Ordino-Arcalís, siempre lo he dicho, es la estación de esquí que nunca defrauda. Hace un poco más de cuatro años ya escribíamos un artículo al respecto, y hace algo menos otro (freeride sin nieve). Este pasado domingo 24 de abril la estación paró sus remontes por esta temporada, pero antes nos "regaló" un magnífico fin de semana de esquí.
Han sido mucho los años que Ordino-Arcalís ha cerrado sus remontes después de que lo hiciera Grandvalira y casi todas las estaciones de la Península. Con la incorporación de la estación a Grandvalira hubo quien pensó que eso ya no pasaría más. Sin embargo, Ordino sigue con su filosofía de estación más pequeña y ágil en la toma de decisiones. O, al menos, esa es la sensación que sigue dando entre su público. Y ojalá que así siga siendo, porque nos encanta.
Sábado 23 de abril
Cuando ya la gran mayoría de la comunidad esquiadora ha recogido su material, Ordino-Arcalís se tiñe de blanco de nuevo para decir adiós a la temporada. La nieve húmeda, y el día que no pintaba excesivamente bueno, no nos iban a privar de las últimas subidas con remontes para seguir disfrutando del esquí.
Tras una primera decepcionante bajada de calentamiento, decidimos hacer otra y buscar un poco por las zonas sin pisar. Ya sabéis cómo va esto, todo es empezar. Enseguida estamos disfrutando de buenos giros y sensaciones agradables. Pronto las caras de preocupación se van poniendo más alegres y empezamos a decir que está bueno y que hay que aprovechar mientras se pueda. Los esquiadores nos conformamos con poco, la verdad. Mientras podamos deslizar y dejarnos llevar por las sensaciones... qué fácil es tenernos contentos.
Pronto comienza la búsqueda, ya no queremos pistas y queremos espacios en blanco en los que dejar nuestras huellas. Sobre todo porque la nieve tan húmeda y revuelta de las pistas se está poniendo muy pesada... Y cuando buscas encuentras. Y cuando encuentras lo disfrutas. ¡Vaya si lo disfrutas! Sobre todo pensando en que pronto no podrás hacerlo, y que el verano es muy largo.
Domingo 24 de abril de 2022
La previsión buena era para el domingo, y ya el sábado por la tarde, viendo cómo nevaba, pensábamos que iba a estar en buenas condiciones. Como así fue.
Igual que la mañana anterior, la mañana no comenzó excelente, pero después de un par de bajadas de calentamiento, como siempre, las sensaciones son mucho mejores... En cuanto vimos a los chicos de la silla La Basera empezar a prepararla ya pensamos que íbamos a triunfar. Una hora, nos dijeron.
Y en menos de una hora ya estábamos todos allí. Toda esa gente con toda esa adrenalina contenida solo por el torno de una silla. La espera, que no fue tanta, se hizo eterna.
Para ser el último día de la temporada, parecía que esa silla nos transportaba a la primera bajada, cuando no sabes si vas a saber esquiar. Sabiendo que la nieve estaba húmeda y conociendo la zona, elegir la primera bajada se convirtió en toda una odisea, había muchas opciones disponibles, pero por delante de nosotros había, al menos, unos 40 esquiadores con las mismas ganas que nosotros de bajar por zonas sin pisar. Una opción fácil y disfrutarla podía ser la clave... ¡Y lo fue!
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Como esperábamos, para la segunda bajada, lo más asequible iba a estar ya trillado, así que hubo que buscar un poco... ¡Y encontramos! Y volvimos a buscar y volvimos a encontrar... Pero lo bueno suele durar poco y el reloj me devolvió a la realidad. Sin darme cuenta hice la última, y bajando en el coche me di cuenta de lo rápido que había pasado todo. La bajada, el día, el invierno y la temporada. Una temporada que ha sido, y por el hecho de ser ya deberíamos estar muy contentos.
Yo lo estoy. Y mucho. Ha sido una temporada excelente en la que hemos podido disfrutar del esquí todos los fines de semana, en la que las estaciones han estado repletas de gente, con mascarilla unas veces y sin mascarilla al final. Evolucionando como esquiador, viendo crecer a mis hijos como niños y como esquiadores... La vida sigue, y ya queda un poco menos para que comience la próxima temporada. Hasta entonces espero que os vaya muy bien, que disfrutéis del verano y de la vida, en cuatro días nos vemos de nuevo en la nieve. ¡Viva el esquí! ¡Viva la vida!