¿Quién viene a cenar esta noche?
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¿Quién viene a cenar esta noche?

Siempre he pensado que hay cosas que deben compartirse con alguien porque, si no es así, pierden gran parte de su atractivo. No es lo mismo deslizarse por una impoluta pala de nieve virgen solo como la una, que compartirla con un amigo. Poder hacer giros y además en compañía, después te permite comentar los dibujos realizados.

Lo mismo pasa con una buena cena. Se ha de compartir, disfrutar de los sabores y aromas en compañía, para así llegar a disfrutarla en su máxima intensidad. Pero si además tuviéramos la posibilidad de cenar con los esquiadores que siempre hemos admirado, y pudiéramos hablar de esquí, sería un sueño.

¿Qué os parece esta lista de invitados?

Sondre Norheim (Nor), Jun-1825 – Mar 1897

Un serio Sondre.

Este noruego de la región de Telemark es, sin duda, un invitado especial. Fue pionero en muchas cosas y reconocido por su extrema habilidad con los esquís.

Lo fue por su alucinante iniciativa en la nueva técnica para frenar con unos toscos esquís de dos metros cincuenta y, sobre todo, por ser el padre del giro que cambió la forma de esquiar de la época. Se pudo pasar del mero deslizamiento en línea recta a poder girar para frenar. Por ello se le considera el padre del esquí moderno.

Aunque se dice que Sondre era muy serio, seguro que un par de vasos de vino harían de él un buen compañero de mesa. De él aprenderíamos, sobre todo, a ser innovadores, a atrevernos a tomar riesgos, a mirar hacia adelante sin miedo.

Descubrir cómo llegó a sus conclusiones en cuanto a las modificaciones que necesitaba su material, y cómo y por qué llegó al viraje Telemark, no tendría precio.

Matias Zdarsky (Aut), Feb 1856 – Jun 1940

Zdarsky no dejaba indiferente a nadie.

Pagaría por tener entre nuestros invitados al Sr. Zdarsky para que nos hablara una vez más de sus teorías. Sobre todo para que las pudiera someter a juicio con los demás comensales, e intentar esclarecer hasta qué punto estaba equivocado en su fijación por la transmisión de la fuerza al esquí.

Zdarsky nunca logró superar el invento del Coronel Bilgueri, quien ideó fijar el talón al esquí, en vez de poner una placa metálica que se fijaba con un gancho al esquí como hizo Zdarsky. Una sutil diferencia que creó mucha controversia entre ambos. Se dice que Zdarsky retó a Bilgueri a un duelo a pistola para hacer valer su teoría y que, por suerte, nunca se llevó a cabo.

Sería sin duda la nota discordante, pero no por ello menos interesante, pues también fue un verdadero pionero, estudioso de los aludes y el primer organizador de una carrera de descenso.

Arnold Lunn (GB), Abr 1888 – Jun 1974

Hannes Schneider y Arnold Lunn. Dos buenos amigos.

Al lado de Zdrasky sentaría a Arnold Lunn. Este inglés fue un excelente montañero y un enamorado del deporte blanco en todas sus vertientes. Pero como mejor se le puede recordar es por haber puesto derecho el esquí de competición.

Inventor del slalom, al principio fue rechazado por la FIS. Pero viendo lo bien que funcionaba su invento, ésta no tuvo más remedio que aceptar sus reglas y asumir el nuevo formato de carreras.

Lunn introdujo en los Juegos Olímpicos de Garmish de 1936 el slalom especial y el descenso, como disciplinas de alpino. Como estaba en total desacuerdo con el régimen nazi, tanto él como su hijo -capitán del equipo británico en esas olimpiadas-, rechazaron asistir al desfile inaugural y a la cena organizada para la ocasión.

Actualmente aún se corre en la Copa del Mundo el Lauberhorn Race, en Wengen (Suiza), que es una combinada de slalom y descenso en la que la pista del descenso es, dicen, una de las más difíciles del mundo. Lunn es el padre de la competición moderna.

