No estamos de broma, no. Debido al frio y a la altitud en que se practican el esquí y snowboard, entre otros deportes de invierno, generan unas necesidades nutricionales específicas. Y, aunque pueda sonar raro, los pistachos son un alimento ideal para los esquiadores.
La Dra. Nieves Palacios, especialista en Endocrinología y Nutrición y en Medicina de la Educación Física y el Deporte, destaca la necesidad de consumir alimentos específicos para mantener los niveles de energía y facilitar la recuperación en deportes de alta intensidad.
Y hay que tomárselo en serio pues, algunas de las consecuencias de no tomar los alimentos adecuados son la pérdida de peso, la falta de apetito y el daño oxidativo.
Para la Dra. Palacios, “el hecho que estos deportes se desarrollen en ambientes marcados por el frío y la elevada altitud, hace que las exigencias de energía sean mayores y se mantengan a lo largo de toda la jornada esquí. El movimiento sobre nieve o hielo resulta más complicado que correr sobre tierra firme y provoca más cansancio, lo que conlleva un mayor riesgo de accidente y lesión, lo que requiere mantener un buen estado de hidratación e ingerir los alimentos adecuados”.
Por otro lado, añade que “la altitud genera una importante pérdida de peso producida por el descenso de la ingesta calórica unida al gran gasto energético, la disminución de agua en la composición corporal, la alteración en la absorción intestinal de nutrientes y la pérdida de masa muscular. La debilidad, la fatiga y la hipoxia influyen negativamente en la degradación de las proteínas, por lo que la ingesta de alimentos de alto contenido proteico es importante para prevenir esta alteración”.
Según la especialista, el ejercicio a grandes altitudes también “incrementa el daño oxidativo y promueve una respuesta adaptativa del organismo, con aumento de la eritropoyesis (producción de células rojas sanguíneas), por lo que el deportista debe tomar en su dieta buenas fuentes de antioxidantes y alimentos ricos en hierro”.
Un puñado de pistachos al día
Añadir a nuestra dieta un puñado de pistachos al día, repartidos a media mañana y a media tarde, o tras la práctica deportiva, puede ser la solución a los problemas citados, ¡y muy sabrosa! Además, también ayudarán a nuestra recuperación después de practicar deporte.
Un reciente estudio de la Universidad de Illinois ha descubierto que el pistacho tiene proteína completa como la carne, el pescado, la leche o los huevos pero de origen vegetal y con la ventaja de que no se tienen que cocinar.
Para la Dra. Nieves Palacios, alimentos como los pistachos ayudan a obtener la energía necesaria para deportes como el esquí o el snowboard, a la vez que contribuyen a la recuperación muscular, a la reducción del cansancio y la fatiga.
Los pistachos tienen un perfil nutricional muy completo y aportan todo lo imprescindible para realizar este deporte de alta intensidad a temperaturas extremas. Además, podemos llevarlos en el bolsillo y las cáscaras son biodegradables. Así, tampoco cuesta tanto cuidarse un poco más, ¿no?
5 beneficios de los pistachos para los deportes de invierno
1.- Grasas saludables, para suplir la elevada pérdida energética.
2.- Proteínas vegetales de alto valor biológico para la recuperación de la masa muscular.
3.- Vitamina B1 o tiamina, Riboflavina o Vitamina B2, Piridoxina o Vitamina B6, que intervienen en las reacciones del organismo para obtener energía. Una ingesta adecuada ayuda a reducir el cansancio y la fatiga.
4.- Contiene magnesio, mineral relacionado con los procesos de transmisión neuromuscular, balance electrolítico y liberación de energía. También contribuye a la disminución del cansancio y de la fatiga, y facilita la recuperación para entrenar al día siguiente.
5.- Antioxidantes para proteger el organismo frente al daño oxidativo que pueden producir los radicales libres ocasionados por entrenamientos intensos y agotadores.