Cada año me pasa igual. Es notar las primeras bajadas de los termómetros y salgo del letargo en el que estaba inmerso tan plácidamente, disfrutando de la canícula estival. Sales a la calle y una bofetada de aire fresco te despierta de golpe y te anuncia que ya tenemos septiembre aquí. A partir de ahora, muchas mañanas y noches notaremos ese fresco que nos llevará irremediablemente a empezar a contar los días que faltan para volvernos a calzar los esquís.
Porque sí, en un año normal quedarían ya menos de 100 días para volver a esquiar. Pero estamos en 2020 y hay que ver qué pasa y qué nos dejan hacer, pero en cualquier caso, nos podemos ir preparando. Se acerca la vuelta al cole. Ha llegado la hora de empezar a poner un ojo en la próxima temporada mientras acabamos de disfrutar del verano.
Y vayamos a estar como estemos en el mes de diciembre, de momento pensemos en cómo ha ido este verano. Hace tres meses pintaba muy mal y al finl hemos podido ir haciendo más o menos de todo, así que mejor ser optimistas respecto al invierno, que nos dejaron a medias en marzo y tenemos más ganas que nunca de volver a deslizarnos por la nieve.
¿Estás preparado?