Hannes Schneider (Aut), Jun 1890 – Abr 1955

Sentaríamos a este austriaco de principios de siglo veinte al lado opuesto de Arnold. Fue quien modernizó definitivamente el esquí. Su método avanzado de enseñanza fue el más seguido durante años, prácticamente hasta finales de los cincuenta.

Hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial, St. Anton era el famoso destino de muchos esquiadores europeos por tener allí la escuela Hannes Schneider.

La llegada del nazismo a su país le forzó a un exilio a los Estados Unidos, que se nutrió en aquella época de muchos buenos esquiadores austriacos que llegaban escapando de la Alemania nazi.

Un bonito póster de la época.

Hannes remontó otra vez, creando en su país adoptivo nuevas escuelas de esquí, la primera en Sun Valley. Triunfó creando escuela para la enseñanza del esquí, hasta bien entrados los años sesenta. De esta forma, el método Schneider fue seguido por toda la Europa alpina y los USA, hasta el boom de la escuela Francesa.

Me gustaría verlo al lado de Sondre, para que los dos pudieran hablar del giro que uno creó y que el otro relegó al olvido durante mas de cuarenta años.

Tony Matt (Aut), Nov 1919 – May 1989

Fue otro de los muchos buenos esquiadores austriacos que emigraron a los Estados Unidos antes de la Segunda Guerra Mundial. Tony mantiene aún hoy en día un récord imbatido. Para entenderlo, tendríamos que hacer un poco de geografía.

El récord se encuadra en la competición “Inferno” una prueba local en Mount Washington, en el año 1939.

Tuckerma’s Ravine. De arriba abajo en la modalidad de descenso chino… ¿Te atreverías?

Se trata una olla de alta montaña que, por su privilegiada situación, tiene nieve hasta muy entrada la primavera. A veces incluso hasta el mes de junio. Como todas las pistas cierran más o menos en mayo -las mas tardías-, la pared Tuckerman se llena de ávidos esquiadores que no quieren dar por finalizada la temporada. Se sube andando y la cornisa de arriba del todo es de las que quitan el hipo.

El récord de velocidad bajando la Tuckerman Ravine Wall lo registró este austriaco acogido, en la»Inferno Race» de 1939. Se despistó en la entrada de la pared, llegando demasiado rápido y demasiado escorado a un lado. De esta forma llegó al labio de la pared demasiado tarde para frenar o controlar la velocidad, y se hizo un recto. ¡Algo impensable aun hoy en día! Como tuvo la suerte de no caer, estableció un récord que aún no ha podido ser batido.

Hoy en día los americanos llaman bajar de forma suicida por la pista, bajar “a lo Tony Matt”. Lo pondría al lado de Klammer, para que ambos pudieran disertar sobre cómo bajar al límite y sobrevivir en el intento.

Rick Borkovec (USA), 60’s

Rick nos trajo de vuelta el olvidado giro telemark.

No podía faltar en tan especial cena uno de los chicos de Crestted Butte (Colorado), rescatadores del olvidado esquí de Telemark, de nuevo en auge hoy en día.

A principios de los años setenta, Rick, corredor de alpino, se rompió una pierna. Durante su convalecencia, ojeando un viejo libro de esquí, descubrió una antigua fotografía en la que salía un viraje telemark. Le gustó la foto y la técnica.

Los primeros giros del telemark revival en los setenta.

Se hizo con unos esquís de fondo y modificó unas botas de montaña, para salir a practicar ese giro. Descubrió dos cosas: que se lo pasaba bien y que salía a la montaña muy ligero, si comparaba con su material de esquí normal.

Al comentarlo con sus amigos, que enseguida se apuntaron al carro, marcó el inicio de una nueva época para una vieja técnica olvidada. Poco podían pensar en aquellos días que su pasatiempo se convertiría en una nueva filosofía en la nieve, hoy en día, más fuerte que nunca.

