Si en el primer artículo hablábamos de la elaboración y tipos de suelas, en esta segunda entrega acerca de la suela vamos a conocer qué reparaciones y trabajos pueden realizarse en ella cuando se deteriora, para mejorar el deslizamiento y el comportamiento del esquí. Básicamente trataremos la aplicación del conocido cofix y también del parche; éste último es un trabajo que requiere experiencia y conocimientos.
Reparaciones de desperfectos con cofix
Arañazos provocados por piedras, partes de suela arrancadas… casi todo es reparable, siempre y cuando respetemos las propiedades a) del material de relleno y b) de la zona del esquí donde tengamos que intervenir.
Es importante entender que, a pesar de las indicaciones de los catálogos y fabricantes, aplicar el cofix mediante combustión con llama NO FUNCIONA.
La combustión del cofix (recordemos que es polietileno extruido), prácticamente elimina sus propiedades de elasticidad y deslizamiento, al igual que su resistencia a la fricción y, por supuesto, su adherencia en la zona de trabajo.
Reparando de esta forma, normalmente el cofix suele partirse o quedarse demasiado rígido y se despega en el momento en que el esquí comienza a flexar, o simplemente con el rozamiento sobre la nieve.
La aplicación ideal sería cualquier método de fusión mediante calor, pero que no produzca llama en el mismo cofix. De forma “casera”, podemos usar un soldador de estaño de 60w (alcanza la temperatura necesaria para la correcta fusión). En el mercado podemos encontrar un tipo de soplete que calienta una pletina metálica con la que fundir el cofix y aplicarlo.
De forma “industrial” se hace mediante extrusión. Podemos encontrar un tipo de pistola con diferentes anchuras de boquilla, para cubrir zonas más grandes o pequeñas. Básicamente son extrusoras alimentadas por barras o bobinas de cofix -de forma manual o automática- y a medida que funden el material hay que distribuirlo por las zonas a reparar.
En grandes talleres esta operación puede hacerse de forma totalmente automática con máquinas inyectoras. El principio de trabajo es el mismo, aunque a gran escala: son máquinas que pueden cubrir la suela de un esquí en su totalidad, un par de esquís a la vez e incluso una tabla de snowboard.
El material de reparación viene dispuesto en bobinas de hilo, en diferentes diámetros, y se puede incluso cambiar de cofix negro a transparente de forma automática.
En cualquiera de los diferentes tipos de reparación con cofix hay que tener muy en cuenta si el daño ha llegado hasta alguna zona metálica del esquí, como la inserción del canto o las láminas bajo el núcleo.
El polietileno no tiene la propiedad de adherirse a los metales debido a su composición hidrocarbúrica y en este caso ha de aplicarse un material llamado Metalgrip, que hace de nexo entre el cofix y las partes metálicas.
También se aplica por fusión, pero no es un material de reparación o relleno de desperfectos, ya que no tiene las propiedades físicas del polietileno. Básicamente, su composición es una mezcla de resina y cofix.
Reparación con parche o troquel
Sinceramente, son trabajos que requieren bastante saber hacer; en mi opinión es la reparación más complicada de realizar y la que requiere más tiempo de trabajo.
Se trata de sustituir una zona de suela dañada por otra nueva, generalmente consecuencia de daños y golpes de gran importancia.
En este caso, sí es una reparación con polietileno
sinterizado. Pero hay que ser muy fino para que esta operación quede bien.
¿Por qué?
Porque hay que sanear muy bien la zona a reparar para que la adhesión sea perfecta y el parche asiente bien: porque el citado parche ha de tener las dimensiones justas para que no haya filtraciones de agua entre la suela y la zona reparada; porque hay que utilizar sistemas de presión y resinas específicas, con propiedades flexibles, que acompañen los efectos de la tracción y compresión de la suela que se producen mientras esquiamos; porque estas resinas necesitan ser licuadas para que no queden espacios de aire y necesitan tiempo de curación.
Cada vez menos talleres aceptan realizar este tipo de trabajos, pues son poco rentables y difíciles de garantizar; aunque pueden convertirse en el factor determinante para seguir utilizando el esquí o, directamente, tirarlo al contenedor.
Personalmente he visto verdaderas obras de arte donde cuesta mucho distinguir a simple vista la zona reparada. En estos casos, con todos mis respetos, creo que el cliente no es consciente del trabajo y tiempo dedicado a este tipo de reparaciones.
Desbaste del sobrante y pulido de la reparación
En todas las reparaciones mencionadas se ha de eliminar sobrante de cofix para que sólo quede rellenando la zona dañada, lo más nivelado posible con respecto al resto de la suela y que su textura sea lo menos rugosa posible.
Esta operación puede hacerse de forma manual, una vez el cofix ha solidificado y cristalizado (mediante enfriamiento lento, a ser posible), con herramientas de corte de diferentes tipos, como una lima devastadora o con una rasqueta metálica, y lijas finas y Scotch Brite para el pulido.
A nivel industrial se realiza con máquinas específicas, pero será en el siguiente artículo donde hablaremos de este tipo de máquinas y qué tipos de trabajos se pueden hacer con ellas.
Ahora tengo que dejaros porque se acumula el trabajo en el skiroom y mañana entrenamos descenso. ¡Va a ser una noche muy larga!
Saludos desde el Skiroom.