¿Se cerrará el agujero de la capa de ozono?

¿Se cerrará el agujero de la capa de ozono?

Parece que vamos por buen camino o al menos, según hemos podido saber a través del medio digital Ethic, eso asegura la última investigación realizada por la ONU, que asegura que la reducción del agujero de la capa de ozono es real, y que podría cerrarse del todo en 2060.

La clave en este proceso de recuperación se sitúa en 1987, cuando se decidió luchar y comprometerse de forma global contra el cambio climático.

De esa decisión nació el Tratado de Montreal, un convenio que suponía el reconocimiento por parte de los diferentes líderes mundiales, de que la emisión de ciertas sustancias puede agotar y modificar la capa de ozono con nefastas repercusiones para la salud y el medio ambiente.

El 1 de enero de 1989 entraba en vigor el Tratado de Montreal, cuyos Estados firmantes se comprometían a “controlar el total de emisiones mundiales de las sustancias que agotan la capa de ozono, con el objetivo final de eliminarlas”.

Dentro de poco más de un mes se cumplirán 30 años, y parece que con resultados positivos.

Según el estudio de la ONU, el agujero de la capa de ozono se recupera “entre el 1% y el 3% por década desde el año 2000”.

De mantener el mismo ritmo de recuperación, el agujero de la capa de ozono podría estar cerrado en 2060.

Sin embargo, el proceso de recuperación se completará a ritmos diferentes según la zona.

De esta manera, el informe afirma que el agujero en las latitudes medias y el hemisferio norte, podría cerrarse en la década de 2030.

Unas décadas más necesitará la capa de ozono para recuperarse en el hemisferio sur, donde se calcula que podría estar recuperada del todo sobre 2050.

Los polos son las zonas más delicadas y serían las últimas en ver cerrar los agujeros de la capa de ozono. En este caso, consideran que podría ocurrir hacia la década de 2060, dando por cerrados los agujeros de la capa de ozono y completando un proceso de recuperación que habría llevado más de 70 años.

Luchando contra el calentamiento global

Pese a que es muy buena noticia oír que la recuperación de la capa de ozono es algo posible, que generaciones actuales podrían llegar a vivir, aún estamos lejos de tener un planeta limpio y fuera de peligro.

Si bien los esfuerzos por recuperar la capa de ozono están dando buenos resultados, el calentamiento global sigue siendo un problema real y grave.

Según informa Ethic, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU ha informado sobre la necesidad de fijar el aumento de temperatura del calentamiento global en 1,5 grados, y no los 2 grados que se fijaron en el Acuerdo de París.

Una diferencia que, según el informe, supondrá cambios “sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad”.

A este aspecto va dirigida la Enmienda de Kigali añadida al Tratado de Montreal, y que entrará en vigor el 1 de enero de 2019, justo cuando se cumplan 30 años del Tratado.

Esta cláusula, que ya han ratificado 58 países, supone el compromiso de reducir en más de un 80% el consumo de hidrofluorocarbonos (HFC), en los próximos 30 años.

Los expertos de la ONU advierten de que el impacto de los HFC “puede ser cientos o miles de veces mayor que el del dióxido de carbono.

Para hacerse una idea de la repercusión, servirá de referencia saber que los hidrofluorocarbonos se utilizan, por ejemplo, en refrigeradores o aires acondicionados, elementos tremendamente comunes.

Si será igualmente efectiva la Enmiendo de Kigali y lograremos reducir ese medio grado el calentamiento global, tendremos que esperar para verlo.

Pero si tal y como informa el IPCC, no queremos que los efectos del cambio climático sean “duraderos o irreversibles”, toca intentarlo, buscar alternativas a los HFC e iniciar nuevos caminos muchos más respetuosos con el medio ambiente, con la Tierra.

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