Técnica de esquí: Contrarrotar, ¿movimiento o posición?

Técnica de esquí: Contrarrotar, ¿movimiento o posición?

Ya sé que para algunos puede parecer una obviedad afirmar que el esquí es movimiento, pero en el día a día de una estación es habitual y relativamente fácil identificar esquiadores, de niveles medios y altos, que se deslizan por las pistas bloqueados encima de los esquís.

Adoptan la posición que creen que es más co­rrecta y se quedan estáticos, a la espera del siguiente viraje. Casi siempre es la misma posición, la que se suele denominar como de final de viraje.

Al final de un viraje es importante adoptar una posición adecuada; pero es incluso más importante cómo he­mos llegado hasta ella.

En el esquí no existen posicio­nes, sino movimientos. El esquiador tiene como obje­tivo ejecutar un viraje o una sucesión de los mismos y, para ello, cuando está metido dentro de la curva, debe ir moviéndose según avanzan las fases de la misma, sin bloquearse en ningún momento.

Contrarrotar al final de un viraje es un movimiento que debemos provocar a su debido tiempo y de manera progresiva, según nos vayamos acercando a ese final del viraje.

Vamos a comparar dos secuencias, una de ellas ejecu­tada como “posición” y la otra como “movimiento”.

Fase de conducción

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Estamos en el momento previo al final del viraje. En la imagen de la izquierda el esquiador ha adoptado una posición completamente contrarrotada, que no corresponde a este momento, lo que bloquea su continuidad.

Pero en la secuencia de la derecha, un servidor sigue moviéndose y adaptándose sin definir posiciones, ya que todavía estoy en la fase de conduc­ción y necesito apoyo y velocidad.

Preparando el final del viraje

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A la izquierda, el esquiador sigue en la misma posición, indicativo de que ya está cómodo ahí… bloqueado, esperando que llegue el momento del final.

Al otro lado, vemos una cosa muy diferente: el esquiador empieza a buscar la antici­pación, encarando los hombros a la pendiente con respecto a la anterior foto.

Sabe que se acerca el final y se empieza a preparar para que, cuando llegue el momento, esté en la posi­ción adecuada que le permita ejecutar el cambio.

Iniciar el cambio

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En el momento de iniciar el cambio, las posiciones en ambas secuencias son prácticamente idénticas, casi exactas. Pero como he comentado en la introducción, lo importante es cómo has llegado hasta aquí.

En la imagen izquierda lo que veis es que simplemente me he limitado a mantener una posición ejecutada con anterioridad. Al otro lado, en cambio, he terminado el movimiento que había empezado en las fotos anteriores. Mismo resultado aparente, pero no estamos haciendo lo mismo, aunque las fotos así lo hagan creer.

Aquí os dejamos la imagen de la dos secuencias completas, tanto la incorrecta como la correcta. Así podréis apreciar la diferencia mejor.

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Consejo

Aunque suene raro, no te fíes de tus sensaciones. Si estás en un punto de evolución técnica en el que tu cabeza te dice que vas bien, ¡desconfía! Quizá te está engañando.

Si te da tiempo a pensar en eso u otras cosas, muy probablemente te mantienes estático en una posición que es tu zona de confort. El vídeo es, en este caso, una ayuda infalible.

Si quieres aprender a moverte, no puedes pararte a pensar. Solo has de ir buscando los momentos y poco a poco irá saliendo. Pero si te relajas, ¡te paras!

Fotos: Jesús Andrés Fernández

Esquiador: Dani Maza. Demostrador

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