¿Qué tienen en común la nieve y la impresión por inyección de tinta?

¿Qué tienen en común la nieve y la impresión por inyección de tinta?

Casi todos los grandes inventos surgen de casualidades o inspirados en las cosas más cotidianas. Y así fue en el caso de la impresión por inyección de tinta, cuya idea nació en una fría y nevada noche de invierno.

Si de buenas a primeras os han venido a la cabeza los nombres de William Hewlett y David Packard sentimos deciros que no, no van por ahí los tiros.

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Sí, HP tuvo un papel muy importante en el desarrollo de las impresoras de inyección por tinta a finales de los 70 (maticemos que la 1ª impresora de inyección de tinta del mundo la inventó Ichiro Endo que trabajaba para Canon), pero no estamos hablando de impresoras, sino de impresión.

Y para eso tenemos que viajar más atrás en el tiempo. No vamos a negar que, como con tantísimos inventos, la autoría del descubrimiento podría estar un poco reñida y no es fácil encontrar mucha información al respecto. Pero intentaremos ser rápidos y claros en nuestra explicación.

La mayoría de información señala a Rune Elmqvist (inventor del primer marcapasos implantable) como inventor de la impresión de inyección de tinta a finales de la década de los 40.

Según explicó en una entrevista que concedió años después, en 1978, la idea le vino a la cabeza una noche de invierno orinando en la nieve.

Esa imagen le hizo pensar que un chorro de tinta lanzado sobre el papel podría servir para imprimir, siempre que lanzase la presión correcta de tinta.

El invento, al que llamó mingógrafo (derivado del latín latín Mingo, que significa orinar), lo desarrolló con el objetivo de poder hacer electrocardiogramas en tiempo real, puesto que en ese momento se hacían con papel fotográfico, lo que implicaba tener que revelar.

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El 21 de septiembre de 1949 presentó la solicitud para patentar un instrumento de medición de tipo grabación en la Oficina de Patentes de los Estados Unidos, y ésta fue concedida el 4 de septiembre de 1951, fecha en la que se podría considerar que nació la impresión por inyección de tinta.

Por otro lado, también hay que tener en consideración el registrador de sifón que patentó Lord Kelvin en 1867. Éste registraba señales telegráficas como un trazo continuo en papel usando una boquilla de chorro de tinta desviada por una bobina magnética.

Pero aunque se considere a Kelvin como inventor de la impresión por inyección de tinta, no se puede negar a Elmqvist de crear los primeros dispositivos comerciales.

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