar, como cualquier esquiador de alpino, cuento
con una chaqueta cómoda, que me proporciona libertad de movimientos y caliente.
Por supuesto, es transpirable y altamente impermeable y cuenta con importantes
detalles como el bolsilla en la manga para el forfait, o una gamuza para las
gafas.
Pantalones muy cálidos y resistentes a las inclemencias del
tiempo para no sufrir en los entrenos. Con este modelo de Energía Pura ni en
los días más fríos me he resistido lo más mínimo y he podido seguir esquiando
sin sufrir por el frío.
Para entrar realmente en acción, Energía Pura me ha
proporcionado este espectacular mono de competición, también homologado por la
FIS. Fabricado en una mezcla de poliester (82%) y licra (18%), cuenta con una
espuma interior de poliuretano. Resistentes a los roces e impacto, es
considerablemente cálido y muy confortable.
Guantes pensados para la Copa del Mundo y para ofrecer la
máxima protección. Con acolchado de protección antichoque en la parte posterior
de la mano y los dedos, palma reforzada y con material antideslizante. El
material es resistente a la abrasión pero sin perder un ápice de suavidad.
Con el mismo diseño que luzco en el mono de competición,
esta bolsa me permite llevar siempre conmigo botas, casco, guantes, la
equipación de entreno para poderla guardar cuando llegue el momento de
lanzarme, y muchísimas cosas más. Al ser mochila, es tremendamente cómoda de transportar
y ayuda a portar muy bien el peso.
El único elemento estrictamente protector que se lleva para practicar S2. Con el llamativo diseño Pop Art de la marca, es una lástima no poder lucirla ya que se lleva bajo el mono. Esta espaldera se diferencia de otras destinadas a otros deportes, por ejemplo, en que está certificada para temperaturas de hasta -20 grados.
Ahora me toca seguir trabajando, entrenando, y concentración. En 2 semanas llega la Copa del Mundo de Esquí de Velocidad de Formigal, y allí sí competiré.
Fotografías de: Nöel García (Exterior), Santi Díaz (Estudio)