Lo sentaría entre Sondre y Schneider, para que pudieran hablar sobre el origen y la muerte del giro Telemark. Y que Rick les pudiera explicar todo sobre el rescate de un giro que Sondre creó y Hannes enterró.

Patrick Vallençant (Fra), Jun 1940 – Mar 1989

Patrick en su terreno… Imposible para la mayoría de los mortales.

El esquiador de las primeras y difíciles caras de los Alpes de los años setenta y ochenta. Su innovadora técnica de giro “pedal hop turn”, un giro saltado y rotado en el aire, corto y necesario para pendientes extremas, le habilitaba para acometer bajadas que aún ahora nos parecen suicidas y pocos esquiadores se atreven a bajar por donde él lo hizo.

Patrick en plena faena.

Llevar a un cameraman en sus aventuras, que filmó sus épicas bajadas, permitió que miles de esquiadores pudieran soñar con emularle. Con él se abrió el camino al esquí extremo.

Su forma de entender el giro en las pendientes, sus descensos por palas cargadas de nieve -muchas veces sin gorro a pesar de la altura, para poder oír mejor una posible avalancha-, no tenían secretos para él. Para nosotros simplemente eran, y son, ciencia ficción. Recordad la época… esquiaba con esquís de gigante de dos metros de largo.

Lo sentaría entre Klammer y Zdarsky, para que los tres pudieran hablar sobre la curva, la velocidad y las transmisión de la fuerza al esquí.

Franz Klammer (Aut), Dic 1953

¿Por qué no? ¿Por qué no tener entre nosotros a quien revolucionó la forma de esquiar rápido? Él hizo de la velocidad su dominio.

Franz tenía una peculiar técnica. Daba la sensación de ser un esquiador descontrolado, demasiado al límite, con un estilo irrepetible pues parecía que tenía que salirse irremediablemente en la siguiente curva del descenso.

¿Cómo lograba salvar estas situaciones? Aún tiene a muchos de sus competidores, especialmente al canadiense Steve Podborski -uno de los “crazy canucks”- dándole vueltas.

Probablemente fue el mejor «descendeur» de todos los tiempos. Sus actuaciones en el descenso de Kitzbühel aún ponen los pelos de punta. Su bajada en el descenso de Sapporo, con una cámara en el casco, fue reproducida miles de veces en cabinas sensoriales en las que cada movimiento del esquiador correspondía a un movimiento de la silla y, a pesar de ser una bajada de 1972, aún lleva al espectador a sensaciones irrepetibles.

Lo sentaría al lado de Toni Matt.

Tom Sims (USA), Dec 1950 – Sep 2012

“Pues sí, en nieve virgen fuera-pista no hay otro material que pueda ir más rápido que el ‘snow’. Cuando alguien inventa algo más rápido para bajar por la nieve, tiene que ser respetado. Ha sido una estupidez ir en contra del ‘snow’, pues es lo que ha salvado al esquí”.

Si fue el mismísimo Jean Claude Killy quien dijo estas palabras respecto del snowboard, no podía faltar a esta cena Tom Sims. Un americano innovador que, junto a su amigo John Murray, inventaron el Skiboard durante el séptimo grado de la escuela de carpintería a la que asistían.

A Tom, un apasionado surfer y skater, se le podría escuchar hablando de cómo llegó a crear el primer snow y qué sensaciones tuvieron. Además, lo puedes ver como doble de James Bond en ‘Panorama para matar’, de 1985. Su sitio estaría entre Toni Matt y Jonny Mosley. Seguro que su conversación sería muy animada, pues los tres fueron en su momento pioneros.

Jonny Moseley (USA), Ago 1975

Feliz con su difícil oro japonés.

Este puertorriqueño que no logró clasificarse para los Juegos de Salt Lake City cuatro años antes, fue el chico de oro en los Juegos Olímpicos de Nagano.

Su planning de concentración consistió en jugar a la Dreamcast tanto como pudo y cargarse ejércitos enteritos de malos. Fue idea de su entrenador para mantenerlo con la moral alta y lejos de la polémica. Solo le dejaba salir para ir al estadio de baches, donde era imbatible.

