Prueba Salomon Lo FI Sigma+ 1 lens: Una visión total

“Al volante, la vista es la vida”. Esta añeja máxima del automovilismo es totalmente válida en el esquí. Una buena máscara, con una lente de calidad, amplio campo de visión y un eficaz sistema de ventilación, es esencial para disfrutar de una gran jornada de esquí.

Si somos capaces de escanear hasta el último detalle de lo que tenemos por delante, podremos anticiparnos, aprovechar el terreno a nuestro favor y evitar sorpresas desagradables. Especialmente en días de luz variable, con poco relieve y/o condiciones de humedad elevada.

La Salomon Lo FI Sigma+ 1 lens de esta prueba es una de las últimas creaciones de la marca, una máscara de formato grande, con lente cilíndrica y, sobre todo, tecnología Sigma: lo último en cuanto a calidad de visión.

Sobre el papel

La Lo Fi es una máscara de diseño neorretro, con una gran lente encajada en una montura de perfil bajo, que sobresale muy poco. Su diseño A-Frame está pensado para ampliar al máximo el campo de visión, especialmente en los laterales de la parte inferior.

La adaptación a la cara corre a cargo del Custom ID Fit, un sistema de espuma de triple densidad discontinuo, con un acabado más suave en la parte central (frente y nariz), microperforado en la parte superior para absorber mejor la humedad, y dos tramos separados en los laterales.

La cinta incorpora una banda de silicona en el interior que la fija sobre el casco y tiene doble sistema de regulación.

En cuanto a la lente, la tecnología Sigma aumenta notablemente el contraste de color en la nieve, lo que permite que el ojo detecte de manera instantánea las variaciones del terreno en un rango más amplio de condiciones de luminosidad.

En esta versión Sigma+ 1 Lens, disponemos de una segunda lente, más clara, para días de mal tiempo y condiciones de luz pobre.

Está disponible en seis diseños diferentes y viene con la clásica funda de tela, con doble compartimento, para llevar la máscara y la lente de recambio.

Sobre la nieve

Llamadme clásico, pero me gusta el aspecto de las máscaras cilíndricas en comparación con las esféricas. El ajuste de la Salomon Lo FI Sigma es muy bueno, la espuma se acomoda en la cara con un tacto muy agradable y sin oprimir la nariz.

El campo de visión nos parece uno de los puntos fuertes de esta máscara, pues la montura desaparece de nuestra vista por la parte superior y los laterales y solo se ve un poco en la parte inferior.

Por su parte, la silicona mantiene la cinta en su sitio sobre el casco; muy cómodo el doble sistema de ajuste.

Pero lo que más destaca en la Lo Fi es la calidad de visión que ofrecen las lentes Sigma. En las últimas temporadas, algunas marcas han desarrollado tecnologías que mejoran significativamente la definición, con un aumento del contraste que acentúa los cambios en el relieve. Es el caso de las Sigma, que nos da mayor agudeza visual. En cierto modo, uno tiene la sensación de que ve mejor con la máscara puesta que sin ella.

En nuestra unidad de pruebas –Race Blue– monta de origen la lente Sky Blue (categoría 3, 13 % de transmisión de luz), mientras que la segunda opción es la Silver Pink, más clara y de categoría 2 (deja pasar un 36 % de luz). Ambas con efecto espejo. Esta última, con su tinte rosa, nos gusta especialmente en días nublados y luz plana.

El cambio de lente es de tipo convencional, pero el sistema Jet que utiliza es el más rápido que hemos probado nunca. Simplemente hay que levantar la parte superior de la montura, sacar con cuidado la lente y colocar la otra (acordaos: siempre se desmonta empezando por la parte superior de la montura y se monta empezando por la zona de la nariz).

En todo caso, no es tan fácil como un sistema rápido e inevitablemente tendremos que limpiar las marcas de nuestros dedos con la funda al acabar. Nos parece un tema menor, teniendo en cuenta lo que nos ha gustado la Lo Fi.