No se quieren dejar ver, pero ahí están. Ocultos en nuestras mochilas y dispuestos a protegernos cuando más los necesitamos.
Son las mochilas con sistema airbag, una importante aportación de la tecnología a la seguridad en la montaña, nuestros ángeles de la guarda.
Los sistemas airbag, aunque caros y sofisticados, suponen un avance muy importante en materia de seguridad cuando nos adentramos en terreno desconocido, en busca del mejor powder.
Son muchas las propuestas diferentes que nos llegan desde marcas como ABS, BCA, Mammut, Pieps/Black Diamond o Scott. Sin embargo, pese a las diferencias, todas ellas cubren un objetivo común: la seguridad del esquiador.
Nadie está por encima de la Madre Naturaleza y debemos prevenir siempre las situaciones de peligro. Pero si no logramos evitarlas, y nos sorprende por ejemplo una avalancha, las mochilas con sistema airbag se convertirán en nuestras mejores amigas, pues podrían salvarnos la vida.
Eso sí, para que sean de utilidad tienes que conocerlas, y saber cómo funcionan. Deseamos que este artículo os resulte de gran utilidad y os ayude a conocer, mejor si cabe, qué son y cómo trabajan estas mochilas.
¿Cómo actúa el airbag?
La eficacia de los sistemas airbag está basada en el principio de la segregación inversa.
Este principio nos dice que durante el movimiento de un material granular, como pueden ser las avalanchas o desprendimientos, las partículas más voluminosas emergen a la superficie y los objetos más pequeños tienden a caer en el vacío creado por la turbulencia. Es decir, se van al fondo.
Podemos afirmar que lo que importa es el volumen, no la densidad. Por tanto, el inflado de las bolsas de airbag, además de aumentar nuestra flotabilidad, agranda nuestro volumen, eliminando o reduciendo la profundidad de enterramiento.
Es obvio que, si conseguimos limitar o reducir las posibilidades de quedar sepultados bajo un alud, incrementaremos las posibilidades de supervivencia.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el rendimiento óptimo de este sistema se encuentra en avalanchas que sucedan en terreno abierto y de grandes dimensiones.
Por ello, en zonas escarpadas o arboladas, el airbag no es el recurso definitivo, ya que los traumatismos son los causantes del mayor número de heridos o víctimas.
Estamos ante un avance –las mochilas con sistema airbag– de valor incalculable, porque una vida no tiene precio. Pero deberíamos tener como dogma que el conocimiento del sistema y el material de seguridad es vital.
No cabe la opción de no usarlo correctamente, ya que de ello depende nuestra integridad física y que sigamos disfrutando de nuestra gran pasión: el esquí.
Conocimiento y sentido común, las mejores ayudas
El sistema airbag debería ser el último recurso ante una situación de peligro por avalancha. Antes de vernos en la circunstancia de activarlo, tenemos la obligación de conocer los protocolos de seguridad en montaña.
Partimos de la base de que, si eres usuario de un sistema airbag, ya conoces el manejo del material de seguridad (ARVA, pala y sonda) y has realizado prácticas de rescate y salvamento.
En caso contrario es imperativo contratar los servicios de un guía de montaña para que te instruya. De otro modo, convertirás esa salida fantástica en una inconsciencia que pondrá en riesgo tu vida y la de tus compañeros.
El éxito de una jornada de powder está sujeto a una buena planificación, que debe contemplar:
1. Conocimiento de la meteorología y estado del manto nival. La web de ACNA (Associació Coneixements Neu i Allaus) os será de gran ayuda.
2. Conocimiento del terreno donde vamos a esquiar. Zonas abiertas o escarpadas, árboles, orientación…
3. Conocimiento del factor humano. Tenemos que ser honestos con nuestro nivel técnico, forma física y experiencia. Atendiendo a ello escoger la zona idónea para esquiar.