Jonny en su salsa.

El problema que tenía Jonny era su especialísimo roll jump, que estaba prohibido por la FIS en la modalidad de baches, ya que su ejecución podía suponer su descalificación directa de los Juegos.

Jonny salió a la competición sin tener muy claro si las aguas habían vuelto a su cauce,  pero la gran polémica generada al anunciar que en los Juegos iba a utilizar su truco favorito, creo división dentro del propio seno de la FIS y gran polémica en la calle, montándose un maremoto mayor que un Tsunami japonés.

Finalmente, y por un solo voto de ventaja, se renovó el reglamento ahí mismo, en Nagano, y Jonny hizo lo que tenía que hacer. Su controvertido salto fue el segundo de su bajada, y le valió el oro.

Candide Thovex (Fra), May 1982

Un tranquilo y simpático Candide.

Multiesquiador, empezó en baches, pasó al park, ganó el big air, se dió unas vueltas por el Freeride World Tour y hoy en día es conocidísimo por sus múltiples apariciones en películas y sus propios edits en Youtube.

Candide ha llevado el esquí moderno a un nivel estratosférico. Sus largas bajadas en La Clusaz hacen las delicias de todos estos chicos ‘new school’. Esos que están en los terrain park y half pipes dando saltos, en los street spots de cualquier urbe con nieve en sus calles, en las pistas de la estación realizando todos los trucos de parque, o arriba de todo de las montañas, ya fuera de pista, donde montan sus inmensos ‘kickers’.

Fue Candide quien empezó a sacar estos trucos fuera del park. Ver una bajada-desafío suya te lleva a pensar que es uno de los esquiadores más tarados del sistema solar.

Echa un vistazo a la entrevista publicada en esta misma web. Leyendo sobre él no dirías para nada que esté tarado, al revés, está muy cuerdo.

Lo sentaría al lado de Jonny Moseley y Erik Nordin. Sería el rincón de los jóvenes y, como los tres son lo más grande en sus diferentes modalidades, seguro que tendrían muchas cosas que aportar.

Erik Nordin (Sue), Ago 1994

Erik Nordin en plena pow action.

No podría faltar en la lista uno de los chicos del nuevo telemark…  La impecable técnica y estilo salvaje que Erik desarrolla en la montaña no pasaría desapercibida al padre del telemark.

Ser el Campeón Escandinavo de Big Mountain las pasadas cuatro temporadas y campeón del Sick Bird Freeheel Life Cup de esta temporada, dice mucho de él.

A pesar de que sus héroes de esquí, Joonas Karhuma o Ty Dayberry no están invitados, el mismo Erik me ha pedido por mail que le siente al lado de Sondre para poder preguntarle cómo y por qué llegó al giro telemark. Sería interesantísimo escuchar a Erik y Sondre hablar de su modalidad con casi 200 años de diferencia.

Super backflip en telemark…

Al otro lado ha pedido a Hannes Schneider, porque como sabe que no era nada fan del giro telemark, le gustaría preguntarle por qué. Delante suyo quiere tener a Tom Sims, para luego irse de juerga con él.

La petición de Erik me descompensaría un poco la mesa, así que antes tendríamos un buen aperitivo de pie para que los comensales se pudieran conocer entre ellos.

Nunca podremos tener esta cena… pero soñar es gratis. Si fuera posible, estoy seguro de que sería amena, interesante y reveladora. Seguramente el sueño más loco de una calurosa noche de septiembre. Tú escoges cómo se sientan, quién al lado de quién o incluso tus propios comensales.

¡Buen provecho!

 

Dedicado a Adrián G. y a Jordi B.

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14 comentarios en «¿Quién viene a cenar esta noche?»

    • Jajajaja… gracias Miguel. No, nunca es tarde para imaginar como seria, y es mas, tráete a alguno de tus héroes, pues podrían ser tantos más…

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