Cualquiera que haya probado unos buenos esquís de freeride anchotes tras un buen paquetón sabrá de lo que le hablo. Unas simples tablas logran que un esquiador como yo pueda bajar con más o menos dignidad dejando traza en 40 cm de nieve fresca, con la sensación de flotar como nunca la había tenido. Parece mentira cómo 1 ó 2 cm pueden cambiar tanto las cosas. Y es que esta es la diferencia entre un esquí más o menos pistero y unas buenas planchas para bajar a saco por nieve virgen.
Si tienes una muy buena técnica, con cualquier cosa bajarás bien, pero en el caso de la nieve profunda, el indio hace, pero el arco ayuda muchísimo a tener buenas sensaciones y a poder bajar como ni soñaríamos con unos esquís más estrechos.
Una vez visto que un esquí ancho marca mucho la diferencia en los días clave de la temporada…. ¿vale la pena hacerse con unos? Aquí la respuesta ya no está tan clara. Y en mi caso, por ejemplo, tengo algunas dudas.
¿Por qué tengo dudas?
Lo primero que hay que distinguir cuando cae un buen paquete es que no es lo mismo powder que nieve polvo con mil trazas. Sólo en el primer caso, una gran anchura te da mucha ventaja. Cuando está todo trillado, la cosa cambia y ya no hace falta un esquí tan ancho para bajar igual que en powder.
Si tienes esto en cuenta, cambia mucho si eres un esquiador entre semana o de fin de semana. Si te pilla un paquete un martes, te podrás poner las botas y abrir traza durante un buen rato, pero si es un sábado…. ahí o subes a pata o seguramente no abrirás nada o casi nada porque cuando it’s a powder day, el que no corre, vuela.
En este caso, por ejemplo, me remito a la temporada pasada, en la que fueron incontables los días que nos levantamos dispuestos a trillar las montañas. En fin de semana se pudo tocar el cielo de 9 a 11h. Entre semana, y supongo que cogimos un día de muy poca gente en Boí Taüll, de 9 hasta que cerraron.

Este tipo de esquí es lo que llevo habitualmente para «fuera pista». La cuestión es que, por ejemplo, cuando me encuentro con días como estos, suelo llevar unos esquís polivalentes anchos, el año pasado eran unos Powertrack 89 y este son unos Legend 88, con bastante rocker delante y una anchura que con unos 30 cm de nieve es perfecta y con más de 50 hay que controlar algo más, pero que cuando la cosa se normaliza y queda todo pisado, son para mí el equilibrio perfecto entre anchura, maniobrabilidad y comportamiento en pista. Pero claro, ¿y las dos primeras horas del día? Ahí es donde echo en falta más anchura para seguir a mis compis (quizás es que la cosa no da para más y me excuso en los esquís, algo recurrente en el esquiador). Y es lo que me genera dudas a la hora de hacerme con unos esquís anchos. Porque el tema sería pillarme unos esquís de freeride de unos 100 de patín (Unos Mantra o unos Legend 96) y cuando la cosa flojeara, cambiar a algo más estrecho. Pero claro, dependiendo de dónde esquíes o de si puedes subir con dos pares, lo podrás hacer fácilmente o no.
La segunda duda es cuántos días super épicos puedes encontrar a lo largo de la temporada si no vives en una estación. Que coincida justo cuando estás allí no es fácil. Pero cuando te toca un año como el que vivimos, pues uno tiende a pensar que se puede repetir. Y si se repite, pues claro, quiero tener unos bichos en el armario… Porque la alternativa de alquilar esquís de freeride está muy bien cuando vas a hacer algo especial, ya sea heliesquí, bajadas y que te devuelvan en taxi, etc, pero para el día a día, cuando cae gorda hay que estar allí antes de que abran ningún alquiler.

Poniéndome las botas con unos Dynastar Cham 117, una opción de esquís de freeride de patín muy ancho que es perfecta para heliesquí después de una buena nevada. En resumen, en general es difícil que te salga a cuenta, pero el disfrute que proporcionan el día que los usas vale con creces lo que has pagado por ellos.
Y nada, a partir de aquí seguiré deshojando la margarita…. Aunque cada día que pasa lo tengo más claro.
Eterno dilema.
Este año he optado por tener siempre preparados los SKY 7, con 98 de patín. Es una muy buena opción porque no se desenvuelve nada mal en pista cuando hay nieve papa, cuando empieza a transformar son deliciosos,… Hasta ahora disfrutaba de los Rockwell con 95, muy buenos también. Me gustan tus Legend 88…
Sin embargo, esta temporada las mejores bajadas las he hecho sobre polvo polvo fresquito y riquísimo con unos Dynastar Vertical, de patín 86.
En esto, como en casi todo, depende…
Está claro. Los Legend van muy bien. Si sólo tuviera un esquí y esquiara según dónde creo que sería este. Le seguiré dando vueltas a la cabeza porque no me gusta comprar cosas que luego no puedo usar casi nunca.
La idea son 4 pares 🙂
Unos SL, unos GS, un all-mountain entre 85-90mm y los gordos de más de 100. Así lo tienes todo cubierto hahaha
Tú sí que sabes ? A mí me faltan los gordos…
Pues yo, por recomendación de Ferran conseguí unos Powertrack 89 de segunda mano, y además me dijo que precisamente tú tenías estos y que estabas muy contentos con ellos. Ha sido un acierto total, he tenido la suerte de probarlos esta temporada después de nevadas, y los he podido disfrutar mucho, es muy polivalente, en pista también me ha encantado, pero creo que para pillar paquetón, paquetón del bueno, se quedaría corto y me hará sufrir, pero lo seguiría disfrutando. Otro par para esas escasas ocasiones, yo tampoco lo veo todavía. En muchas más ocasiones de ese tipo debo encontrarme todavía para «cogerles manía» y desear unos más anchos. Quién sabe, tal vez llegará ese día jeje.
Los Powertrack son una maravilla, un esquí total, como su sucesor el Legend 88. El año pasado tras algún paquete de los buenos echaba en falta más anchura, pero sr defienden bien. Y cuando ya está todo trillado van de miedo.
Prueba el kastle, bmx 105…cañon polivalente, fuera de pista y dentro. Van bien en todos los terrenos. Para día de powder, no decepcionan, ne pista, genial. Para mi el esqui ideal
Pues habrá que probarlos!