Llámame optimista, pero siempre he tenido claro que en Semana Santa íbamos a esquiar. Hacía mucho calor y unos cuantos esquiadores ya habían colgado los esquís. Incluso he llegado a ver algún artículo de cómo guardar el material. Vamos, el pesimismo en estado puro. Y en un deporte que depende de los caprichos de la naturaleza, siempre hay que ser optimista, porque, como decía Heráclito, todo cambia, nada permanece. Y en este caso, el frío ha vuelto y con él la nieve. Porque ya se sabe, cuando marzo mayea, mayo (en este caso, abril) marcea.
Así que, si habías guardado los esquís y ya tenías la mente pensando en el veranito, calma, que no es el momento. Todavía nos quedan por quemar los últimos cartuchos de la temporada. Y de momento, todo indica que serán muy buenos, porque los próximos días está previsto que nieve un poco más.
Ayer fue día de seguir nevadas por las webcams, con ese punto de suspense que hace tan grande nuestro deporte. Empezó nevando sólo arriba pero acabó bajando la cota hasta la base. Las cosas están así de bien en Masella:
En La Molina:
En Boí Taüll:
O en Baqueira, la que se verá más beneficiada en los próximos días:
¡Sí! Me parece que tú ya tenías pensado esquiar igualmente, pero mejor con buenas condiciones.
En Semana Santa y un poco después también 😉
Siempre mejor así!