Esta planificación debe estar presente cuando preparamos la salida los días previos, en el momento de iniciar la jornada y en la toma de decisiones sobre el terreno.
No pretendemos sentar cátedra ni parecer unos puristas de la seguridad, pero el hecho evidente es que la mejor decisión es siempre la que evita una situación de peligro.
Que ante la duda de si hacer o no el descenso increíble que se presenta ante nosotros, siempre optemos por la opción más segura; aquella que hará que puedas seguir gozando del powder hasta que seas un abuelo que cuenta batallas de míticas jornadas de esquí.
Algunos ejemplos de sistemas airbag para mochilas
Si nunca habéis visto una, seguramente os picará la curiosidad. Por eso, os dejamos aquí algunas secuencias que muestran el proceso de hinchado de diferentes modelos.
En las imágenes podréis apreciar lo que comentábamos al principio del artículo, que son sistemas diferentes, aunque todos ellos velan por nuestra seguridad.
Además, en el Solo Nieve Nº91, que en breve estará en vuestro quiosco, encontraréis en las sección «100 bajadas» una prueba de la mochila con sistema airbag Scott Backcountry Patrol AP30.
Aymar Navarro, historia real de cómo funciona el airbag
El freerider de Les (Valle de Arán) vivió a finales de febrero de 2013 un episodio muy grave, cuando se vio atrapado por una avalancha de enormes proporciones.
Cabe decir que Aymar está esponsorizado por la marca ABS y conoce a la perfección el manejo de su sistema airbag. Del mismo modo, prepara las jornadas de esquí atendiendo estrictamente al protocolo de seguridad.
Pese a ello, ese día la montaña decidió mostrar su peor cara y mientras filmaba con el equipo de Bumpy Films un anuncio para Ford –su patrocinador–, una avalancha de grandes dimensiones le arrastró montaña abajo.
Charlando con él nos dio detalles del suceso:
“La verdad es que ante una situación de avalancha intento siempre buscar una escapatoria y salir esquiando. No tenía en mi cabeza accionar el dispositivo del ABS como primera opción, ya que hasta ese momento siempre había podido salvar estas situaciones.
Ahora sé que habría sido mejor tirar antes y abrir los airbags, porque sin darme apenas tiempo para nada me vi envuelto en nieve, rodando y haciendo un sinfín de volteretas cabeza-pies.
En ese momento la fuerza centrífuga y la propia avalancha hacen que los brazos vayan abiertos intentando estabilizarte, y llegar al tirador fue difícil. El tiempo se me hizo interminable hasta que, en el segundo o tercer intento, escuché el sonido del inflado y supe que había accionado el ABS.
A partir de ahí pierdes la noción de donde estás y te vas golpeando con todo lo que el alud arrasa a su paso. Recibí un impacto fuerte en la rodilla y otro en la frente que me dejó medio conmocionado; aunque la peor sensación la tuve cuando la avalancha me arrastró por encima de dos cortados de roca, estaba volando por los aires de terraza a terraza sin saber cómo iba a caer… tan solo pensaba en parar.
Ahora llevo siempre el velcro de seguridad del tirador abierto y sé que no dudaré en accionarlo. Porque cuando la avalancha te alcanza, te tira y te revuelca, todo se complica y quizás ya no esté a tiempo de activar el ABS”.
En este caso, Aymar salió ileso, aunque con múltiples contusiones. Y contaba con la asistencia de un equipo de rescate que en cuestión de segundos estaba socorriéndole.
Su airbag demostró que en avalanchas de grandes dimensiones y terreno abierto, el sistema tiene una eficacia enorme y consigue que no nos veamos sepultados bajo la nieve.
Si no has visto el vídeo, te advertimos que es escalofriante…
Texto: Edu Carrera
Fotos: Txema Trull
Con la colaboración de Laia Larruy
¿Cuanto pesan aproximadamente este tipo de mochilas airbag?
Cuando estaran disponibles las nuevas mochilas de blackdiamond??