Cuando vamos a esquiar, sobre todo aquellos que lo hacemos habitualmente, nos encontramos con días de todo. Desde un solazo deslumbrador, hasta días en los que una nevada o niebla nos limita la visibilidad hasta puntos en los que incluso es imposible esquiar.
Es por eso que, aunque muchos solo tengamos unas gafas de esquí, necesitaríamos tener más de una o, en su defecto, un modelo que nos permita intercambiar la lente para adecuarlas a las condiciones de luz.
A estos debemos de sumar que la oferta del mercado es tan amplia que puede resultar abrumador elegir un modelo. Probarlas absolutamente todas sería prácticamente imposible, pero hoy os traemos la prueba de dos modelos Scott muy interesantes, la máscara Scott Shield LS y la Scott Factor Pro LS.
Una prueba de fuego, o más bien nieve
Como ya sabéis, a principios de mes partimos hacia Saas Fee para ir a hacer el primer test de Solo Nieve 2021-2022, y fue allí donde pudimos probar donde toca, en pistas, ambos modelos.
¡Y no podemos quejarnos en absoluto! La meteorología fue tan caprichosa que, en los días que estuvimos allí, nos regaló viento, sol e incluso una nevada digna de la mejor postal de navidad.
Eso nos dio la oportunidad ideal para que nuestros probadores, Juanki Sánchez y Marta Visa, probasen las máscaras en diferentes condiciones.
Después de un agotador viaje, cuando llegamos a pistas el primer día nos esperaba un sol radiante y no quisieron perder tiempo.
Marta y Juanki eligieron una máscara y salieron prestos a probarlas. Debemos decir que, a pesar de no llevar un casco de la marca, ninguno tuvo problemas de encaje. De hecho, tal y como podéis apreciar en las fotografías y el vídeo, lo cierto es que encajaban la mar de bien. Además, ambos pudieron adaptar perfectamente la cinta al tamaño del casco.
¡Primera prueba superada! Ahora les tocaba salir a esquiar para ofrecernos sus comentarios y, por supuesto, pillarlos en acción con la cámara.
¿Qué podíamos esperar de las máscaras Scott?
Mientras ellos esquiaban, nosotros echábamos un vistazo a las principales características de cada uno de los modelos.
Las Scott Factor Pro LS que llevaba Marta cuentan con lentes fotocromáticas y tecnología amplifier y vendrían a ser las hermanas pequeñas de las Shield, con un diseño pensado para rostros más pequeños, pero aun así ofreciendo un amplio campo de visión.
La tecnología fotocromática de la lente permite que esta se adapte a las condiciones de la luz, por lo que abarcan desde categoría 1, para días más tapados permitiendo la entrada de entre un 44 y un 80% de luz, a categoría 3, para días soleados con una entrada de luz de hasta el 18%.
Por otro lado, las Scott Shield LS que probaba Juanki, además de un diseño de tamaño más generoso, también contaban con tecnología amplifier, que optimiza contraste y claridad para una mejor visión, y lentes fotocromáticas. Ahora bien, en este caso, se trata de un modelo apto para días más claros pues se clasificarían entre categoría 2 (dejan entrar entre un 19 y un 43% de luz) y categoría 3.
Aunque no es detectable en una prueba, debemos matizaros que ambos modelos ofrecen una protección del 100% frente a los rayos UVA/UVB, muy importante para la salud de nuestros ojos, además de tratamiento anti-vaho.
En pista un día de sol
Después de un rato que se nos hizo eterno a los que esperábamos, Marta y Juanki se pusieron las botas esquiando, por fin venían a explicarnos cómo se habían sentido con las gafas.
A pesar de ser dos modelos con tecnología similares pero diferentes, ambos habían podido disfrutar a la perfección. Incluso Marta, que llevaba el modelo que puede adaptarse a condiciones de luz para una categoría 1, no tuvo ningún problema.
Cierto es que la pista estaba es muy buenas condiciones, pero aun así ambos podían apreciar con claridad las imperfecciones del terreno y seguir sin descanso.
Muy importante fue también que se sintieron cómodos con las máscaras y la tecnología anti-vaho funcionó. Además, la ventilación de ambos modelos era la justa y necesaria, no solo para evitar que se entelaran, sino también para que no les entrara aire molesto.
Otro detalle, que a veces olvidamos pero que también marca una importante diferencia, es que las espumas eran agradables y no les provocaron picores ni les hicieron sudar a pesar del soleado día.
Y entonces llegó la gran nevada
Como decíamos, en Saas Fee tuvimos de todo, y también llegó el día en que nos levantamos nevando incluso en el pueblo (1.800 m) por lo que, imaginaos la que estaba cayendo en el glaciar, entre los 2.550 y 3.000 metros de altitud.
Por supuesto, eso no nos detuvo. Al revés, más ganas teníamos aún de subir a probar esa nieve fresquita. Y, claro está, ver qué tal funcionaban las máscaras Scott cuando las condiciones se ponían más complicadas. Y sí, también cumplieron con las expectativas de nuestros probadores.
Por un lado, la protección que ofrecían las máscaras los mantuvo a salvo de la nevada y del frío y tampoco tuvieron problemas de empañamiento.
En esta ocasión la pista estaba en condiciones más difíciles pero aun así las máscaras Scott les permitieron superar la jornada sin sustos. Bueno, casi. Porque Juanki sí que tuvo uno pequeño…
Pero al margen de ese momento crash, estaban contentos con las máscaras. Porque seamos sinceros… ¿Cuántas veces os habéis sentido tentados a quitaros las gafas por la mala visibilidad? Es cierto que apreciar las imperfecciones del terreno se hacía más complicado que en el día soleado, especialmente con el modelo Shield LS, pero aun así cumplieron con su cometido.