Oakley MOD7. Prueba a fondo

Oakley MOD7. Prueba a fondo

Oakley presenta esta temporada, como una de sus novedades, el Oakley MOD7, un casco de alta gama cuya principal característica es la visera integrada con lente Prizm. Tuvimos ocasión de probarlo gracias a la gestión de SKIZ, tienda de Oakley en Andorra, en primicia la pasada temporada durante muchos días de esquí, en diferentes condiciones y distintas estaciones. Una prueba a fondo superada con excelente nota.

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La tecnología del nuevo Oakley MOD7

Sin duda alguna, lo que más llama la atención de este casco es la última tecnología de Oakley, llamada Secure-Connect, que integra la óptica al casco y al rostro de manera tanto magnética como mecánica.

Esta novedad, junto a otras muchas que Oakley incorpora al MOD7, de entre las que destacan la lente Prizm, el sitema MIPS y el BOA, hacen de este casco un producto de última generación muy seguro, completo y atractivo.

El sistema MIPS, de sobra probado ya en otros modelos de la marca y en la mayoría de marcas tanto de esquí como de ciclismo, cuenta con una capa de baja fricción dentro del casco que permite un movimiento multidireccional de 10-15 mm en ciertos ángulos, con el objetivo de reducir la fuerza de rotación de la cabeza ante determinados impactos. Imprescindible hoy día en un casco de alta gama como es este MOD7.

El sistema de ajuste BOA proporciona un ajuste fino y rápido para personalizar perfectamente el casco a tu cráneo. Actualmente incorporado a la gran mayoría de cascos de alta gama, no podía faltar en este modelo estrella de Oakley. También ayuda al buen ajuste del casco el sistema FIDLOCK, un sistema de abrochado magnético del casco muy rápido e intuitivo.

Lente Prizm Rose Gold Iridium

La unidad que nos llegó, en aquel momento era la única que había en el muestrario y no fue fácil conseguirla, llevaba la lente Prizm Rose Gold Iridium, una lente bastante polivalente preparada para los días en los que se mezclan nubes y sol, no es perfecta para los días de muchísimo sol, ni para los días de baja visibilidad, pero sí es ideal para una gran variedad de condiciones. Es una lente de índice 3 y yo la encuentro muy buena como única lente para el día a día de un esquiador.

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Tengo que decir que la mayor parte de los días que usé el Oakley MOD7 fue en condición de sol total, en ocasiones con ausencia absoluta de nubes durante días, como fue por ejemplo en el viaje a Suiza (aquí el reportaje). Sin embargo, es una lente con la que ves muy bien, es cierto que no es la lente perfecta para esos días, pero podemos usarla sin ningún problema.

En condiciones de nubes y de menos visibilidad funciona a la perfección, es la lente que necesitas para los días en los que no luce un sol claro, días que están tapados pero no llegan a ser de niebla o de baja visibilidad. Si apuras los días de esquí hasta el final, en esas horas de la tarde en las que otras lentes hacen aguas, es un momento en el que disfrutas de la ventajas de esta lente.

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La estética

No es fácil valorar la estética de las cosas, pues cada uno tiene sus gustos particulares. Pero sí se puede decir sobre la estética de este casco que es espectacular, llama mucho la atención. La ausencia de la goma de la máscara y la manera de la que queda integrada la lente lo hace un casco diferente. Lo miran mucho, en varias ocasiones me fijé en cómo lo miraban, y hubo algunas personas que me preguntaron sobre él.

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Además, la lente destaca mucho, es grande y su gran pantalla, además de ser perfecta para ver, la hace muy atractiva. En cualquiera de los colores, la lente es espectacular.

Es un casco que me llamó la atención desde el principio, sé que es una valoración subjetiva, pero tengo que decirlo. Me parece una estética muy acertada, queda bastante compacto, es diferente, la unión de la visera y el casco le da un toque distinto, la lente súper amplia... A mí me gusta mucho.

Funcionamiento

Como es lógico, el casco nos lo ponemos con la visera quitada, y una vez calzado, pondremos la visera en su sitio. Para ello basta con una leve presión y la visera adopta la posición necesaria de una manera muy intuitiva, los imanes la acercan y en ese momento presionamos y queda perfectamente colocada.

Si queremos colocar la visera en la parte de arriba del casco, lo que Oakley llama la "landing zone", no tenemos más que presionar en los botones que tenemos en los laterales de la visera, en la zona de abajo, y acercarla a la zona digamos "de reposo". Ahí, los imanes actuarán de nuevo acercando la visera al lugar adecuado, tan solo necesitaremos una leve presión para que la visera quede mecánicamente sujeta. Queda muy firme.

Todavía hay unos botones en la parte lateral del casco que sirven para alejar un poco la visera de la cara si hiciera falta. Supongo que dependiendo del tipo de cara o de si se tiene un poco de calor y se quiere ventilar. En mi caso solo la usé para probarla, no me hizo falta para nada más.

El funcionamiento, repito, es muy intuitivo, y se realiza perfectamente con los guantes puestos. Sí que es verdad que las 3 o 4 primeras veces estás un poco pendiente de la operación, sobre todo cuando quieres poner la lente arriba y no sabes si lo has hecho bien. Pero después de repetir la acción 3 o 4 veces lo tienes perfectamente interiorizado y resulta tan sencillo como ponerse y quitarse la máscara normal en un casco tradicional.

En acción

La pasada temporada, en los días que tuve a mi disposición el MOD7, esquiamos principalmente por pista, y solo algunos días pudimos hacer un poco de freeride. Pero tanto por uno como por otro terreno, con el casco tienes una visión muy amplia de lo que sucede a tu alrededor y la sensación de estar protegido sin agobios.

De la lente ya hemos dicho que destaca por su excelente visión, el relieve se percibe perfectamente tanto con buena visibilidad como cuando ésta escasea un poco. Por supuesto no tuvimos ningún problema de vaho o empañamiento.

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Respecto al casco, es cómodo, incluso muy cómodo porque una vez está bien calzado y la visera cerrada, te puedes olvidar de tocarlo, no hace falta reajustar la visera antes de cada bajada, como sí pasa muchas veces con la máscara tradicional. El sistema BOA se adapta perfectamente y una vez has conseguido el ajuste necesario, no tienes que volver a tocarlo.

La ventilación es muy buena. El panel movible de la parte superior se puede abrir para que la corriente de aire circule y no se tiene el calor que sentimos con otros cascos. Está muy bien pensado. Ya he comentado que me tocó esquiar con él muchos días de sol y temperaturas altas, y es una de las pruebas en las que saca mejor nota.

Conclusión

Creo que Oakley ha hecho un buen producto, muy diferente a los cascos con visera que había hasta ahora en el mercado. Un casco tope de gama que verdaderamente es cómodo. Con una lente, en mi opinión, muy buena. Que ajusta, que no se mueve y con una estética muy interesante. Yo recomiendo, al que tenga interés, que lo vea, lo toque y se lo pruebe, porque es muy posible que le guste. Incluso aunque sea un poco reacio a los cascos con visera, como lo era yo hasta que probé este modelo.

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