La nueva situación provocada por la pandemia del coronavirus ha dado lugar a grandes cambios en todos los aspectos de la sociedad, incluidas las competiciones deportivas.
Las Copas del Mundo, entre ellas la de Esquí Alpino, se enfrentan a nuevos retos que deben afrontar, y no solo los calendarios, algo que ya está siendo bastante complicado.
Por un lado, deben asegurarse de respectar todos los protocolos de cada uno de los países que se vayan a visitar. La seguridad es, en estos momentos, la máxima prioridad.
Pero también debe serlo el poder disfrutar de un campeonato justo. El coronavirus no permitirá puntuar ni participar a todos los deportistas ni países por igual pues es probable que, por normas internas o externas, no puedan viajar a ciertos países y, por lo tanto, pierdan la oportunidad de competir y puntuar.
La situación no es fácil y tampoco lo será encontrar una solución que contente a todos.
Por el momento, en la reunión online del Comité de Alpino celebrada a finales de la semana pasada, ya abordaron algunos asuntos como las celebraciones de las citas Copa del Mundo.
El comité propuso ofrecer un enfoque estandarizado para evaluar con anticipación si se puede realizar un evento de la Copa del Mundo.
La idea es que, si en el momento de la fecha límite de inscripción preliminar (5 semanas antes del evento), al menos 7 de las 10 mejores naciones de la Nations 'Cup 2019/20 pueden viajar a la nación organizadora, el evento podrá ser válido para el Copa del Mundo.
También contemplan que, en casos excepcionales, la decisión la tome el grupo de trabajo de la FIS del evento en cuestión.
Por otro lado, también han presentado una serie de adaptaciones a las reglas para proteger a los atletas que no puedan participar total o parcialmente en las competiciones de la Copa del Mundo en la temporada 2020/21 debido a restricciones de viaje y/o inmigración.
De momento la FIS no ha proporcionado más detalles al respecto pues todas las propuestas están sujetas a la aprobación del Consejo de la FIS del 9 de octubre.