El contador de días de esquí no se para. En esta ocasión, esperábamos nieve para el viernes y esta llegó, aunque lo ha hecho en una cota por encima de lo deseado.
Tras muchas horas viendo cómo llueve, uno puede tomar dos decisiones. Quedarse en casa porque seguro que se esquiará fatal u optar porque no hay día malo con unos esquís en los pies y primero probamos y luego ya veremos. Si te tomas el esquí de esta segunda manera, seguro que tendrás grandes jornadas sorpresa. Y en esta ocasión ha sido así.
Sí, la nieve estaba algo dura en la parte baja de la estación, pero arriba, donde sí había nevado y mucho, estaba de lujo. Y como arriba estaba tan bien y todo el mundo quería estar allí, abajo se esquiaba prácticamente solo, lo que también es un gustazo. Al menos las primeras horas.
Total, que nos han quedado unas grandes jornadas de esquí del sábado y domingo. Son días muy tranquilos en familia, antes de empezar con el frenesí del club.
Y con los 35 cm que han caído a partir de la cota 2000, han llegado más remontes y pistas abiertos. Ya se puede coger el TGV y la conexión con La Molina está abierta. La zona de la Tosa ya presenta varias pistas abiertas, como Jardí Alpí, Serrat, Panorámica y las Tosas del MIg y Vermella. En total, Masella dispone de 46 km abiertos.
Aún en noviembre y con esta bonita estampa invernal
Coger el Jumbo y esquiar en la Tosa ha sido un lujazo. Sol, nieve perfecta y un paisaje espectacular.
Y nada mejor que un pequeño vídeo para ver cómo está la cosa:
Nada, volvemos a la rutina. Toca esperar otros cinco días para volver a la carga. Seguro que habrá más y mejor. Ah, y ya me incorporaré a los entrenos con los masters del CANMC, que mis compis ya han empezado y van muy fuertes:
